miércoles, 8 de enero de 2020

Entenderse

La riquísima complejidad de la comunicación humana… 
Porque entre lo que se piensa, lo que se quiere decir, lo que se cree decir, lo que se dice, lo que se  quiere oír, lo que se oye, lo que crees entender, lo que entiendes, existen nueve posibilidades de no entenderse. 
Cada vez que dos interlocutores intercambian significados, intercambian lo que dicen y lo que muestran en la comunicación no verbal, y lo que dicen está fundamentado por lo que piensan y sienten, aliñado por lo que opinan de sí mismos y del otro, y del tema que les ocupa. 
Este entramado puede llevar a malentendidos, sí. Y también hacer de cada encuentro un rico crisol de entendimientos. 
Si tengo en claro lo que pienso y siento, eso me sirve para elaborar un mensaje claro. Y lo que pienso del tema hace que me comprometa en desarrollarlo ampliamente o en desestimarlo si no vale la pena o no es oportuno o necesario. 
Si mi opinión del otro ayuda a considerarlo un interlocutor válido, debo escucharlo desde el compromiso y la apertura. Sólo hace falta comunicarse con claridad, honestidad y atención... 
Sin juzgar ni intentar cambiar al otro. 
Aceptando, validando. 
Eligiendo qué decir y cómo decirlo. 
Preguntando para entender. 
Disfrutando del encuentro con verdad y sinceridad. 
Multiplicando las posibilidades de entenderse.
No es fácil entenderse cuando no se quiere escuchar, 
y menos, cuando esperan que digas lo que quieren escuchar. 

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