Para todos los públicos

Tiempos de vértigo: te percatas que todo va tan deprisa que no da tiempo de ver los pasos. Gracias que podemos consultar cualquier duda porque contamos con una herramienta muy valiosa, rápida y eficaz que nos pone al día de todo lo que podamos imaginar.

Internet ofrece más de lo que podamos pensar, está al alcance de todos y se ha convertido en una herramienta imprescindible para toda actividad laboral y de entretenimiento personal.

Las redes sociales van ganando terreno y ese amigo silencioso que te lleva y que te trae nos absorbe parte de nuestro tiempo, tiempo que nos ayuda a indagar, conocer, intercambiar y conectar con mundos variados y dispares, pero siempre abiertos al aprendizaje de nuevos conocimientos y curiosidades.

Mientras haya…

Mientras haya vida,

hay esperanza.

Mientras haya esperanza,

hay ilusión.

Mientras haya ilusión,

hay proyectos.

Mientras haya proyectos,

hay futuro.

Mientras haya futuro,

hay alegría.

Mientras haya alegría,

hay amor.

Muro de lamentos

Lamentos o lamentaciones, manifestación de dolor, pena o disgusto, expresión de una aflicción de dolor personal o colectivo. Exhortaciones a reconocer con sinceridad, de corazón, que los acontecimientos adversos que nos sobrevienen son, a menudo, la consecuencia ineludible de nuestras propias rebeldías. Fallamos por torpeza, por ignorancia, por orgullo, por soberbia y por maldad… Los lamentos de la inocencia dan lástima pero los lamentos de los malvados claman justicia, porque no hay lamentos que justifiquen acciones despreciables si antes no ha habido un arrepentimiento sincero.

Sabor de mar

La orilla del mar blanca

por esas olas bravías.

Espuma que envuelve la arena

bordando toda la orilla.

Los barcos van y vienen,

dejan una estela espumosa.

Surcan las aguas del piélago

buscando un lugar en la costa.

Mi mar, mi océano Atlántico,

lo veo desde mi ventana.

Las olas que van y vienen.

El color azul de sus aguas.

Olor a sal y mariscos.

Rugen en la orilla las olas,

baten contra las rocas

y suenan las caracolas.

Rodeada la tierra mía

de agua por todas partes,

no me deja salida alguna

para poder escaparme.

No me aparten de mi mar…

Me ahoga estar tierra adentro.

El mar me da libertad.

El mar me aporta el oxígeno.

Ya no soporto estar lejos;

no podría vivir sin mi mar.

Dejadme… sentir su brisa.

Dejadme… saborear su sal.