El llanto es una acción que está limitada a los humanos, totalmente común y aceptada, pero que generalmente no nos detenemos a cuestionar, y consiste en derramar lágrimas a causa de la experimentación de una determinada emoción.
Se ha definido al llanto como un complejo fenómeno secreto-motor, que permite al aparato lagrimal segregar lágrimas sin afectar las estructuras oculares, y hoy en día sabemos que hay una conexión neuronal entre las áreas del cerebro vinculadas a las emociones y la glándula lagrimal. ¿Por qué lloramos?
La ciencia nos aporta algunas de las explicaciones:
Las teorías van desde lo más simple, como las que sostienen que es una simple reacción física al dolor, hasta otras más complejas que vinculan el fenómeno a un tipo de comunicación no verbal que intenta describir un determinado estado de ánimo (particularmente uno en el que se intenta llamar la atención o solicitar la ayuda de otros), o a un propósito bioquímico de eliminación de toxinas del cuerpo o para liberar el estrés.
¿Llorar es bueno o malo? Un estudio de la Universidad Queensland de Australia, realizado por un grupo de psicólogos intentaron encontrar alguna respuesta.
Según los expertos que han realizado el estudio es probable que la visión sobre llorar que tiene cada uno, esté influenciada por sus creencias y expectativas sobre el llanto.
Llorar en público puede ser una situación que resulte embarazosa para alguna gente, pero para otra, podría llegar a ser una muestra de sensibilidad y de cercanía para con las demás personas más que algo de lo que avergonzarse. A lo largo del tiempo se han estudiado los efectos que tiene el llanto en los humanos, incluso se ha llegado a descubrir que puede ser un truco que ayuda al organismo a perder peso.
Ahora, un grupo de psicólogos de la Universidad de Queensland (Australia) ha elaborado un estudio sobre lo que motiva el llanto y lo que provoca este. Según han escrito Leah Sharman y su equipo, autores de dicho trabajo, y que ha recogido BBC, "la frecuencia con la que una persona se pone a llorar, cómo se siente después y si esto le ayuda a sobrellevar un evento emocional" es "probable que esté influenciada por sus creencias y expectativas sobre el llanto, el contexto social y la experiencia pasada".
Varios tipos de creencias: Los investigadores en primer lugar, presentaron preguntas abiertas a un pequeño grupo de voluntarios para después crear un conjunto de 40 posibles cuestionarios que se distribuyeron 'online' a dos grupos de más de cien voluntarios cada uno. En ellos se abordaban ideas como "después de llorar, siento una liberación emocional" o "llorar rodeado de los demás me hace sentir vulnerable", a los que posteriormente los encuestados añadirían una valoración indicando, con un número de entre el uno y el siete, su conformidad o no con las cuestiones planteadas. Con estas cifras los voluntarios calificaron su acuerdo o desacuerdo con las ideas que les plasmó la investigación, y gracias a ellas, los expertos pudieron especificar que hay tres tipos principales de creencias sobre el llanto…
Llorar en privado es útil: Muchas personas estuvieron de acuerdo con declaraciones como "llorar me ayuda cuando me siento abrumado" o "a la larga, sé que me sentiré mejor porque he llorado". Los participantes tendían a estar en desacuerdo con la idea de que llorar en privado no ayuda por lo que parece que la creencia es que llorar solo es poco probable que te cause mucho daño, e incluso que puede ser útil.
Llorar en público no sirve de nada: afirmaron algunas respuestas como "me da vergüenza cuando lloro con personas que no son mis amigos o familiares" y "me siento juzgado cuando lloro con mis compañeros de trabajo". En diversos estudios se ha determinado que las personas que lloran en público en ocasiones son juzgadas como menos competentes, y en otras ocasiones hasta se les ha definido como manipuladoras. Sí, hay gente que utilizando las lágrimas de cocodrilo chantajean emocionalmente para que empaticen con su drama y crean, a través de su falso dolor, todas las mentiras y falsedades que atribuyen a otras personas.
Otros conclusión que deja el estudio. Las personas que estaban más en contacto con sus emociones, que las expresaban más y eran más dependientes de otros para recibir apoyo personal, eran las que solían considerar que es beneficioso llorar, tanto en privado como público. Por otro lado, las personas que creían que el llanto no es útil también eran las que aseguraban estar menos en contacto con sus emociones.
Yo no hablo de lágrima fácil, pero creo que llorar cuando estamos tristes es algo natural y que funciona como una válvula de escape que ayuda a aliviar los pesares. Por eso se dice que llorar es bueno para la salud, ya que el llanto hace que se liberen dos clases de hormonas llamadas opiáceas y oxitocina que funcionan como anestesia natural y tienen la capacidad de paliar el dolor, y también nos ayuda a eliminar las toxinas que se van acumulando en el organismo a causa del estrés y en cierto modo nos brinda tranquilidad y relajación.
Con las lágrimas expresamos alegría y emoción, pero son más comunes en los malos ratos. Son más un símbolo de angustia y dolor, y en esos momentos resulta muy necesario llorar.
Según los expertos, llorar es beneficioso para la visión. Las lágrimas tienen la capacidad de evitar la deshidratación de las membranas mucosas de los ojos. Se debe a que los lubrica y los mantiene perfectamente humectados, lo cual resulta útil para mantener la vista en perfectas condiciones.
Pueden matar algunas bacterias. Las lágrimas tienen la capacidad de matar ciertas bacterias en cuestión de minutos, ya que contienen un poderoso fluido llamado lisozima. De esta manera nos protegen de algunos gérmenes que provocan, por ejemplo, los resfriados, entre otras afecciones.
Ayudan a reducir el estrés. Este líquido que derraman los ojos es muy semejante al que segrega el cuerpo cuando sudamos. Por lo tanto, ayuda a expulsar los altos niveles de estrés. Además, cuando lloramos se estimula la producción de endorfinas. Estas son conocidas como las hormonas de la felicidad.
Mejoran el estado de ánimo. Llorar es bueno, ya que cuando lo hacemos se eliminan grandes cantidades de manganeso, lo cual nos ayuda a calmar el «mal genio». Los altos niveles de manganeso dentro del organismo hacen que se generen estados de:
Profunda fatiga. Irritabilidad. Depresión. Ansiedad. Y otros desórdenes que pueden afectar gravemente la estabilidad emocional de cualquier persona.
"No es impropio el llanto en las grandes almas, antes bien indica el consorcio fecundo de la delicadeza en sentimientos con la energía de carácter": dijo, Pérez Galdós.
Y, Ovidio: "El alma descansa cuando echa sus lágrimas; y el dolor se satisface con su llanto".
Fotografía: tobbo
Fotografía: tobbo
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