jueves, 30 de enero de 2020

¿Muerto o solo herido?

Esta es la historia de un rico propietario de una plantación y su siervo, Amos. El Sr. Stafford era aficionado a la caza. A menudo llevaba a Amos con él para que recobrara los patos después de haberlos abatido. El Sr. Stafford no conocía a Dios; pero Amos era un cristiano entregado que oraba cada día y cantaba himnos mientras trabajaba, y el Sr. Stafford siempre que tenía la oportunidad se burlaba de la fe de Amos. Y esa mañana no era distinta a las otras... 
No sé por qué lees la Biblia y crees toda esa palabrería religiosa —dijo el Sr. Staflord mientras navegaban en el bote de remos—. ¿Qué provecho sacas? No creo en Dios y soy el hombre más rico del condado. Tú, en cambio eres cristiano y no tienes nada.
Es verdad, Sr. Stafford. Pero tengo a Dios que cuida de mí —, respondió Amos. 
¿Qué Dios hace eso? —inquirió el Sr. Stafford. 
Amos se limitó a sonreír. El Sr. Stafford continuó: 
Y otra cosa. Te quejas por el modo en que el diablo siempre te pone a prueba. En cambio a mí, nunca me molesta. Explícame eso...
Amos remó y acercó el bote a la orilla. 
Cuando usted sale a cazar patos, Sr. Stafford, ¿cuáles me pide que recupere primero los que están heridos o los que están muertos? 
—Anda, los que están heridos, claro; todavía pueden levantar el vuelo. 
—Pues lo mismo sucede con usted y yo, Sr. Stafford. El diablo me tienta porque sabe que yo todavía puedo levantar el vuelo. Usted es un pato muerto; ya no tiene que preocuparse por si se va o no. 

"El Señor se aleja de los malvados, pero atiende a la oración de los justos". Proverbios 15:29

miércoles, 29 de enero de 2020

La zorra y la cabra

Una zorra cayó en un profundo pozo del que no podía salir. Al día siguiente llegó al lugar una cabra sedienta y viendo a la zorra dentro del agujero le preguntó si el agua era buena. Ésta, ocultando su verdadero problema, se deshizo en elogios para con el agua, afirmando que era excelente e invitando a la cabra a descender y probarla. Sin pensárselo dos veces, la cabra saltó al pozo y después de saciar su sed, le preguntó intrigada a la zorra cómo harían para salir de allí. Ésta, muy astuta, dijo: 
Hay una manera. Apoya tus patas delanteras contra la pared y alza bien arriba tus cuernos, luego yo subiré por tu cuerpo y una vez consiga llegar afuera, te ayudaré a salir. 
La cabra sin saber de sus malas intensiones siguió sus indicaciones. La zorra trepó hábilmente por la espalda y los cuernos de su compañera y pudo salir del pozo, pero, en vez de cumplir con lo prometido se alejó corriendo del lugar. Cuando la cabra le reclamó que cumpliera con su parte, oyó a la zorra que le gritaba a lo lejos: 
¡Oye, socia, si tuvieras tanta inteligencia como pelos en tu barba, no habrías bajado al pozo sin pensar antes en cómo salir después! 
No nos podemos fiar de todos los que nos rodean... Si no queremos que nos pase lo mismo que a la cabra, antes de tomar una decisión debemos valorar por nosotros mismos los pros y los contras, porque no sabemos qué malas intenciones se retuercen en el corazón del otro. 

martes, 28 de enero de 2020

El zorro y el tigre

Un enorme tigre que cazaba en los bosques húmedos de China se topó una mañana con un pequeño zorro y no dudó en ir a atacarlo para poder disfrutar de un buen almuerzo. Sin embargo, el zorro, alertado del peligro, decidió recurrir a su mejor y única opción: la astucia.
¡Pero, cómo te atreves a atacarme! ¿Acaso no sabes quién soy—, increpó el zorro al tigre muy enfadado.
 —¿Quién eres?—, preguntó el felino sorprendido. 
Soy el rey de los animales por designio del emperador del cielo—, exclamó. 
Y añadió: 
Si no me crees, ruego que me acompañes y no te separes de mi lado, así podrás comprobar tú mismo cómo todos los animales huyen atemorizados al verme llegar. 
Como no tenía nada que perder, el tigre decidió acompañarlo y, en efecto, pudo observar cómo los animales que se encontraban a su paso escapaban. No había dudas, el zorro no le había mentido, realmente era el rey, así que decidió respetar su jerarquía y lo dejó marchar. Pero lo que nunca supo el tigre fue que los animales no habían huido por miedo al zorro, sino por su propia presencia. 
Esto nos enseña que, en muchas ocasiones la inteligencia y la astucia resultan mucho más útiles que el mero poderío físico o la fuerza aparente.

sábado, 25 de enero de 2020

Aprender de la tristeza


Cuando la tristeza invade nuestro cerebro... La tristeza es una de las emociones más básicas del ser humano. Es esa sensación que nos embarga por infinitos motivos, que nos apaga y nos obliga a mirar hacia nuestra propia introspección en busca de razones y explicaciones, dice la psicóloga, Valeria Sabater.

jueves, 23 de enero de 2020

El engaño...

El engaño del ladrón inglés. En 1818 el ladrón inglés apodado, Capitán Rayo, escapó de la justicia inglesa y huyó a Estados Unidos. Allí inició su vida encubierta practicando la medicina, tomando el nombre de Doctor John Wilson. Para que no lo reconocieran las autoridades, llevaba puestos tres trajes encima, lo cual le ayudaba a cubrir una pierna deforme lo hacía verse más grande. 
Al estar al borde de la muerte, el hombre pidió a sus amigos que lo enterraran sin quitarle la ropa. Pero esa petición no podía cumplirse puesto que el cuerpo debía prepararse para ser sepultado apropiadamente. Cuando falleció y su cuerpo fue llevado a la funeraria, el empleado quedó sorprendido al descubrir en el cuerpo sin vida del llamado Dr. John Wilson, cicatrices de viejas heridas y una pierna atrofiada, las cuales eran características para identificar al ladrón inglés. 
Posteriormente, la revisión en la casa del fallecido Dr. Wilson reveló las sospechas, al encontrar en un escondite el botín de relojes, joyas y diamantes por el cual era buscado. El comisario pudo reconocer que el doctor era en realidad, el Capitán Rayo, un ladrón disfrazado que durante años los engaño a todos. 

Hay mentiras que pueden permanecer ocultas durante años y al pasar el tiempo se llegan a creer que es verdad. Pero debemos ser conscientes que tarde o temprano siempre la verdad saldrá a luz. 
Mentir produce en la mente del ser humano un remordimiento. Ese remordimiento puede desencadenar en cambios emocionales bruscos o en la depresión. 
Es muy probable que hayamos ocultado o estemos ocultando verdades durante años. Quizás lo hemos hecho para no dañar a un ser querido o porque estamos sabedores que la verdad destruirá nuestro hogar o aquellas personas que tanto amamos. También puede ser que llevados por envidias, vayan sembrando injurias y calumnias para desacreditar y destruir el prestigio de un ser querido, que con esa actuación se ve que no le quiere nada… Pero, entre más tiempo se sostenga la mentira, más dura serán las consecuencias al descubrirse la verdad. 
Tal vez ninguno de nosotros está exento de haber practicado la mentira piadosa. Otra cosa es cuando hay intención de hacer daño. Siempre que hacemos valer la verdad, hemos experimentado un gran alivio emocional, es como un respiro para nuestra alma, como una carga que ha sido quitada de encima. 
En el propósito del que miente puede haber bondad o maldad. Dios lo ve todo y lo sabe todo y nos da la oportunidad de corregir los errores, por tanto el que va con injurias puede reconstruir lo que fue destruido con la mentira; restituir la verdad y buscar el perdón. Eso les ayudará a vivir con la conciencia tranquila y tener una vida sana emocionalmente.

miércoles, 22 de enero de 2020

Sobre el llanto


El llanto es una acción que está limitada a los humanos, totalmente común y aceptada, pero que generalmente no nos detenemos a cuestionar, y consiste en derramar lágrimas a causa de la experimentación de una determinada emoción. 

Se ha definido al llanto como un complejo fenómeno secreto-motor, que permite al aparato lagrimal segregar lágrimas sin afectar las estructuras oculares, y hoy en día sabemos que hay una conexión neuronal entre las áreas del cerebro vinculadas a las emociones y la glándula lagrimal. ¿Por qué lloramos?

martes, 21 de enero de 2020

La hormiga y el lirio

Había una hormiga que dedicaba su vida a trabajar y nada más levantarse, ya tenía planificado lo que tenía que hacer. Un día fue a buscar comida a un estanque que estaba alejado del hormiguero. Al llegar allí vio un precioso lirio que acababa de florecer. Se acercó y le dijo: 
Hola, eres una flor preciosa... pero, ¿qué flor eres? 
A lo que la flor respondió: 
Soy un lirio, gracias, ¿y tú? 
—Soy una hormiga. 
Y, ese fue el inicio de una amistad. Pasaron el día charlando, pero al anochecer tuvieron que separarse prometiendo que se reencontrarían al día siguiente. De regreso a casa, la hormiga pensó que admiraba al lirio: «Mañana le diré que me encanta su forma de ser». 
Al día siguiente, la hormiga vio que no había trabajado nada y todo estaba por hacer, así que no pudo acudir a la cita. Tampoco cumplió su palabra 24 horas después, porque amaneció con mucho viento y lloviendo. Al tercer día se despertó muy temprano y corrió al encuentro de su amigo el lirio, pero con gran tristeza lo vio muerto en el suelo, y nunca más pudieron mantener otra conversación ni mostrarse el gran aprecio que sentían mutuamente. 
A veces, por cualquier circunstancias dejamos de decirle a las personas que queremos y apreciamos lo importante que son para nosotros, pensando que ya tendremos tiempo de decirselo y puede suceder que no tengamos otra oportunidad para decírselo... Por eso, no esperes a mañana para decir a tus seres queridos lo importantes que son para ti. 

domingo, 19 de enero de 2020

Voy a seguir...


Desde que llegamos a la vida descubrimos el amor a través del amor que nuestros padres nos brinda con sus atenciones, sus desvelos, su paciencia, su entrega… El amor de nuestros padres despierta en nosotros el amor. Todo lo que nos separe del amor incondicional a los padres se interpondrá entre nosotros y los demás, por tanto, el amor se aprende y se repara con los padres. 

sábado, 18 de enero de 2020

Un padre y sus dos hijas

Había un padre que tenía dos hijas de las que se sentía muy orgulloso. A una la había casado con un hortelano y a la otra, con un fabricante de ladrillos. Hacía tiempo que no iba a visitarlas, por lo que un día decidió dedicarles una jornada entera. Cuando llegó a casa de la que había formado una familia con el agricultor, le preguntó qué tal iban las cosas. Y ella le respondió: 
Todo va de fábula, pero si tengo un deseo es que llueva todos los días para que a las verduras del huerto no les falte nunca riego suficiente. 
El padre la abrazó deseándole que su sueño se cumpliera y continuó su camino hasta llegar a casa de la otra hija, a la que también preguntó por su estado. Y ella le contestó: 
La verdad es que no podemos quejarnos, sólo pediría que haga sol cada día para que los ladrillos sequen bien. 
El padre anheló que su petición se hiciera realidad, pero al momento se dio cuenta de que si se cumplía lo que una deseaba, la otra sería infeliz. Muy desconcertado, miró al cielo y exclamó: «Si una pide lluvia y la otra sol, ¿por cuál de las dos debo rogar?». 
Esta adaptación de una fábula de Esopo nos enseña que, por mucho que nos empeñemos, es imposible intentar complacer y quedar bien con todo el mundo.

viernes, 17 de enero de 2020

Adiós a un amigo


“Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va…” Así dice la canción y lleva toda la razón. Cuando una persona querida se va nos deja un gran vacío.

miércoles, 15 de enero de 2020

Quizás sí...

SONRÍO, SUEÑO, AMO, COMPARTO…

Quizás sí… Si agregamos un toque de amor a las cosas que hacemos o decimos, trayendo gozo a aquellos que nos rodean con una simple sonrisa. 
Quizás sí... Si cada día hacemos un esfuerzo por ser mejores, más cuidadosos y agradables, y entendiéramos que entre todos podemos hacer un mundo mejor. 
Quizás sí... Si nos maravilláramos con la diminuta semilla, que al ser plantada en el suelo crece hasta asombrarnos con su belleza. 
Quizás sí... Si pudiéramos ver que en las pequeñas cosas que llenan la tierra, está el milagro más grande del mundo. 
Quizás sí... Si sintiéramos que cada flor, cada árbol, cada niño, son pruebas más allá de toda duda, de un poder más grande que nosotros. 
Quizás sí... Si pudiéramos valorar el día y la noche, el viento que sopla, los alimentos que nos da la tierra. 
Quizás sí... Si entendiéramos esos pequeños milagros, nos daríamos cuenta que la felicidad es algo que brota de nuestra paz interior y que nada tiene que ver con lo que hay "afuera".

domingo, 12 de enero de 2020

Un acto de generosidad

Un sabio que tenía fama de ser el hombre más generoso del lugar fue a visitar a su rey. Paseando por los jardines tras el encuentro, observó a un criado mientras se disponía a comer su plato con la ración diaria de comida y un trozo de pan. Al momento, se acercó un perro olisqueando al criado con cara de hambre y el buen hombre le dio su pedazo de pan, que devoró en un visto y no visto. Como vio que seguía mirándolo, también le ofreció toda la comida. El sabio se acercó al sirviente y le preguntó: 
¿Sólo le dan a usted la ración que le acaba de regalar al perro? 
A lo que el humilde servidor respondió: 
Sí, eso es todo lo que nos reparten. 
Admirado por el gesto, el visitante continuó interrogando al criado en estos términos: 
¿Y por qué se ha quedado usted sin comer? 
Su explicación fue ésta: 
El animal ha venido de fuera y, como hay que ser hospitalario con los visitantes, he pensado que tendría hambre. Al ver que no tenía suficiente con el pan, también le he dado el plato de comida. 
El sabio al ver este acto de generosidad, pidió que nunca más volvieran a considerarle a él el hombre más generoso sino al criado.
La verdadera generosidad no es dar lo que te sobra, sino dar lo que al otro le hace falta, aunque eso fuese imprescindible para tu propia vida.

sábado, 11 de enero de 2020

Sobre el silencio


La palabra silencio procede del latín 'silentium' y hace referencia a la abstención de hablar o a la ausencia de ruido. El silencio también es un recurso paraverbal que puede utilizarse en medio de una comunicación. En este sentido, puede distinguirse entre el silencio objetivo (la ausencia de sonido sin otra connotación) y el silencio subjetivo (la pausa reflexiva o llevada a cabo para acentuar lo dicho anterior o posteriormente).

viernes, 10 de enero de 2020

Lo que es, es

Cuentan que un maestro estaba acabando una clase con sus discípulos, cuando uno de los alumnos le preguntó: 
Maestro, ¿unas últimas palabras de sabiduría que pueda transmitirnos? 
—Podrán superar casi cualquier dificultad recordando dos simples frases—, respondió el sabio. 
¿Y cuáles son esas dos frases, maestro? 
—La primera: lo que es, es. La segunda: lo que no es, no es—, contestó. 
Ante la sorpresa de los alumnos, que mostraban caras de estupefacción y de no entender mucho lo que acababa de decirles, el maestro prosiguió a dar una explicación. 
Son muchos los que malgastan su tiempo concentrándose en lo que no es, es decir, habitan en cosas que no son reales. Si algo es real, si es, ya se trate de un noble sentimiento o un resentimiento como la ira o un hecho objetivo como un descenso en los negocios, es una pérdida de tiempo desear que no lo sea. Lo que podemos hacer si algo es real, es aceptarlo tal como es, y después decidir si queremos emplear la energía necesaria en intentar modificarlo. Si decidimos hacerlo, entonces habrá que poner toda esa energía en las acciones a emprender. Esto es básicamente todo lo que hace falta para tener éxito en la vida, en las relaciones y en los negocios—, así concluyó el sabio su lección magistral.

Eso es verdad: Conversaciones, amistades, relaciones, cualquier cosa forzada no vale la pena. Lo que fluye, fluye, lo que se bloquea, se bloquea. Lo que es, es...

miércoles, 8 de enero de 2020

Entenderse

La riquísima complejidad de la comunicación humana… 
Porque entre lo que se piensa, lo que se quiere decir, lo que se cree decir, lo que se dice, lo que se  quiere oír, lo que se oye, lo que crees entender, lo que entiendes, existen nueve posibilidades de no entenderse. 
Cada vez que dos interlocutores intercambian significados, intercambian lo que dicen y lo que muestran en la comunicación no verbal, y lo que dicen está fundamentado por lo que piensan y sienten, aliñado por lo que opinan de sí mismos y del otro, y del tema que les ocupa. 
Este entramado puede llevar a malentendidos, sí. Y también hacer de cada encuentro un rico crisol de entendimientos. 
Si tengo en claro lo que pienso y siento, eso me sirve para elaborar un mensaje claro. Y lo que pienso del tema hace que me comprometa en desarrollarlo ampliamente o en desestimarlo si no vale la pena o no es oportuno o necesario. 
Si mi opinión del otro ayuda a considerarlo un interlocutor válido, debo escucharlo desde el compromiso y la apertura. Sólo hace falta comunicarse con claridad, honestidad y atención... 
Sin juzgar ni intentar cambiar al otro. 
Aceptando, validando. 
Eligiendo qué decir y cómo decirlo. 
Preguntando para entender. 
Disfrutando del encuentro con verdad y sinceridad. 
Multiplicando las posibilidades de entenderse.
No es fácil entenderse cuando no se quiere escuchar, 
y menos, cuando esperan que digas lo que quieren escuchar. 

martes, 7 de enero de 2020

Receta de año nuevo

INGREDIENTES:
FAMILIA: es aquí donde todo comienza…
AMIGOS: nunca deben faltar.
RABIA: que pase rápido y no perdure.
PACIENCIA: la mayor cantidad posible.
LÁGRIMAS: secarlas todas.
SONRISAS: las más variadas.
PAZ: en gran cantidad.
PERDÓN: muchísimo y de diversas maneras.
ENEMIGOS: de ser posible, ninguno.
ESPERANZA: no perderla jamás.
CORAZÓN: mientras más grande, mejor.
AMOR: se puede abusar.
CARIÑO: muy importante.
SUEÑOS E ILUSIONES: no deben faltar.

MODO DE PREPARAR:
Reúnete a menudo con tu familia y amigos.
Olvídate de los momentos de rabia y desesperación pasados.
Si necesitas, usa toda tu paciencia.
Seca las lágrimas y sustitúyelas por sonrisas.
Junta la paz y el perdón y ofrécelo a tus enemigos.
Deja que la esperanza crezca en tu corazón.
Agregar a la mezcla anterior, todo el amor y el agradecimiento,
y muchísimo cariño.
Poco a poco ve incorporándole a la receta, tus sueños y tus ilusiones.
Al final, encomiendas todo a Dios que sabe la verdad de cada corazón
y Él proveerá...

lunes, 6 de enero de 2020

Pedí lo mismo que Gloria

"El regalo que yo quiero"

Yo no deseo un regalo
que se compre con dinero.
He de pedir a los Reyes
algo que aquí no tengo:
pido dones de alegría
y la canción de un jilguero,
y la flor de la esperanza
y una fe que venza al miedo.
Pido un corazón muy grande
para amar al mundo entero.

Yo pido a los Reyes Magos
las cosas que hay en el cielo:
un vestido de ternura,
una cascada de besos,
la hermosura de los ángeles,
sus villancicos y versos,
y una sonrisa del Niño.
El regalo que yo quiero...  Gloria Fuertes 

Los regalos que pide Gloria son los mejores regalos;
son los verdaderos regalos,
los que nos llenan de la auténtica felicidad...

Deseo que los Reyes Magos les hayan dejado en el balcón
a todos los seguidores de este blog,
todas las Bendiciones y toda la Felicidad del mundo...
Y un lápiz para dibujar sonrisas.
Y una goma que borre lágrimas.
Que si lloran que sea de risa.
Si tienen hambre que sea de vivir.
Si tienen que perder que sea el miedo.
Y que si son felices que sea para siempre...
Que les traigan todo lo que necesiten
y se lleven todo lo que les reste humanidad:
pero recordar
que la risa, la ilusión, la felicidad y la esperanza
están dentro de ti, y eso,
no hay Rey ni Mago que lo traiga...

¡FELIZ DIA DE REYES! Salud, Amor y Paz para todos...

domingo, 5 de enero de 2020

Conflicto generacional

Con motivo de una conferencia en la que se debatía a fondo el tema de las diferencias generacionales, se pudo escuchar a un joven un tanto engreído mientras le explicaba a un señor mayor cuál era el motivo, según él, de que los viejos no entendieran a los de su generación: 
Ustedes crecieron en un mundo muy diferente al nuestro. Hemos pasado de una época primitiva a otra moderna.
Le soltó al pobre anciano sin pensar si podría ofenderlo, y para argumentar dicha afirmación, el presumido jovenzuelo continuó con estas palabras: 
Los jóvenes de hoy hemos crecido con televisión, Internet, teléfonos móviles, aviones supersónicos, viajes al espacio. Vivimos el auge de la energía nuclear y hemos empezado a conducir coches eléctricos, y nuestros ordenadores procesan a la velocidad de la luz..
El anciano permaneció en silencio antes de responderle así:
Hijo mío, tienes toda la razón. Nosotros no tuvimos esas cosas, así que ¡las inventamos! Y tú, ¿qué estás haciendo para la próxima generación? 
El joven se quedó sin saber qué decir mientras todo el público aplaudía. 
Esta historia debería hacernos reflexionar sobre lo mucho que debemos agradecer a quienes nos precedieron, por todo lo que nos han legado con su sacrificio, esfuerzo y trabajo.

sábado, 4 de enero de 2020

Benito Pérez Galdós

 


Hoy nos queda el recuerdo de un hombre íntegro e intachable, un faro de potentes destellos en un escenario poblado de ciegos. Con las primeras luces de un día temprano del primer mes del año 1920, en medio de una brutal ventisca, un agudo grito de dolor rasgó la madrugada, se marchaba un grande de España. Un canario universal. Hoy 4 de enero de 2020 hace 100 años que duerme la pluma, pero su voz nadie la podrá callar.

Benito Pérez Galdós nació en Las Palmas de Gran Canaria el 10 de mayo de 1843 - Madrid, 4 de enero de 1920 (77años). Hijo de Sebastián Pérez, teniente coronel del Ejército y de Dolores Galdós. Desde niño fue aficionado a la música, al dibujo y a la literatura.

Benditos sean...

Benditos sean los que llegan a nuestra vida en silencio, con pasos suaves para no despertar nuestros dolores, ni despertar nuestros fantasmas, ni resucitar nuestros miedos.

Benditos sean los que se dirigen con suavidad y gentileza, hablando el idioma de la paz para no asustar a nuestra alma.

Benditos sean los que tocan nuestro corazón con cariño, nos miran con respeto y nos aceptan enteros con todos nuestros errores e imperfecciones.

Benditos sean los que pudiendo ser cualquier cosa en nuestra vida, escogen ser generosidad.

Benditos sean esos iluminados que nos llegan como un ángel, como flor o pajarito, que dan alas a nuestros sueños y que, teniendo la libertad para irse, escogen quedarse a hacer nido.

La mayoría de las veces llamamos a estas personas ‘amigo’”. Edna Frigato.


jueves, 2 de enero de 2020

Antigua plegaria hebrea

Que tus despertares te despierten. 
Y que al despertarte el día que comienza te entusiasme. 
Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del sol que se filtran por tu ventana en cada nuevo amanecer. 
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino. 
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque ‘solo’ se trate de pan y agua. 
Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterio y fantástico equilibrio interno. 
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos. 
Y que tus brazos, abracen. 
Y que tus besos, besen. 
Y que los atardeceres te sorprendan y que nunca dejen de maravillarte. 
Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer por la tarea satisfactoria realizada durante el día. 
Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos. 
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de las cosas con su precio. 
Y que no te creas más que nadie, porque, solo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza. 
Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio, y que, si fuésemos realmente valientes, bailaríamos y cantaríamos de alegría al tomar conciencia de ello. Como un pequeñísimo homenaje al misterio de la vida que nos acoge, nos abraza y nos bendice.

Las plegarias son oraciones para rogar o suplicar que se nos conceda algo que necesitamos o deseamos. Y al comienzo de un nuevo año los deseos se multiplican. Deseos para las personas que nos quieren y queremos, y para nosotros mismos. Siempre tenemos deseos de conseguir algo o de que se materialicen...

Te deseo tanta  suerte como gotas tiene la lluvia.
Tanta salud como rayos tiene el sol
y tanta felicidad como estrellas hay en el cielo. 
Que todo lo que llegue sea mejor de lo que buscas, 
dure más de lo que esperas 
y te haga más feliz de lo que puedas imaginar.

Que tu corazón siempre conserve lugar para que las cosas bellas florezcan, 
porque siempre hay flores en el mundo para quien lleva un jardín en el alma... 

miércoles, 1 de enero de 2020

Termina un año y nace otro

Gracias Padre, por todo cuanto me diste en el año que termina.
Gracias por los días de sol y días nublados tristes;
por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y la enfermedad por las penas y las alegrías.
Gracias por todo cuanto me prestaste y luego me pediste.
Gracias Señor por la sonrisa amable y por la mano amiga,
por el amor, por todo lo hermoso y por todo lo dulce.
Por las flores y las estrellas, por la existencia de los niños y de las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes, las dificultades y las lágrimas.
Por todo lo que me acercó a Ti…
Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y sustento.
¿Qué me traerá el año que empieza?
Lo que Tú quieras Señor.
Pero te pido FE para mirarte en todo,
ESPERANZA para no desfallecer
y CARIDAD para amarte cada día más y para hacerte amar.
Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad.
Dame Señor, lo que Tú sabes que me conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas
y que me halle siempre dispuesta a hacer tu Santa Voluntad.
Derrama Señor tu gracia sobre todos los que amo y me aman,
también sobre los que me desprecian y calumnian
y concede tu paz al mundo entero… Amén

¡¡FELIZ 2020!!