Mira, miro que nos miran.
Mira, nos están mirando.
No podemos ocultar
el fuego de enamorados.
Queremos que no se sepa,
no podemos ocultarlo.
Nuestros ojos nos delatan
porque hablan sin quererlo.
Mi cuerpo está temblando,
quiero correr a tus brazos
para fundirme en tu cuerpo
y llenarme con tus labios.
El corazón se acelera,
en mi pecho no me cabe.
Quiero gritarte ¡te quiero!
pero tengo que aguantarme.
Disimular no se puede
aunque la boca se calle.
Es la fuerza que nos une
por mucho que nos separen.
El amor es como el fuego
que arde sin consumir,
porque lo mantiene vivo,
la alegría de vivir.
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