Sonrío: Aunque la vida me golpee, aunque no todos los amaneceres sean hermosos, aunque se me cierren las puertas. Sonrío.
Sueño: Porque soñar no cuesta nada y alivia mi pensamiento, porque quizás mi sueño pueda cumplirse, porque soñar me hace feliz.
Lloro: Porque llorar purifica mi alma y alivia mi corazón, porque mi angustia decrece, aunque solo sea un poco. Porque cada lágrima es un propósito de mejorar mi existencia.
Amo: Porque amar es vivir, porque si amo, quizás reciba amor. Porque prefiero amar y sufrir, que sufrir por no haber amado nunca.
Comparto: Porque al compartir crezco, porque mis penas, compartidas, disminuyen y mis alegrías se duplican.
Sonrío, sueño, lloro, amo, comparto... ¡Vivo!
Y por ello doy gracias a Dios, por un día más.
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