lunes, 31 de julio de 2017

El baúl de los recuerdos

Una chica repasa sus recuerdos guardados en una maleta.


Durante nuestra vida vamos acumulando recuerdos que van quedando grabados en la memoria y recordar es una actividad sana. Es necesario abrir el baúl de los recuerdos y rememorar con alegría lo bueno vivido, para que en momentos bajos nos aleje la depresión y nos ayude a combatir el estrés, inyectando ilusión en el día a día. Está comprobado que se esté contento o se esté triste, esta actividad aparentemente improductiva pone en marcha el sistema de recompensa del cerebro y aumenta la motivación.

Como propone la letra de «El baúl de los recuerdos», de Karina, volver la vista atrás es bueno a veces y nos permite mirar hacia delante con menos temor. En especial si lo que sacamos del mítico baúl son recuerdos de los momentos agradables que hemos dejado atrás. Y es que este pasatiempo tan sencillo y aparentemente insustancial que hacemos de forma natural con cierta frecuencia es muy útil, porque nos ayuda a regular mejor las emociones, a alejar la depresión y nos hace más fuertes frente al estrés, como han demostrado varios estudios recientes.

sábado, 29 de julio de 2017

Antes de hablar mal de tu hermano

Antes de hablar mal de tu hermano, revísate primero.
Un maestro explicaba a sus alumnos la importancia de no criticar a nadie sin antes ver tus fragilidades, tus miedos y tus propias miserias humanas.
—Cuando mires a alguien con la intención de ver en él lo que tú quisieras que tuviera para poder criticarlo sin piedad, párate, revísate y busca en tu interior el porqué de esa necesidad. Verás que en tus carencias compites por destruir lo que admiras en tu adversario; adversario porque ya no lo miras con ojos de hermano, sino como alguien que impide que se te vea, por eso, todo lo bueno que le reconoces lo empañas para que su brillo se apague. Ojalá, siempre consigamos ver las cosas buenas de los demás, pero en verdad, cuando sentimos envidia miramos al hermano buscando defectos, aunque no los tenga. Intentamos descubrir una maldad, porque deseamos que sea peor que nosotros. Fingimos sentirnos heridos por él, porque creemos que por nuestra mala acción nunca seremos perdonados. Conseguimos herirlo con palabras duras afirmando que decimos la verdad, cuando cobardemente estamos ocultando la verdad para resaltar la mentira aniquiladora. Pero tú que actúas así, no te olvides que siempre que estés juzgando a tu hermano debes tener conciencia de que eres tú quien está en el tribunal.

Hay hermanos que se empeñan en destruir el horizonte señalado por sus padres y su buen nombre, pero alguien dijo: «Hermanos, como las ramas de un árbol crecemos en distintas direcciones, pero nuestra raíz continúa siendo la misma. Así la vida de cada una siempre será una parte fundamental de la otra».

miércoles, 19 de julio de 2017

La enemistad

Estatua de dos hombres dándose la espalda.


La enemistad es un sentimiento de odio o rechazo entre dos a más personas. Dicen que el roce hace el cariño, sí, pero también el roce destruye el cariño, lo vemos en la convivencia de parejas y de hermanos, y eso pasa en cualquier casa de vecino.

Entre hermanos, las rencillas y el encono se transforman en odio, unas veces se silencia y otras se ventila. Siempre son los que odian los que airean las desavenencias, interesadamente enfangan el relato con mentiras con el fin de dejar malamente a su víctima, y muchas veces la dejan tan dañada que no tiene ni opción de defensa.

lunes, 17 de julio de 2017

La piedra

Dos hermanos habían recibido como herencia dos terrenos y estaban maravillados, ya que, según los más viejos del lugar, esas tierras eran muy fértiles. El primer día que llegaron a sus huertos, se sentaron sobre una piedra y contemplaron el trozo de paraíso que les había tocado en suerte. Pasaban los días y ambos continuaban embelesados ante la tierra sin que nada brotase de ella. «¿Sería verdad lo que decían de esos terrenos o más bien se trataba de una leyenda?».
Harto de esperar, uno de los hermanos se levantó de la piedra y fue a comprar semillas, herramientas y lo necesario para labrar, mientras el otro seguía sentado. Pronto, las tierras del primero empezaron a dar cosechas tan abundantes que le hicieron prosperar, pero su hermano, que se sentía perjudicado en el reparto, no tardó en exigirle cambiar sus terrenos. Y éste le respondió:
No ves que tu tierra y la mía son iguales, pero mientras tú permaneces sentado pensando en lo que vendrá yo he trabajado duro para atraer la prosperidad.

Así es, muchos están sentados sobre una piedra simbólica (la vida sin demasiados problemas, un pasado mitificado…) pero quedarse largo tiempo así, no permite que sucedan nuevas cosas que ayudarán a cambiar positivamente nuestras vidas.

domingo, 16 de julio de 2017

Echar la vista atrás

Reflejo de un espejo retrovisor.


Para saber si ha merecido la pena vivir, solo tenemos que echar la vista atrás. Volver atrás ayuda a saber que si fuimos felices podemos volver a serlo. Hace tiempo que con el título «Una oda a la nostalgia» elmundo.es publicó un artículo, con la intención de demostrar los beneficios emocionales que reporta recordar para revivir y reavivar momentos inolvidables.

Yo no pongo en duda que habrá mucha gente que reniegue a volver la vista atrás, y la mayoría de ellas es, porque no se gusta en su pasado, pero allá cada cual... Mi pasado es mi vida y forma parte de mí. A continuación el mencionado artículo:

sábado, 15 de julio de 2017

El poder de las palabras

Un sabio maestro estaba dando una charla sobre el poder sagrado de la palabra ante un numeroso grupo, mostrándoles la gran influencia que puede tener en nuestra vida y en las de los demás. De repente, un hombre que estaba en la sala se levantó e increpó al orador:
—Todo lo que usted está contándonos no tiene ningún valor.
El maestro lo escuchó con respeto, pero sin que nadie pudiese sospecharlo, de pronto le respondió airado:
—¡Cállese y siéntese!
El aludido reaccionó soltando todo tipo de insultos y a punto estuvo de llegar a las manos.
En lugar de enfurecerse, el sabio se dirigió de nuevo al señor y le dijo:
—Perdóneme por haberle tratado así, sé que le he ofendido.
El rostro del interpelado cambió en pocos segundos y éstas fueron sus palabras:
—Acepto sus disculpas y reconozco que yo he sido quien ha provocado esta pelea, por no respetar su opinión.
El maestro sonrió y explicó sus razones:
—Sepa que he actuado así por un motivo. Sólo quería mostrar claramente el poder de las palabras. Con unas pocas lo enfadé y con otras, lo calmé.

Debemos ser sensatos, antes de hablar hemos de pensar que las palabras dejan huella, pueden influir positiva y negativamente. Pues, calmémonos y hablemos sólo cuando estemos sosegados y en paz.

miércoles, 12 de julio de 2017

Las dos cajas

Un buen día, alguien que me quiere bien, me sorprendió con uno de esos regalos que no te esperas, llegó a mi casa con dos cajas y me dijo:
—Pon todo tu dolor, tristezas y sufrimiento en esta caja negra. En la dorada, por el contrario, coloca sólo las alegrías y bendiciones que te da la vida.
De ese modo he procedido desde entonces, porque si quien me quiere, me lo aconsejó, seguro que era porque creía que eso me ayudaría a ser más feliz.
He ido llenando la caja negra de cosas negativas, de penas, tropiezos y decepciones. Por otro lado, el optimismo, la energía positiva, las risas y el amor han ido a parar, día tras día, a la caja dorada. Pero asombrosamente, mientras la caja dorada cada vez pesa más, la negra sigue igual de ligera. La curiosidad pudo conmigo y un día abrí la caja negra para saber cuál es la razón del misterio y descubrí que en el fondo había un agujero por el que se van colando dolores, penas y tristezas. Reflexioné y me hice esta pregunta: «¿A dónde habrán ido a parar todas estas cosas?». Y mi corazón me dio la respuesta: «No te hagas más preguntas y avanza con alegría fortalecida por la serenidad, el sosiego y el entusiasmo».
Pues eso, dejemos que se escape por el agujero negro lo negativo y viviremos más felices y en paz, porque, todo lo bueno que vayamos guardando en la caja dorada, (el corazón) nos dará las fuerzas necesarias para hacer frente a tantos infortunios que, sin esperarlo, se nos presenta. El mayor sufrimiento, la mayoría de las veces, nos lo provoca aquellos a quienes hemos ayudado y queremos.

viernes, 7 de julio de 2017

Las culpas

Un hombre arrodillado se lamenta.


Hay recetas para todo y sino vean… La escritora Idoia Berridi propone un método creado por ella misma: «La receta definitiva para combatir las culpas, las cargas y una autoestima por los suelos», son seis pasos para alcanzar la felicidad luchando contra nuestros propios fantasmas.

Los libros de autoayuda suelen ser esperanzadores para personas desesperadas y que han tocado fondo, y patrañas para los que están bien y todo les va bien. Frases como «sé feliz», «claves para el éxito», «cómo triunfar en el trabajo, en el amor, en la vida». Frases tan aparentemente llenas de contenido, solo parecen un eco cuando avistas el abismo.

jueves, 6 de julio de 2017

Los dos anillos

Un hombre, ya muy mayor falleció y, entre los bienes que dejó a sus dos hijos había un par de anillos. Uno lucía un diamante de muchos quilates y el otro era un sencillo aro de plata. El primogénito nada más ver ambas piezas, dijo:
—Como soy el hermano mayor, la sortija con el diamante me corresponde en herencia.
El hermano menor sin mostrar oposición alguna se conformó y se colocó el sencillo anillo de plata en uno de sus dedos. Días después, estaba jugueteando con él cuando, de repente vio la inscripción que había sido grabada dentro: «Esto también pasará».
El tiempo transcurrió y como sucede a todos los humanos, la vida les trajo alegrías y tristezas; momentos buenos y malos; fortuna e infortunio; placer y dolor. Y, mientras el hermano mayor no supo encajar los golpes ni aprovechar las bonanzas, empezó a desequilibrarse. Sin embargo el más joven que también se enfrentó a situaciones difíciles, tuvo siempre en mente la inscripción que su padre había grabado en el anillo: «Esto también pasará».
Ese lema le dio fuerzas, paz y serenidad para encarar la vida, sin dejarse arrastrar por estados de exaltación ni de depresión como le sucedía al primogénito, de modo que aquel mensaje secreto fue el mejor regalo que su padre le había hecho.

martes, 4 de julio de 2017

Vivir el presente

El joven, había escuchado decir a numerosas personas que el hombre más sabio del mundo vivía en un monte, por eso se encaminó hacia el lugar para poder conocerlo y pedirle consejo. Al llegar junto a él le dijo:
Me han comentado que eres muy sabio. Por favor, dime qué cosas puede hacer una persona como tú y que jamás, conseguirá el resto de los humanos.
El anciano lo miró fijamente a los ojos y le explicó:
Cuando estoy comiendo, simplemente como; cuando duermo cada noche, sólo duermo y cuando, como sucede ahora, hablo contigo, sencillamente hablo.
El hombre escuchó sorprendido la respuesta del sabio, pues esperaba consejos mucho más elevados, le respondió:
Pues, todo eso también lo puedo hacer yo y no soy un hombre sabio.
Y el anciano le replicó:
No, la gran diferencia está en que cuando tú duermes, recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que tendrás mañana; cuando comes, estás pensado en lo que harás más tarde. Y ahora, mientras charlamos, sólo estás pendiente de lo que me vas a preguntar en lugar de esperar a que yo termine de explicarte. Sabes, mi secreto no es otro que vivir plenamente el presente y disfrutar cada minuto del milagro de la vida.

Si vives el momento vives con el corazón sereno, porque en el momento presente no existe el pasado pesaroso ni el futuro incierto.