Secretos inconfesables
Nadie te conoce mejor que tú mismo, por eso tienes el poder de ocultar lo que no quieres que se vea de ti y presentas la imagen que más te conviene para caer bien y te acepten, con lo cual, eres perfectamente consciente de tus actos y como juez de ti mismo te estás reprobando, y si por tus actitudes no te gustas, en lugar de forzar y aparentar lo que no eres, mejor esfuérzate por cambiar tu proceder. Cuando se manipula la personalidad, más tarde o más temprano terminará por caer la máscara. Mostrarte como eres, con tus defectos y virtudes, es la manera más sincera de mostrarte a los demás.
La ciencia asegura que todo el mundo guarda varios secretos. Hasta las personas más transparentes y sinceras se reservan información que no quiere que sepa el resto. Y no lo decimos nosotros, sino un estudio publicado en la 'National Library of Medicine' de Estados Unidos. Los investigadores de la pesquisa han clasificado un total de 13.000 cosas inconfesables, resultado de entrevistar a 1.000 participantes, a los que se les pidió que contasen las confidencias que guardaban para ellos mismos.
Tras revisar todas las respuestas, se crearon 38 categorías que incluían todos. Por ejemplo, si tu secreto es que has robado, este secreto se incluye en la categoría "robo". Estas son algunas de las clases:
Daño a otra persona. Consumo de drogas. Hábito - adicción. Robo. Acto ilegal. Autolesiones. Aborto. Trauma. Mentira. Traicionar la confianza. Deseo romántico. Descontento romántico. Pensamientos extra-relacionales. Infidelidad emocional. Infidelidad sexual. Descontento social (no gustar a un amigo) Trampa en el trabajo. Mal rendimiento en el trabajo. Propuesta de matrimonio (planificación). Sorpresa. Hobby. Relación oculta. Datos o hechos familiares. Enfrentamientos familiares. Embarazo. Orientación sexual. Comportamiento sexual. No tener relaciones sexuales. Creencia o ideología. Finanzas. Empleo (trabajo secreto). Ambición. Comportamiento inusual…
Los autores del experimento llegaron a la conclusión de que cada uno de nosotros podemos guardar hasta 13 secretos. Todos ellos están incluidos en la lista anteriormente mencionada, y al menos 5 de esos 13 nunca se los hemos contado a nadie.
¿Qué es lo que más se esconde? El estudio determinó que un 60% de las personas oculta una mentira sobre sus finanzas, un 47% sobre una violación de la confianza, mientras que un 33% tiene un secreto relacionado con un robo, relación oculta o descontento en el trabajo.
Guardar información no es bueno para nuestra salud mental, pues los expertos aseguran que pesa sobre nosotros, incluso cuando estamos seguros de que nunca los sabrá nadie. Lo curioso de los secretos es que se trata de cuestiones que buscan ser expulsadas de la mente, por eso el hecho de contárselo a alguien tiene efectos beneficiosos para el que los revela. No obstante, en el fondo, salvaguardar ciertas informaciones es un elemento clave en las relaciones humanas, que no tiene otro objetivo que protegerlas.
Lo que esconde tu pareja. Un estudio anterior, realizado por la Universidad de Tennessee (EEUU), se centró en los secretos de pareja. Los investigadores señalaron que el miedo a herir la sensibilidad del otro, ganarse una reprobación o debilitar los lazos de confianza son las principales causas que están detrás de estas omisiones.
Según la investigación, el porcentaje de personas que reconoce estar guardando un secreto importante a sus cónyuges supera el 25%, mientras que el 60% de las parejas lo ha hecho en algún momento de la relación.
Las infidelidades no son el secreto más común, sino aquellos relacionados con las finanzas, la situación profesional o familiar y con el pasado. La promiscuidad en la juventud, las cuentas bancarias secretas para hacer pagos sin que el otro lo sepa o las opiniones negativas de familiares cercanos sobre la pareja son las informaciones que se omiten con más asiduidad.
¿Quién guarda más secretos? En primer lugar, se encuentran los homosexuales, “personas que por motivos de discriminación se han acostumbrado a ser mucho más celosas de su intimidad, evitando revelar ciertos aspectos de su vida por el miedo a ser rechazados". Las mujeres son más propensas a mantener secretos que los hombres. Las personas casadas serían las siguientes en incurrir en estas actitudes, seguidas de aquellas pertenecientes a minorías étnicas. Pero, “No hay secreto que el tiempo no revele”.
La persona segura de sí misma no teme mostrarse con sus debilidades, pero, un secreto deja de serlo desde que lo compartes con alguien. “A quien dices un secreto das tu libertad”. Un secreto te ata a la persona a quien se lo has confiado, pero la indiscreción puede saltarse la confianza. Decía, Beethoven: “No confíes tu secreto ni al más íntimo amigo; no podrás pedirle discreción si tú mismo no la has tenido”.
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