miércoles, 28 de febrero de 2018

Brecha generacional

Un día un joven le preguntó a su abuelo:
—¡Abuelo! ¿Cómo pudieron vivir antes...?
Sin tecnología.
Sin internet.
Sin computadoras.
Sin drones.
Sin bitcoins.
Sin celulares.
Sin Facebook.
El abuelo respondió:
—Al igual que tu generación vive hoy...
Sin oraciones.
Sin dignidad.
Sin compasión.
Sin vergüenza.
Sin honor.
Sin respeto.
Sin personalidad.
Sin carácter.
Sin amor propio.
Sin modestia.
Sin honra.
Nosotros, las personas nacidas entre 1950 y 1980 somos los bendecidos,
nuestra vida es una prueba viviente, porque...
Cuando montábamos en bicicleta no nos poníamos casco.
Íbamos en coche apretujados y sin cinturón de seguridad.
A la escuela íbamos caminando, hiciera sol o tronara y no nos llevaba mamá.
Después de la escuela, hacíamos los deberes y salíamos a jugar a la calle hasta el anochecer.
Jugábamos en contacto con amigos de verdad no con monigotes en internet.
Para saciar la sed, bebimos agua del caño, no agua embotellada.
Nunca nos pusimos enfermos compartiendo el mismo vaso con nuestros amigos, ni mordiendo el mismo bocadillo.
Nunca ganamos peso comiendo pan seco y platos de arroz todos los días.
Nunca usamos dietas ni suplementos para mantenernos saludables.
No le pasó nada a nuestros pies a pesar de andar descalzos.
Cuando nos caíamos nos levantábamos y las heridas se curaban al aire.
Nos entreteníamos haciendo juguetes y jugando con ellos.
Lo poco que teníamos lo compartíamos entre hermanos y amigos.
Nuestros padres nos educaron en valores. No eran ricos, pero nos dieron amor y disciplina, no caprichos materiales.
Nunca tuvimos teléfonos celulares, DVD, Play Station, Xbox, videojuegos, computadoras personales, internet... pero sí tuvimos amigos de verdad.
Visitábamos la casa de nuestro amigo sin haber sido invitados y disfrutamos de la comida con ellos.
Los familiares vivían cerca unos de otros, para ayudarse y disfrutar juntos.
Nuestras fotos eran pocas y en blanco y negro, pero puedes encontrar recuerdos con mucho color en esas fotos.
Somos una generación única; una generación comprensiva, porque somos la generación que escuchó a sus padres, y también la primera que tuvo que escuchar a sus hijos.
Como ves, somos una 'edición limitada'. ¡Disfrútanos y aprende de nosotros!

martes, 27 de febrero de 2018

Bendita inocencia

Él estaba acostumbrado a pagar por todo lo que quería. Se creía poderoso porque nada se le resistía. No en vano había heredado una fabulosa fortuna que le permitía cualquier clase de capricho. Todo su trabajo era buscar el modo de pasar la vida lo más placenteramente posible: “Ausencia de dolores, máximo placer”: ése era su lema. Desde niño siempre había hecho su voluntad. Los grandes esfuerzos de sus padres por educarle se estrellaban con un férreo muro de tozudez, con un salirse siempre con la suya hasta que éstos daban la batalla por perdida. ¿Amor? Lo desconocía. Mejor dicho, no lo entendía porque no era capaz de alcanzarlo. Pensaba que todos los de su alrededor estaban interesados egoístamente por él. Algunas lecturas le habían conducido, siendo ya mayor, a pensar firmemente que el amor es algo puramente biológico, celular, de reacciones químicas, sin mayor relieve; un instinto condicionado por el bagaje cultural recibido; reflejo no libre de la estructura animal de ese ser tan extraño que es el hombre.
Un buen día, paseando por una playa, vio sentado en la orilla a un niño casi desnudo, salvo por su pobre bañador, descolorido y en parte raído. Se lo quedó mirando y enseguida se dio cuenta de que él también lo miraba, con una sonrisa que estuvo a punto de calificarla de angelical, aunque inmediatamente reaccionó, pensando que ésa es la forma instintiva que los niños adoptan para que los mayores les hagan caso. Se acercó con cuidado, se agachó y le preguntó suavemente por lo que estaba haciendo. El niño contestó:
― Alcanzar el cielo.
Él, sorprendido, le hizo esta observación:
― Mira la línea del horizonte, donde se juntan el cielo y el mar, y verás que eso es imposible.
El niño la contempló unos momentos, y girándose volvió a mostrarle de nuevo su sonrisa angelical. Él, por su parte, se quedó pensativo: “Alcanzar el cielo… Le he dicho que es imposible… Aunque para mí nada hay imposible. ¿Cuánto costará ganar el cielo? ¿Lo sabrá este niño? Siendo un niño pobre sin ninguna fortuna… De todos modos, no pierdo nada si se lo pregunto”.
―Pequeño, escúchame, ¿cómo te llamas?
― Mi nombre es muy corriente. ¿Y tú?
― Me llamo Imperial. Ése fue el nombre de pila que eligieron mis padres, pues yo soy un hombre muy rico, ¿lo sabías?
― Sí.
― Pero si yo no te he dicho nada…
― Los niños sabemos muchas cosas que no creéis los mayores. Por ejemplo, yo sé cómo alcanzar el cielo y tú no.
― De eso se trata. Si me dices lo que vale el cielo te compraré lo que necesites: un bañador nuevo, una bonita piragua, aparejos para pescar, todo lo que te haga ilusión.
― A mí me ilusiona estar junto a mis padres. Ellos me quieren mucho.
― Pero, ¿cuánto cuesta el cielo? Dímelo si tan seguro estás de que sabes tantas cosas.
― El cielo no se puede comprar con dinero. Te lo regalan, aunque hay que poner un poquito de esfuerzo. Se posee cuando se llega. Parece muy lejano, pero existe un bote muy pequeño que sólo admite a los niños y puede llevarlos allí de un modo seguro y rápido. Yo estoy a punto de embarcar. ¡Mira, ya viene con el remero!
Al punto, como por ensalmo, el chico saludó al remero, se subió a la embarcación e hizo ademán de despedirse. A continuación, el hombre vio como el bote se adentraba en el mar, en dirección al horizonte infinito.
“Convertirse en niño significa vivir de acuerdo con una segunda inocencia: no la inocencia del recién nacido, sino la inocencia que se consigue haciendo opciones conscientes”.

lunes, 26 de febrero de 2018

El mendigo orgulloso de serlo

Un mendigo vivía en una aldea donde era muy conocido por dar sabios consejos y ayudar a la gente. A cambio, sólo pedía la voluntad. Su fama llegó hasta el Rey, quien decidió visitarle y quedó tan satisfecho con sus consejos, que le pidió que le acompañara a palacio y el mendigo se marchó a vivir con él. El Rey estaba tan encantando con la sabiduría de su nuevo asesor, que decidió prescindir de todos sus consejeros.
Un consejero resentido quiso saber de dónde sacaba la sabiduría su sustituto y decidió seguirle. Fue entonces cuando descubrió que éste se ausentaba todas las noches de palacio y quiso descubrir el misterio de su ausencia, y se llevó una gran sorpresa al ver que el mendigo se iba a una cabaña, se despojaba de sus ricos ropajes, dormía en el suelo sobre un lecho de paja y al día siguiente volvía al palacio antes del amanecer. El consejero le preguntó al mendigo por qué hacía eso, y esta fue la respuesta:
—Muy sencillo, lo hago para no olvidarme nunca del lugar de dónde vengo.
Y es que quién se olvida del lugar de donde viene, olvida parte de su esencia como persona.

sábado, 24 de febrero de 2018

Si te dan limón pide miel

Tal vez no lo sepas, pero es 100 % verdad:
Hay al menos 2 personas en este mundo que se morirían por ti.
Al menos 15 personas en este mundo te quieren de alguna forma.
La única razón por la que alguien te odiaría es porque quiere ser como tú.
Una sonrisa tuya le trae felicidad a todos, hasta a los que no les caes bien.
Todas las noches, alguien piensa en ti antes de irse a dormir.
Eres el mundo para alguien.
Eres una persona especial y única.
Alguien que tú no sabes que existe, te ama.
Cuando cometes un error muy grande, algo bueno sale de eso. 
Cuando pienses que el mundo se ha vuelto contra ti, míralo de otra manera.
Siempre acuérdate de los cumplidos que recibas.
Olvida los comentarios ofensivos.
Los grandes amigos no se pierden en pequeñas disputas, si se pierden, es porque no eran amigos y mucho menos grandes.
Y siempre recuerda que cuando la vida te traiga limones, pide té y miel, y, llámame…

viernes, 23 de febrero de 2018

Cuánto amor me llevo

Recuerda, te di amor.
Amor de mi misma vida.
Si sólo amor yo te di...
era del que yo tenía.
Amor puro y verdadero
que del alma me salía.
Todo era para ti;
mi flor, mi luz, mi alegría.
Cada día más te quiero.
Crecen mis sentimientos,
que ni siquiera la muerte
podrá apagar este fuego.
¡Cuánto amor yo te di! 
¡Cuánto amor yo me llevo! 
Seguirá ardiente y vivo
allá, en el universo.

jueves, 22 de febrero de 2018

Mira que nos miran

Mira, miro que nos miran.
Mira, nos están mirando.
No podemos ocultar
el fuego de enamorados.

Queremos que no se sepa,
no podemos ocultarlo.
Nuestros ojos nos delatan
porque hablan sin quererlo.

Mi cuerpo está temblando,
quiero correr a tus brazos
para fundirme en tu cuerpo
y llenarme con tus labios.

El corazón se acelera,
en mi pecho no me cabe.
Quiero gritarte ¡te quiero!
pero tengo que aguantarme.

Disimular no se puede
aunque la boca se calle.
Es la fuerza que nos une
por mucho que nos separen.

El amor es como el fuego
que arde sin consumir,
porque lo mantiene vivo,
la alegría de vivir.

miércoles, 21 de febrero de 2018

El ciervo

Era feliz en el monte
y de su harén se ocupaba,
pero un día los cazadores
acaban con su manada.

Lo sumen en el dolor
y a cada paso sangraba
aquella herida de muerte.
La soledad lo abrumaba.

Desesperado vagaba.
Clamaba a gritos venganza.
Su vida la destrozaron,
enterraron su esperanza.

Se deja ver por las lomas.
Al pueblo lo amenazaba
y la gente temerosa
del venado se alejaba.

Por la mismo razón que el ciervo
también un hombre vagaba.
Lo había olvidado todo
al creer muerta a su amada.

Pensando que su familia 
en el accidente moría,
al no poder aceptarlo 
loca su mente bullía.

Un día el hombre y el  
se cruzaron la mirada.
Sufrían la misma pena, 
perdieron a su enamorada.

Gracias a aquel encuentro
el ciervo logró perdonar.
Libre de rencor y cornamenta
del pueblo se pudo alejar.

El hombre recordó entonces
que tenía una familia,
y deseando abrazarla,
nace de nuevo la vida.

Celebrar las Letras

Retrato de Pino Ojeda.

21 de febrero, «Día de las Letras Canarias», lo celebramos con el orgullo de contar con excelentes escritores que traspasan fronteras. Aunque, tanto a los escritores de ayer como a los contemporáneos, no les ha sido fácil cruzar el atlántico y llegar a buen puerto con sus libros bajo el brazo.
Canarias ha sido tradicionalmente tierra de poetas, sin mermar a los novelistas, por eso hay que profesarle el agradecimiento a quienes lo han dado todo por estas Islas. Hay que tener en cuenta que, la literatura española, es una de las más rica del mundo, con la aportación de los autores canarios.

La literatura es una de las bellas artes que emplea la palabra como instrumento. En cada edición de las Letras Canarias celebramos la literatura y, por encima de todo, la memoria. La memoria de los que no están, pero bien que pudiera dedicarse a los que están. Canarias es cuna de grandes escritores, pero por desgracia, para poder alcanzar el reconocimiento de su pluma están obligados a salir de las Islas. Celebrar la literatura es traer a la memoria la lista de escritores (escritora y escritor) que contribuyen al enriquecimiento de la cultura canaria, es reconocer la hermosa labor de cultos obreros del arte de escribir.

martes, 20 de febrero de 2018

Mi barca

Mi barca está a la deriva; 
navega por la ribera.
El viento empuja a su antojo 
sin impedirlo su vela.

Aunque me aferro al timón;
ya no me sirve de nada.
No puedo enfilar mi rumbo.
Mi vida está acabada.

La noche se echa encima
y el miedo se apodera.
Mis fuerzas se agotaron; 
veo a la muerte que espera.

No importa que me mire,
le echo un pulso a la vida; 
demostrando fortaleza 
se puede dar por vencida.

Quiero gobernar mi barca
con mucha calma, sin prisas.
Respirar cada minuto.
Disfrutar de cada brisa.

Mi barca marcha serena
porque yo quiero gozar.
Navegando tendré vida,
y remando podré amar.

lunes, 19 de febrero de 2018

Callar...

Callar cuando acusan, es heroísmo.
Callar cuando insultan, es amor.
Callar las propias penas, es sacrificio.
Callar de sí mismo, es humildad.
Callar miserias humanas, es caridad.
Callar a tiempo, es prudencia.
Callar en el dolor, es penitencia.
Callar palabras inútiles, es virtud.
Callar cuando hieren, es santidad.
Callar para defender, es nobleza.
Callar defectos ajenos, es benevolencia.
Callar debiendo hablar, es cobardía.

domingo, 18 de febrero de 2018

Mensaje de esperanza

Aquí va mi mensaje:
es un mensaje de esperanza;
en los sentimientos del hombre 
depositemos la confianza.

Confiemos que llegará el día,
espero que no muy lejano,
que en el mundo convivamos
como auténticos hermanos.

Dónde no hayan más guerras,
los rencores olvidados, 
compartiendo alegrías
en un futuro esperanzado.

La paciencia es una ciencia,
es la ciencia de la paz.
La paz no tiene camino,
es el camino la paz.


sábado, 17 de febrero de 2018

Visita 3 lugares

Un rico miró por su ventana y vio un pobre sacando algo de la basura y pensó: 
“Gracias a Dios no soy pobre”.
El pobre levantó la vista y vio a un loco harapiento deambulando por la calle y pensó: 
“Gracias a Dios no estoy loco”.
El loco miró hacia adelante y vio pasar una ambulancia y dijo a sí mismo: 
“Gracias a Dios no estoy enfermo”.
Mientras tanto un enfermo en el hospital vio pasar una camilla con un cuerpo debajo de una sábana y dijo a sí mismo:
 “Gracias a Dios estoy con vida”.
Como ves, solo el muerto no pudo agradecer nada.
Estamos llenos de vida y los acontecimientos se suceden a nuestro alrededor, y estamos tan distraídos en banalidades, que no nos percatamos de la importancia de los aconteceres.
¿Por qué no agradecer a Dios por todas las bendiciones y por el regalo de la vida, y por las oportunidades que nos ofrece cada día?
Y, ¿qué es la VIDA? Para entender mejor que es la vida tienes que visitar 3 lugares:
Un Hospital.
Una Prisión.
Un Cementerio.
En el Hospital verás que no hay nada más lindo que la SALUD.
En la Prisión verás que no hay nada más preciosa que la LIBERTAD.
Y en el Cementerio entenderás que la vida es PASAJERA.
Por tanto, la tierra que pisas hoy será tu techo mañana.
La Triste Verdad: Tú y yo: Todos, llegamos sin Nada y nos iremos con Nada. Debemos, entonces, ser humildes ante Dios y agradecerle en todo momento por todo lo que somos y tenemos.

viernes, 16 de febrero de 2018

La indiferencia

La indiferencia nos hace cómplices; 
a gritos nos están llamando:
necesitan de nosotros,
tendámosles nuestras manos.

¿Por qué en los ojos una venda?
¿Por qué los oídos tapados?
No sigamos tan tranquilos;
despertad de ese letargo.

Nuestras manos se hacen pocas
para ayudar a los niños, 
los mayores también sufren,
les falta pan y cariño.

Abramos los ojos al mundo,
observa detenidamente;
sentirás mucha tristeza
pero... hay que ser valiente.

Debemos prestar ayuda.
Unamos todo esfuerzo, 
con gente que ya trabaja 
y dedica todo su tiempo.

Existen pocos voluntarios. 
Existen pocos misioneros
para tantas necesidades.
También falta más dinero.

¡Gobernantes del mundo!
¡Cuidad de la gente!
Los pueblos pasan hambre.
¡Fuera armas! y más sopa caliente.

No soy tan fuerte

Aquí donde me ven tan fuerte...
Fuerte como el basalto aparento,
que no le afecta la brisa,
ni el mar, ni las olas, ni el viento.
Pero sí que me desgastan 
y me corroen por dentro,
y esa fuerza aparente
se desmorona por momento,
porque a la roca volcánica
ya se le acabó el tiempo.

En el ambiente quedará un aroma
cargado de algún recuerdo; 
unos buenos, otros no tanto, 
por eso al perdón apelo,
que dibuje una sonrisa,  
y me pienses en el cielo.  

Las palabras...

Las palabras son esa cárcel de significados, de sentimientos, de emociones, de ideas…
Las palabras que marcan nuestras vidas, esas que nos hacen sentirnos bien o mal. Las mismas que a veces nos hace falta escuchar, las que nos confunden en muchas ocasiones, las que se adueñan de nosotros, las que nos hacen soñar. 
Identifica tus miedos, pero sueña…
Nostalgia; cuando el momento trata de huir del recuerdo para suceder de nuevo y no lo consigue.
Recuerdo; cuando, sin autorización, tu pensamiento rememora un capítulo.
Angustia; un nudo muy bien apretado en medio de la tranquilidad.
Preocupación; un pegamento que no deja salir de tu pensamiento lo que todavía no sucedió.
Indecisión; cuando tú sabes muy bien lo que quieres, pero te parece que deberías optar por otra cosa.
Seguridad; cuando la idea se cansa de buscar y para.
Intuición; cuando tu corazón da un saltito al futuro y vuelve rápido.
Presentimiento; cuando pasa por tu mente el “tráiler” de una película que puede ser que ni suceda.
Vergüenza; un paño negro que tú quieres para cubrirte en aquella hora.
Ansiedad; cuando los minutos parecen interminables para conseguir lo que se quiere.
Interés; un signo de exclamación o de interrogación en el final del sentimiento.
Sentimiento; la lengua que el corazón usa cuando necesita mandar algún mensaje.
Rabia; cuando el león que vive en ti, muestra los dientes.
Tristeza; una mano gigante que aprieta el corazón.
Amistad; cuando compartes alegrías y penas, inquietudes y sueños.
Culpa; cuando tú estás convencido que podías haber hecho algo diferente, pero ni siquiera lo intentaste.
Lucidez; es un acceso de clarividencia para liberar los miedos.
Razón; es cuando el cuidado aprovecha que la emoción está durmiendo y agarra el comando.
Voluntad; es un deseo que nos incentiva a hacer nuevos descubrimientos.
Pasión; cuando, a pesar de la palabra ‘peligro’, el deseo llega y entra.
Felicidad; un momento que no tiene prisa ninguna.
Amor; cuando la pasión no tiene otro compromiso marcado.
Vida; vivir intensamente cada minuto.

jueves, 15 de febrero de 2018

Cuánta pena

Cuánto dolor yo me callo.
Cuánta pena llevo dentro.
Yo no se lo cuento a nadie,
quiero que sea mi secreto.

Aunque es grande no me ahoga,
porque la esperanza mantengo
de que pronto cambie todo.
Por amor yo lo sostengo.

Sé que todo es pasajero,
nada dura eternamente,
ni el dolor ni los tormentos
y lo que se va, nunca vuelve.

Sí se quedan los recuerdos
que dan sentido a los días;
disfrutando del presente,
compartiendo la alegría,
mirando hacia el futuro
donde renace la vida.

miércoles, 14 de febrero de 2018

El mejor ayuno

¿Te animas a ayunar esta Cuaresma?
Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas.
Ayuna de mentiras y reconcíliate con la verdad.
Ayuna de falsedad y llénate de sinceridad.
Ayuna de descontentos y llénate de gratitud.
Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia.
Ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo.
Ayuna de preocupaciones y llénate de confianza en Dios.
Ayuna de presiones y llénate de oración.
Ayuna de quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida.
Ayuna de tristeza y amargura y llénate de alegría el corazón.
Ayuna de egoísmo y llénate de compasión por los demás.
Ayuna de falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación.
Ayuna de palabras y llénate del silencio que emana la paz del alma.

Son las cosas del querer

Un farolillo encendido con el cristal de la puerta en forma de corazón.



«El verdadero amor, el amor ideal, el amor del alma, es el que sólo desea la felicidad de la persona amada, sin exigirle nada a cambio». Qué es el amor verdadero y como identificarlo. Todas deseamos encontrar a alguien a quién denominar ‘el amor verdadero’.

¿Pero sabemos realmente qué significa el amor verdadero? Cuando iniciamos una relación multitud de sentimientos invaden nuestra mente. Nos sentimos atraídas físicamente por la persona con la que acabamos de iniciar la relación. La pasión nos invade. Es maravilloso ir descubriendo día a día nuevos aspectos de su personalidad. Pero la pregunta que realmente gravita por nuestra mente es si toda esta excitación y felicidad dará paso a una relación duradera. Incluso si estás en una relación ya madura puede que te preguntes si realmente lo que sientes es amor verdadero o simplemente te has acabado amoldando a la situación.

martes, 13 de febrero de 2018

Las cosas del saber

En una de las tertulias de 'El Nuevo Café de Levante' que presidía Valle-Inclán, Pío Baroja, en una sabia reflexión dividió a los españoles, de un modo que se ha convertido en clásico, los catalogó por los siguientes grupos y dijo así:
—La verdad es que en España hay siete clases de españoles. Sí, como los siete pecados capitales:
Los que no saben.
Los que no quieren saber.
Los que odian el saber.
Los que sufren por no saber.
Los que aparentan que saben.
Los que triunfan sin saber.
Y los que viven gracias a lo que los demás no saben. Estos últimos se llaman a sí mismos políticos y a veces hasta intelectuales.
Sabia conclusión... ¡Cuánta verdad! Y, por estas cosas del saber, yo me pregunto al mirar a mi alrededor...
¿Cuántos serán robles, que no se permiten a sí mismos crecer?
¿Cuántos serán rosales, que por miedo al reto sólo dan espinas?
¿Cuántos serán naranjos, que no saben florecer?
En la vida, todos tenemos un destino que cumplir y un espacio que llenar. No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la maravillosa esencia de nuestro ser y de nuestro saber. Démonos ese regalo a nosotros mismos y también a quienes amamos.

lunes, 12 de febrero de 2018

La tragedia humana

La tragedia humana está...
en el que no tiene trabajo,
en el que le falta el pan,
en el que no tiene ilusión,
en el que le falta un hogar.

La tragedia humana está...
en esos aires de grandeza,
en el que sufre la opresión,
en el que no es tolerante,
en el que vive en sumisión.

La tragedia humana está...
en la ambición de poder,
en los dictadores sin escrúpulos
que disfrutan viendo a su gente
sin libertad y sin futuro.

La tragedia humana está...
en esas guerras sin sentido,
en la gente atormentada,
en los pueblos cargados de odio,
en esos niños sin un mañana.

La tragedia humana está...
en esta sociedad de consumo,
en la falta de solidaridad,
en el afán de poseer
en no compartir la amistad.

La tragedia humana está...
en cada uno de nosotros,
en la relación humana,
en la pérdida de valores,
en un futuro sin esperanzas.

Cada persona es un mundo
con su historia, su tragedia,
sus penas, sus frustraciones, 
sus sueños rotos, sus miserias.

En tragedia convertimos la vida
cuando nos falta el amor.
¿Dónde está la sensibilidad, 
y la bondad del alma
que nos regaló Dios? 

domingo, 11 de febrero de 2018

Habla un hijo especial

Con todo tu amor me esperabas;
anhelabas tanto tenerme, 
rodearme con tus brazos
y colmarme de atenciones.

Pensando en mi porvenir; 
me ves en la universidad. 
 Y soñándome feliz 
me acompañas al altar.

Pero hay otros proyectos:
Dios me hizo especial; 
para amar yo nací,
no puedo hacer el mal.

Mi cerebro está dormido  
y no me puedo expresar;
entiendo de sentimientos 
y de cariño de verdad.

A los ojos del mundo no seré nada
pero, a los ojos de Dios soy grande;
tengo un corazón noble.
La eternidad me pertenece.

No te avergüences de mí, mamá,
porque yo a ti te quiero;
aunque no pueda hablar 
lo gritaré al mundo entero.

¿Qué más puedo yo pedir?
Tenerte siempre a mi lado; 
no es un gesto de egoísmo,
eres mi luz y mi amparo.

Que nunca me falte, madre,
ni tu voz, ni tu presencia.
Sólo así podré vivir
con tu cariño y paciencia.

El hombre más generoso

Un grupo de sabios discutían sobre cuál era el hombre más generoso de la aldea. Al final quedaron tres candidatos y, para decidirse, propusieron enviar el mismo mensaje a todos:
«Tu amigo José se encuentra en un gran apuro. Te ruega que le ayudes con bienes materiales».
Un mensajero les daría el recado y volvería con la respuesta. Fue a ver al primero y éste contestó:
No me molestes con pequeñeces. Coge todo lo que quieras y dáselo a mi amigo.
Los sabios pensaron que era el hombre más generoso. Cuando el mensajero fue a ver al segundo candidato, solo habló con su criado:
Mi señor es muy arrogante, no puedo molestarle con estas cosas, pero me ha dicho que te lleves todo lo que tiene e incluso una hipoteca sobre sus bienes.
Los sabios creyeron que éste sería el hombre más generoso de todos. Pero el tercer hombre dijo:
Empaqueta todas mis cosas y lleva esta nota al prestamista para que liquide todas mis pertenencias. Cuando acabes, vuelve.
Cuando el mensajero regresó, se encontró a otra persona esperándole en la puerta, que le dijo:
Tengo que hacerle entrega del importe de un esclavo que se acaba de vender en el mercado.
Y, ese esclavo era el tercer amigo, el hombre más generoso... 
Sin duda, la mayor generosidad es dar una parte de ti mismo.

sábado, 10 de febrero de 2018

Enamorada me siento

Cuando te miro a los ojos
que son dos luceros del alba,
me atrae una fuerza amorosa
desde el fondo de tu alma.

Me acunas como a un bebé
y me cantas una nana. 
Tanto cariño y ternura
ni en sueños imaginaba.

Que grande es el amor,
hermoso vivir enamorada.
Es un remanso de paz.
Es el cielo que esperaba.

Tu voz es una melodía.
Susurros son tus palabras,
que van llenando de notas
la canción que nunca acaba.

Oigo cantar a los ángeles
cada vez que pienso en ti.
Es que me siento en el cielo
llena de gozo y feliz.

Cerebro cambiante

Una chica mira de frente.

En el cerebro del ser humano están todas las claves de cada persona. Tenemos un cerebro que sabemos que piensa, pero no sabemos por qué piensa. Pero no se nos ocurriría pensar que el cerebro con el que pensamos es de ideas fijas, pues no. Cada día puede pensar diferente porque, al parecer, las conexiones neuronales son cambiante y por eso, puede ser, que lo que pensó ayer, hoy lo piensa diferente. Lo que es lo mismo, piensa distinto cada día. Eso dicen quienes estudian el complejo mundo neuronal del cerebro y han dado información sobre ese descubrimiento del misterioso procesador humano. Han descubierto cómo las neuronas se adaptan a las experiencias cotidianas y que el cerebro sano cambia a diario, y si no lo hace, puede ser un signo de enfermedad.

viernes, 9 de febrero de 2018

Los girasoles

Que los girasoles buscan la luz de sol lo sabemos. Lo que no sabía es que en los días nublados se miran unos a otros para compartir la energía. No se quedan mustios ni de cabeza baja; se solidarizan para dar y recibir, se miran unos a otros erguidos y hermosos ofreciéndose uno al otro todo su calor.
Es la naturaleza la que nos enseña que, si no tenemos el sol todos los días, nos podemos mantener los unos a los otros con el calor humano. 
Bonita enseñanza…
Si fuéramos girasoles seríamos mejores personas, libres de envidias y maldad, y nos miraríamos los unos en los otros compartiendo energía y pensamientos. 
Así, todo sería como Dios desea...

jueves, 8 de febrero de 2018

Mujeres sufridas

Retrato de Bakhita Szent Jozefina.
Mujeres sufridas son, las que han sido humilladas, despreciadas, maltratadas, que han sido forzadas y violadas y que han sido martirizadas moral y físicamente hasta el sacrificio. Mujeres sufridas, mártires de la opresión de monstruos viles y miserables.
Santa Josefina Bakhita, religiosa. Nació en Sudán hacia 1869-72 y murió monja en Italia el 8 de febrero de 1947. Entre ambas fechas medió una trayectoria vital que demuestra cómo puede manifestarse la gracia de Dios en medio de las circunstancias más adversas. Se supone que vino al mundo en el seno de una familia musulmana —pero que practicaba la creencia animista—; su atribulada vida dio el primer giro importante cuando fue arrebatada a sus padres por unos traficantes de esclavos. Tenía seis o siete años de edad. Esclava no se acordaba ni de su nombre y empezó a ser llamada Bakhita, que en la lengua de sus secuestradores significaba 'Afortunada o Dichosa'. Pero por los primeros años de existencia que le tocó vivir, no era ni lo uno ni lo otro. Logró escapar durante un tiempo.
Volvió a ser capturada y fue vendida a un oficial turco y a su mujer, que la sometieron a un trato humillante. Empezó a ver la luz al final del túnel cuando su nuevo propietario, Carlo Lignano, a la sazón cónsul italiano en Jartum, decidió considerarla con humanidad y se la llevó a Italia una vez terminó su destino en Sudán.
En el Véneto empezó a descubrir la fe cristiana, unas monjas canosianas la acogieron en su convento y fue bautizada en enero de 1890 con el nombre de Josefina. Profesó votos en 1896 y fue destinada al convento de Schio, provincia de Vicenza, en el que permaneció —salvo un breve paréntesis de dos años— hasta su muerte, ejerciendo las labores más humildes: portera, cocinera, sacristana y enfermera de soldados. Fue beatificada en 1992 y canonizada en el 2000.

Fotografía: Dominio público. Vía Wikimedia Commons.

martes, 6 de febrero de 2018

Mensaje para la Cuaresma

Silueta de un hombre rezando.

Recojo y comparto el mensaje titulado «Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría» que está tomado de unas palabras del Papa en el Monte de los Olivos. En su mensaje para la Cuaresma, uno de los mensajes más esperados y que ha sido publicado este mediodía, el Papa Francisco ha denunciado a los «falsos profetas» que «engañarán a mucha gente hasta amenazar con apagar la caridad en los corazones, que es el centro de todo el Evangelio». ¿Y quiénes son estos falsos profetas? Son «encantadores de serpientes», asegura el Papa, que «se aprovechan de las emociones humanas para esclavizar a las personas y llevarlas adonde ellos quieren».

«Cuántos hijos de Dios se dejan fascinar por las lisonjas de un placer momentáneo, al que se le confunde con la felicidad. Cuántos hombres y mujeres viven como encantados por la ilusión del dinero, que los hace en realidad esclavos del lucro o de intereses mezquinos. Cuántos viven pensando que se bastan a sí mismos y caen presa de la soledad», se lamenta Bergoglio, quien también arremete contra los «'charlatanes' que ofrecen soluciones sencillas e inmediatas para los sufrimientos, remedios que sin embargo resultan ser completamente inútiles». Entre ellos, «el falso remedio de la droga, de unas relaciones de 'usar y tirar', de ganancias fáciles pero deshonestas», o «una vida completamente virtual» y sin sentido.

domingo, 4 de febrero de 2018

Sobre el cáncer

Voluntarios forman un corazón verde en el centro de una plaza.

«Día Mundial contra el Cáncer»: El día 4 de febrero fue instaurado en el año 2000 como Día Mundial del Cáncer con el objetivo de aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.

La Unión Internacional contra el Cáncer (UICC), de la cual es miembro la aecc, lidera la campaña mundial destinada a erradicar mitos y concepciones erróneas que aún existen sobre el cáncer y hace un llamamiento al compromiso para reducir el impacto que estas enfermedades tienen en la población, tanto a través de medidas de prevención y detección precoz, como de acceso a tratamientos y cuidados eficaces.

sábado, 3 de febrero de 2018

Hubo un tiempo

Hubo un tiempo en que…
Pensé que no podía, y no pude.
Creí que no sabía nada, y nada supe.
Pensé que no tendría fuerzas, y flaqueé.
Creí que era demasiado la carga, y me caí.
Subestimé mi capacidad, y no fui capaz.
Luego aprendí…
Que si creo que puedo, puedo.
Que sé más de lo que ni siquiera imagino.
Que tengo las fuerzas que decido tener.
Que no hay carga que mis hombros no puedan soportar.
Y que puedo llegar a dónde yo me lo proponga.