Que se expresen libres las voces.
Voces que callan las guerras.
Guerras que siembran tragedia,
desolación, hambre y pobreza.
Pueblos ricos hacen armas
para a los pobres venderlas.
Impunemente se matan
sembrando odio y miseria.
Los pueblos claman al mundo.
Su voz las bombas ahogan.
A los mismos que las venden
suplican que les socorran.
El mundo oye las voces,
aquellas que le interesa.
Donde vislumbra riqueza.
Donde controlar fronteras.
La hipocresía de los Gobiernos
esa, es la que a mí me enerva.
Estrategias de despachos
que a la vida menosprecia…
¡Por favor! pido clemencia
para el que sufre la guerra.
Que no se derrame más sangre,
que se marchita la tierra.
El clamor de tantos pueblos
está llamando a la puerta.
Piden oler a flores y no a pólvora.
Quieren su tierra viva, no muerta.