sábado, 11 de enero de 2020

Sobre el silencio


La palabra silencio procede del latín 'silentium' y hace referencia a la abstención de hablar o a la ausencia de ruido. El silencio también es un recurso paraverbal que puede utilizarse en medio de una comunicación. En este sentido, puede distinguirse entre el silencio objetivo (la ausencia de sonido sin otra connotación) y el silencio subjetivo (la pausa reflexiva o llevada a cabo para acentuar lo dicho anterior o posteriormente).

Si conociéramos los beneficios del silencio lo buscaríamos más a menudo... Vivimos en un mundo ruidoso y molesto, donde el silencio es cada vez más difícil de conseguir. Esto puede afectar a nuestra salud y repercutir negativamente sobre nuestro cuerpo. Existen razones científicas que explican por qué el silencio es bueno y beneficioso para el cerebro y permite a las personas sentirse menos estresado, más centrado y más creativo. 

La exposición al ruido ambiental tiene efectos adversos sobre la salud de la población. Sin embargo, constantemente llenamos nuestros oídos con música, sonidos de la televisión, las noticias de radio y muchos otros sonidos provenientes del ambiente y algunos que creamos en nuestras cabezas. ¿Cuántos momentos del día pasamos en silencio total? Probablemente muy pocos, y necesitamos buscar momentos de silencio. 

El silencio alivia el estrés y la tensión… Además de que los ruidos fuertes elevan los niveles de estrés, perjudican la audición y la salud en general. De acuerdo a un artículo inédito del 2004, escrito por el psicólogo ambiental Dr. Craig Zimring, la contaminación acústica ha dado lugar a la presión arterial elevada y el aumento de la frecuencia cardíaca. El ruido innecesario puede causar malestar y pérdida de sueño, argumentó la enfermera y activista social británica del siglo 19, Florence Nightingale. 

Así como demasiado ruido puede causar estrés y tensión, las investigaciones han demostrado que el silencio tiene el efecto contrario: libera el estrés y la tensión del cerebro y el cuerpo. Según un estudio del 2006 publicado en la revista “Heart”, basado en los cambios en la presión arterial y la circulación sanguínea en el cerebro, dos minutos de silencio es más relajante que escuchar dos minutos de música “relajante”. 

El silencio vuelve a llenar nuestros recursos mentales… El silencio en nuestro cerebro nos permite restaurarnos. Cuando se agotan los recursos de atención que se encuentran en la parte prefrontal del cerebro, la persona se distrae, se encuentra mentalmente fatigada y pasa a tener dificultades para concentrarse, tomar decisiones, resolver problemas o generar nuevas ideas. 

Pero de acuerdo con la teoría de la restauración de la atención, el cerebro puede restaurar sus recursos cognitivos limitados cuando estamos en ambientes con niveles más bajos de información sensorial de lo habitual. En el silencio o en la tranquilidad de caminar solos en la naturaleza, por ejemplo, el cerebro puede bajar la guardia sensorial, por así decirlo. 

En el silencio, podemos aprovechar la red en modo automático del cerebro. La red en modo automático del cerebro se activa cuando nos permitimos soñar despiertos, meditar, fantasear sobre el futuro o simplemente dejar que nuestras mentes viajen, vuelen, fluyan... 

Cuando el cerebro está inactivo, podemos aprovechar a darle paso a los pensamientos, emociones, recuerdos e ideas. La participación de esta red nos ayuda a darle sentido a nuestras experiencias, a ser más creativos y a reflexionar sobre nuestros propios estados mentales y emocionales. El silencio es una forma de llegar hasta allí. 

La tranquilidad puede regenerar las células del cerebro… El silencio puede hacer crecer al cerebro. De acuerdo a un estudio de 2013, publicado en la revista Brain, donde se compararon diferentes tipos de ruidos, dos horas de silencio diario permiten el desarrollo de nuevas células en el hipocampo (una región del cerebro asociada con el aprendizaje, la memoria y las emociones). 

Además, la investigación estableció que el silencio puede ser terapéutico para enfermedades como la depresión y el Alzheimer, que se asocian con la disminución de la regeneración de neuronas en el hipocampo.

Hay mucha gente que no podrían estar entre el silencio simplemente porque no tienen la conciencia tranquila; sus pensamientos les atormenta y sus oídos le chillan... 

Un día comprendí que el silencio dice más que mil palabras, que tomar una mano no significa atar un corazón, que no se debe correr detrás de alguien que siempre huye de ti, que el amor te lo deben demostrar no se debe mendigar, que alguien a quién queremos sólo se le puede desear toda la felicidad del mundo. 

Hay silencios cargados de palabras. Hay silencios de palabras por decir. Hay momentos de silencio tan llenos de sentido que ninguna palabra podrá describirlos…

Fotografía: Internet

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