miércoles, 22 de mayo de 2019

El buho y la lechuza

Un día de primavera una lechuza volaba y sobre las ramas de un frondoso árbol descansaba un búho muy conocido en la zona por su inmensa sabiduría.
¿A dónde vas con esas prisas?— preguntó el búho. 
Me estoy mudando al este—, contestó la lechuza.
¿Y por qué te mudas?— inquirió el búho intrigado. 
Me voy porque la gente de aquí es demasiado estúpida y vulgar. No les gusta mi graznido y, a causa de ello, no tengo más que problemas con todo el mundo que conozco. Por eso quiero trasladarme a otro lugar, para no volver a ver más a personas tan desagradables.— Replicó la lechuza. 
Tras esta explicación, el búho sabio le dijo:
Cambiar de lugar siempre va bien y si quieres hacerlo, pues adelante, pero debes saber que, aunque te vayas al este o al oeste dará lo mismo, porque a la gente de allí tampoco le gustará tu graznido. 
Grande error, pensar que cuando las cosas no funcionan bien es suficiente con cambiar el rumbo. Creyendo que el problema está fuera de nosotros, culpamos a las personas o a las circunstancias, y no es así. Cuando tú eres el problema, el problema irá contigo a dónde quiera que vayas y producirás el malestar a los que encuentres en tu camino.
Recuerda, por más que sustituyas cosas en el exterior, no funcionará, porque la verdadera clave del cambio está en ti, en tu forma de ser y proceder.

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