Quien tiene un amigo, tiene un tesoro.
Un amigo es aquel que llega cuando todo el mundo se ha ido…
Los buenos amigos son difíciles de encontrar, difíciles de dejar e imposibles de olvidar.
Tener un amigo es una gracia y un honor. Conservar un amigo es una virtud.
A los amigos es necesario recordarles que ellos son responsables de mantener encendida en cada uno de los miembros del grupo «el calor de la amistad» y de promover la unión entre todos, para que el fuego sea realmente eficaz y duradero, por eso, merece la pena recordarles que todos formamos parte de «la llama» y que lejos del grupo pierde su brillo.
Cuida tus amistades. Tenemos tendencia a tomarnos demasiado en serio el trabajo o las obligaciones del día a día, pero los lamentos de última hora más corrientes, se refieren a relaciones de amistad abandonadas y no a gestiones inacabadas.
Hay que entusiasmarse con todo lo que hacemos. Está claro que quienes más disfrutan de la vida son los que se entusiasman hasta con las cosas más pequeñas e insignificantes que hacen. Cultivando esta habilidad entre otras, podemos añadir la amistad y encontraremos paz y satisfacción.
La felicidad es un trayecto no un destino, en ese trayecto están los amigos que verdaderamente se ocupan y preocupan por ti. Por ellos, más de una vez te levantas y te sobrepones a las vicisitudes que vas encontrando en el camino, unas veces se presentan solas, otras veces te las ponen y otras te las buscas… No hay nada mejor que tener a un amigo del alma en quién confiar y en quién apoyarte para compartir tus pensamientos y emociones.
Dicen… Que los hermanos no son amigos y los amigos sí son hermanos, porque siendo diferentes te entienden, te animan, te ayudan en momentos difíciles. Te ofrecen su hombro para apoyarte y te abrazan para alentarte. Son pacientes y tolerantes. Te cuidan, te miman y te llenan de paz.
Los buenos amigos están siempre dispuestos y sin medida, porque lo verdadero nace y sale del corazón y… al cariño… se le quiere…
Un amigo del alma vale más, que pariente ni primo.
AMIGO
Un amigo es un hermano.
Hermano de corazón.
Los encuentras en el camino
como enviados por Dios.
Amigo que me enjugaste,
mis lágrimas de dolor
y me sostuvo tu hombro
cuando fuerzas me faltó.
Te alegras de mi fortuna.
Me ofreces aliento y calor.
Tu sonrisa es un bálsamo
embriagado de tu amor.
Amigo… ¡te canto amigo!
Mi alma es tu canción.
Tú te ofreces sin medida.
Para ti mi corazón.
A veces llamamos amigos a conocidos en lugares ocasionales o en encuentros puntuales. Pues en esas relaciones esporádicas de encuentros casuales, es donde pueden darse mayores desencuentros, malos entendidos y recelos ya que al no conocerse en profundidad a la persona, puede hacernos caer en el error de ver lo que no hay e interpretar lo que no ha habido. La confianza es la puerta de entrada, si no confiamos en las personas no podemos abrirnos a la amistad. Lo peor que podemos hacer es estar pendiente de miradas, gestos y reacciones, y si dudo de algo, pregunto directamente a la persona, sin intermediarios que ahí, es donde se tergiversa todo. No hay nada mejor que cuando teniendo una duda, preguntar, así consigues disipar dudas y encontrar la tranquilidad. Tampoco hay que cortarse por tener que pedir disculpas y perdón. Pedir perdón es lo más difícil, pero a la vez tiene el poder sanador.
No hay nada más gratificante que poder liberarte de cargas pesadas, porque la duda y el rencor te corroen la existencia y el alma.
PERDÓN
«Perdón» es una palabra
que lleva semilla milagrosa.
Lima asperezas y rencores
y devuelve la fraternidad hermosa.
Nunca mantengas rencores…
Eso te produce daño.
Te roba vivencias y alegría.
La soberbia es un engaño.
Todos nos equivocamos.
Todos cometemos errores,
que nos conducirán
por los caminos mejores.
por los caminos mejores.
Perdón es esa palabra
que nunca debe faltar
en la relación diaria…
Vivir, gozar y amar.
Perdón es esa palabra
que recupera el amor.
Si a alguien he ofendido…
Quiero pedirle ¡PERDÓN!
Fotografía: Hartwig HKD, cc.
No hay comentarios :
Publicar un comentario