domingo, 25 de noviembre de 2018

Maltratador

Ilusionada y feliz 
un día me casé contigo; 
prometiéndonos amor, 
felicidad y cariño. 

Pronto se desplomaron 
las alegrías y los sueños; 
mi vida ya no era mía, 
pasó a tener otro dueño. 

En monstruo te convertiste, 
feroz y sin sentimientos. 
Me acosas a todas horas 
hasta quitarme el aliento. 

Tus manos que acariciaban 
ahora son látigos de fuego; 
y tu mirada enfurecida 
en ojos que eran luceros. 

La boca que me besaba 
y susurraba ¡te quiero! 
Grita ahora enloquecida. 
Todo ahora son desprecios. 

En el hombre amoroso 
una bestia se ocultó;
me atormenta su presencia,    
es un ser sin compasión.   

Agoniza mi esperanza 
atrapada en un infierno 
y mi casa es la cárcel 
con verdugo y prisionero. 

¡Liberadme, por piedad! 
de esta fiera que desprecio. 
El miedo ya me acobarda 
y escaparme,  ya no puedo.

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