domingo, 11 de febrero de 2018

Habla un hijo especial

Con todo tu amor me esperabas;
anhelabas tanto tenerme, 
rodearme con tus brazos
y colmarme de atenciones.

Pensando en mi porvenir; 
me ves en la universidad. 
 Y soñándome feliz 
me acompañas al altar.

Pero hay otros proyectos:
Dios me hizo especial; 
para amar yo nací,
no puedo hacer el mal.

Mi cerebro está dormido  
y no me puedo expresar;
entiendo de sentimientos 
y de cariño de verdad.

A los ojos del mundo no seré nada
pero, a los ojos de Dios soy grande;
tengo un corazón noble.
La eternidad me pertenece.

No te avergüences de mí, mamá,
porque yo a ti te quiero;
aunque no pueda hablar 
lo gritaré al mundo entero.

¿Qué más puedo yo pedir?
Tenerte siempre a mi lado; 
no es un gesto de egoísmo,
eres mi luz y mi amparo.

Que nunca me falte, madre,
ni tu voz, ni tu presencia.
Sólo así podré vivir
con tu cariño y paciencia.

No hay comentarios :

Publicar un comentario