Se han marchitado las flores,
perdieron su lindo encanto.
Se evaporaron los olores,
sus colores se esfumaron.
Mira que eran hermosas…
Su belleza tan serena…
Por perfectas y por colores
parecían ser eternas.
Las flores son como el alma:
su belleza está en la vida.
La flor marchita, muere,
el alma permanece viva.
La flor que llevamos dentro
entrelazada en el alma;
se proyecta como luz
y se refleja en la cara.
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