Nadie es dueño de tu felicidad, por eso no entregues tu alegría, tu paz, tu vida en las manos de nadie, absolutamente a nadie.
Somos libres, no pertenecemos a nadie y no podemos querer ser dueños de los deseos, de la voluntad o de los sueños de quien quiera que sea.
La razón de tu vida eres tu mismo.
Tu paz interior es tu meta en la vida.
Cuando sientas un vacío en el alma, cuando creas que aún te está faltando algo aun teniéndolo todo, guarda tus pensamientos para tus deseos más íntimos y busca la divinidad que existe en ti.
¡Deja de situar tu felicidad cada día más distante de ti!
No coloques el objetivo demasiado lejos de tus manos, abraza a los que están a tu alcance hoy.
Si andas preocupado por problemas financieros, amorosos o de relaciones familiares, busca en tu interior la respuesta para calmarte, tú eres el reflejo de lo que piensas diariamente.
¡Deja de pensar mal de ti mismo y sé tu mejor amigo, siempre!
Sonreír significa aprobar, aceptar, facilitar. Entonces, habrá una sonrisa para aprobar el mundo que quiere ofrecerte lo mejor.
Con una sonrisa en el rostro, las personas tendrán la mejor impresión de ti, y tú estarás afirmando para ti mismo, que estás «próximo» a ser feliz…
Trabaja, trabaja mucho a tu favor.
Deja de esperar la felicidad sin esfuerzos.
Deja de exigir de las personas aquello que ni para ti has conquistado aún.
Antes de criticar, mírate primero a ver en qué tienes que cambiar.
Y no te olvides nunca de agradecer. Agradece todo lo que está en tu vida, en cada momento, inclusive el dolor.
Nuestra comprensión del universo, aún es muy pequeña para juzgar lo que quiere que sea en nuestra vida.
La grandeza no está en recibir honores, está en ofrecer lo mejor de ti mismo.
Aristóteles. 360 A.C.
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lunes, 30 de junio de 2014
domingo, 29 de junio de 2014
Las cuatro velas
Cuatro velas se estaban consumiendo lentamente. El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo entre ellas. La primera dijo:
—¡Yo soy la Paz! A pesar de mi luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.
Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.
La segunda dijo:
—¡Yo me llamo Fe! Infelizmente soy superflua para las personas, porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.
Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y ésta se apagó.
En voz baja y triste la tercera vela se manifestó:
—¡Yo soy el Amor! No tengo más fuerzas que quemar. Las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas. Se olvidan hasta de aquellos que están a su alrededor.
Y también se apagó.
De repente entró una niña y vio las tres velas apagadas…
—¿Qué es esto? Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.
Y la cuarta vela, habló:
—No tengas miedo niña. Estando yo encendida, podemos encender las otras velas.
Entonces la niña tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que estaban apagadas.
¡Que la vela de la Esperanza nunca se apague dentro de nosotros!
—¡Yo soy la Paz! A pesar de mi luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.
Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.
La segunda dijo:
—¡Yo me llamo Fe! Infelizmente soy superflua para las personas, porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.
Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y ésta se apagó.
En voz baja y triste la tercera vela se manifestó:
—¡Yo soy el Amor! No tengo más fuerzas que quemar. Las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas. Se olvidan hasta de aquellos que están a su alrededor.
Y también se apagó.
De repente entró una niña y vio las tres velas apagadas…
—¿Qué es esto? Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.
Y la cuarta vela, habló:
—No tengas miedo niña. Estando yo encendida, podemos encender las otras velas.
Entonces la niña tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que estaban apagadas.
¡Que la vela de la Esperanza nunca se apague dentro de nosotros!
sábado, 28 de junio de 2014
Cómo se mide la vida
La Vida no se mide anotando puntos, como en un juego.
La vida no se mide por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros.
No se mide según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas en casa sólo.
No se mide según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número de personas con quienes has salido, ni por si no has salido nunca con nadie.
No se mide por las personas que has besado.
No se mide por la fama de tu familia, ni por el dinero que tienes, ni por la marca de coche que conduces, ni por el lugar donde estudias o trabajas.
No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que seas, ni por la marca de ropa y de zapatos que llevas, ni por el tipo que música que te gusta.
La vida, simplemente, no es nada de eso…
La vida se mide según a quién amas y según a quién dañas.
Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.
Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.
Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como un arma.
Se trata de lo que se dice y lo que se hace, sea dañino o benéfico.
Se trata de los juicios que formulas, por qué los formulas y a quién o contra quién los comentas.
Se trata de a quién no le haces caso o ignoras adrede.
Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza.
Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas.
Pero por la mayor parte, se trata de sí usas la vida para alimentar el corazón de los demás.
Se trata de que tú y solo tú escoges la manera en que vas a relacionarte con los demás, en la sintonía y armonía de las buenas relaciones, es dónde está toda la riqueza del sentido de vivir y del cómo se mide la vida.
La vida no se mide por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros.
No se mide según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas en casa sólo.
No se mide según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número de personas con quienes has salido, ni por si no has salido nunca con nadie.
No se mide por las personas que has besado.
No se mide por la fama de tu familia, ni por el dinero que tienes, ni por la marca de coche que conduces, ni por el lugar donde estudias o trabajas.
No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que seas, ni por la marca de ropa y de zapatos que llevas, ni por el tipo que música que te gusta.
La vida, simplemente, no es nada de eso…
La vida se mide según a quién amas y según a quién dañas.
Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.
Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.
Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como un arma.
Se trata de lo que se dice y lo que se hace, sea dañino o benéfico.
Se trata de los juicios que formulas, por qué los formulas y a quién o contra quién los comentas.
Se trata de a quién no le haces caso o ignoras adrede.
Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza.
Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas.
Pero por la mayor parte, se trata de sí usas la vida para alimentar el corazón de los demás.
Se trata de que tú y solo tú escoges la manera en que vas a relacionarte con los demás, en la sintonía y armonía de las buenas relaciones, es dónde está toda la riqueza del sentido de vivir y del cómo se mide la vida.
viernes, 27 de junio de 2014
El tazón de madera
El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía juntos en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían que el alimento no llegara correctamente a la boca. Los guisantes se le caían de la cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel, en fin, que el hijo y la nuera se cansaron de la situación:
—Tenemos que hacer algo con el abuelo —dijo el hijo—. Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo, no aguanto más…
El matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Allí en el rincón apartado, el abuelo comía solo y triste mientras el resto de la familia disfrutaban el tiempo de la comida. Como el abuelo había roto algunos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.
Aunque de vez en cuando miraban hacia el rincón donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida. El niño de cuatro años observaba todo en silencio.
Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba en el suelo jugando con trozos de madera a los que intentaba darle forma. El padre sintió curiosidad y le preguntó dulcemente:
—¿Qué estás haciendo? —Con la misma dulzura el niño le contestó:— Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá, para que cuando yo crezca ustedes coman en ellos.
Sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas, y aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa, por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse cuando la cuchara se caía, ni cuando la leche se derramaba o cuando el mantel se ensuciaba.
No hagas lo que no quieras para ti, porque la conciencia no perdona.
jueves, 26 de junio de 2014
España es… Pues sí
Por Ángel Ayuda Giménez.
Nací en Asturias, por la gracia de Dios. Mi lengua materna es el asturiano (o, como lo denominan los listos y los finos, el «bable»). En mi aldea, los únicos que hablaban español cuando yo era pequeño, allá por los años 70 del siglo pasado, eran el cura y el maestro. Los del pueblo «hablábamos mal» o «no sabíamos hablar» o, simplemente, éramos aldeanos y hablábamos como tales. Los asturianos nos avergonzábamos de nuestra propia lengua y algunos todavía se avergonzarán hoy. Allá ellos. Yo me siento tremendamente orgulloso de ser asturiano y de hablar asturiano siempre que tengo ocasión; o sea, cuando estoy con asturianos y sé que me van a entender. No se me ocurre hablar asturiano con murcianos o con castellanos, porque sería una ridícula falta de educación y de sentido común.
miércoles, 25 de junio de 2014
Muere Ana María Matute
«No es suficiente una vida para escribir todo lo que quisiera».
Muere Ana María Matute, narradora de historias, testigo mágico de la literatura en España.
Artículo escrito por Luis Alemany el 25/06/2014 en la edición digital de elmundo.es.
martes, 24 de junio de 2014
536 años de la Fundación de la ciudad de Las Palmas
Por Teo Mesa.
Nuestra ciudad, El Real de Las Palmas, como así se llamó en sus orígenes fundacionales, sigue cumpliendo afortunados años. Ahora lo hace con la cifra indicada de 536 años del aniversario de su digna vetustez, desde que tuvo su semilla embrionaria el 24 de junio de 1478. Solo fue un arranque fortuito, porque su origen es la construcción de un campamento militar, que serviría de soporte logístico para la conquista total de la isla de Gran Canaria. Hecho histórico que aconteció en el año 1483. El asalto militar de la invasión de esta isla, con el siguiente propósito de anexionarse las demás islas Canarias, fue la primera de las gestas de ultramar que llevaran a cabo la recién iniciada monarquía de los Reyes Católicos (1469).
domingo, 22 de junio de 2014
Nada es absoluto
Un pobre, pero muy sabio, anciano chino estaba trabajando en el campo con su hijo, cuando éste se acercó a él muy triste:
—¡Padre, que desgracia tan grande, se nos ha escapado el caballo!
Lejos de compadecerlo, el anciano le respondió:
—¿Por qué le llamas desgracia? Esperemos a ver qué sucede.
A los pocos días, el caballo había regresado y venía acompañado de otro. Rápidamente, el muchacho fue a ver a su padre y le dijo:
—Qué suerte hemos tenido. Ahora tenemos dos caballos.
Pero el anciano, enigmático como siempre, le respondió:
—¿Por qué crees que hemos tenido suerte? Esperemos.
El joven quiso montar el nuevo caballo y, no estando acostumbrado a llevar jinete lo tiró al suelo rompiéndole la pierna.
—Padre, qué desgracia, me he roto la pierna —se lamentaba.
Y su progenitor le dijo:
— ¿Por qué? Esperemos a ver qué sucede.
El joven lo entendió todo cuando, a la semana siguiente pasaron por el pueblo soldados enviados por el rey para reclutar tropas y al verlo en tan lamentable estado, lo dejaron en casa.
Y es que no hay nada absoluto, lo que creemos bueno puede convertirse en malo y viceversa.
Sólo hay que confiar en que las cosas suceden con un fin positivo en nuestras vidas.
—¡Padre, que desgracia tan grande, se nos ha escapado el caballo!
Lejos de compadecerlo, el anciano le respondió:
—¿Por qué le llamas desgracia? Esperemos a ver qué sucede.
A los pocos días, el caballo había regresado y venía acompañado de otro. Rápidamente, el muchacho fue a ver a su padre y le dijo:
—Qué suerte hemos tenido. Ahora tenemos dos caballos.
Pero el anciano, enigmático como siempre, le respondió:
—¿Por qué crees que hemos tenido suerte? Esperemos.
El joven quiso montar el nuevo caballo y, no estando acostumbrado a llevar jinete lo tiró al suelo rompiéndole la pierna.
—Padre, qué desgracia, me he roto la pierna —se lamentaba.
Y su progenitor le dijo:
— ¿Por qué? Esperemos a ver qué sucede.
El joven lo entendió todo cuando, a la semana siguiente pasaron por el pueblo soldados enviados por el rey para reclutar tropas y al verlo en tan lamentable estado, lo dejaron en casa.
Y es que no hay nada absoluto, lo que creemos bueno puede convertirse en malo y viceversa.
Sólo hay que confiar en que las cosas suceden con un fin positivo en nuestras vidas.
sábado, 21 de junio de 2014
Salvado por el ingenio
Un hombre al que todos tenían en buena consideración fue culpado injustamente del asesinato de una mujer. El verdadero criminal era un hombre muy poderoso y había movido todos los hilos para buscar un cabeza de turco de su horrendo acto. El falso culpable fue llevado a juicio sin dilación y pocos confiaban en que fuese declarado inocente.
Tal era la influencia del poderoso asesino que hasta compró al juez, quien dispuso todo para mantener las apariencias de un juicio justo. Así, el magistrado dijo al encausado:
—Dejaremos en manos del Señor tu destino. Escribiremos en dos papeles las palabras «culpable» e «inocente». Tú escogerás uno y será Dios quien decida.
El mal juez había preparado una trampa: en ambos papeles escribió «culpable», de modo que nada importaría cual fuese la elección.
Llegado el momento de la verdad, el hombre ante el asombro de todos los que allí estaban presentes, cogió unos de los papeles y se lo tragó. Cuando el juez, indignado, le preguntó cómo sabrían el veredicto, respondió:
—Es muy sencillo, solo hay que leer el papel que queda para saber qué ponía el que me tragué.
Y es que, por más difícil que nos parezca una situación, siempre hay una salida.
viernes, 20 de junio de 2014
El labrador y sus hijos
Un viejo labrador, que había estado toda su vida trabajando sus tierras y sacando el mejor fruto de ellas, empezó a notar que sus fuerzas flaqueaban. Por eso, temiendo que sus hijos abandonarían los campos una vez que él desapareciera de este mundo, pensó un plan para que, sin darse cuenta, acabaran cuidándolos. Los reunió en torno a su cama y les dijo:
—Queridos hijos, presiento que mi fin se está acercando. Os encargo que vayáis a las viñas y excavéis hasta encontrar algo que escondí para vosotros para cuando yo ya no esté.
Creyendo que lo que había ocultado era un valioso tesoro, los hermanos no perdieron ni un segundo y corrieron a las tierras. Allí, cavaron durante horas y horas, de una punta a la otra del terreno, pero no encontraron ni rastro de lo que ellos buscaban, llegando a la conclusión de que su padre había perdido la razón.
Transcurrieron unos meses y, cuando unos de los hermanos pasó por los campos, vio que de las cepas empezaban a colgar racimos llenos de jugosas uvas que podrían vender a muy buen precio.
Así se dieron cuenta de que el tesoro del que habló su padre y que ellos buscaban, se hallaba en los frutos de la tierra cultivada con esfuerzo.
—Queridos hijos, presiento que mi fin se está acercando. Os encargo que vayáis a las viñas y excavéis hasta encontrar algo que escondí para vosotros para cuando yo ya no esté.
Creyendo que lo que había ocultado era un valioso tesoro, los hermanos no perdieron ni un segundo y corrieron a las tierras. Allí, cavaron durante horas y horas, de una punta a la otra del terreno, pero no encontraron ni rastro de lo que ellos buscaban, llegando a la conclusión de que su padre había perdido la razón.
Transcurrieron unos meses y, cuando unos de los hermanos pasó por los campos, vio que de las cepas empezaban a colgar racimos llenos de jugosas uvas que podrían vender a muy buen precio.
Así se dieron cuenta de que el tesoro del que habló su padre y que ellos buscaban, se hallaba en los frutos de la tierra cultivada con esfuerzo.
jueves, 19 de junio de 2014
¿Zanahoria, huevo o café?
Una niña estaba muy preocupada porque las cosa nunca le salían como ella deseaba y, cuando parecía que había solucionado un problema, surgía otro y otro y otro. El padre, que era cocinero, se la llevó a al restaurante donde trabajaba y, mientras ella le contaba lo mal que le iba todo, llenó tres ollas con agua y las puso a hervir. En una de ellas, colocó zanahoria, en otra huevos y en la tercera, granos de café. Mientras la niña lo miraba con cara de extrañeza porque no entendía nada, el chef sacó el contenido de sus ollas y los dispuso en tres recipientes distintos. De inmediato, la pequeña, muerta de curiosidad, preguntó a su padre:
—¿Qué significa esto?
A lo que el padre respondió:
—La zanahoria era fuerte, pero al salir del agua hirviendo se ha vuelto blanda, débil. El huevo ha pasado de ser frágil y quebradizo a duro. Los granos de café han logrado incluso cambiar el gusto del agua. Y bien, hija, ¿cuál de estas tres cosas crees que eres tú?
Y, al ver que ella no sabía qué responder, le dio la clave:
—¿Eres una zanahoria que aunque pareces dura, pierdes la entereza ante el dolor o la adversidad? ¿Eres, más bien como el huevo, que posees un corazón fluido pero te podrías endurecer tras una muerte, una separación o un despido? O ¿Eres como un grano de café, capaz de hacer que las cosas mejoren cuando el agua hierve, o sea, cuando todo nos va mal?
miércoles, 18 de junio de 2014
Eres lo que posees
Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario e irónicamente manda preparar una bandeja llena de basura y desperdicios. En presencia de todos hace entregar el presente, que es recibido con alegría por el agasajado.
Gentilmente, el agasajado agradece y pide que le espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza. Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores y la devuelve con un papel, donde dice:
«CADA UNO DA LO QUE POSEE»
Así que, no te entristezcas con la actitud de algunas personas, no pierdas tu serenidad, porque la rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.
Gentilmente, el agasajado agradece y pide que le espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza. Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores y la devuelve con un papel, donde dice:
«CADA UNO DA LO QUE POSEE»
Así que, no te entristezcas con la actitud de algunas personas, no pierdas tu serenidad, porque la rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.
martes, 17 de junio de 2014
El árbol de los problemas
Un carpintero había estado todo el día trabajando en una vieja granja. La jornada ya empezó mal porque se le rompió la sierra eléctrica y tuvo que repararla, lo cual le hizo perder más de una hora. Pero cuando se disponía a regresar a su casa, se encontró con otro imprevisto: el motor de su furgoneta se negaba a arrancar.
El hombre estaba tan angustiado, que el granjero decidió acompañarlo con su propio coche. Cuando llegaron, el carpintero le dijo que entrase en casa un momento para conocer a su familia y tomarse algo. Antes de abrir la puerta, el carpintero hizo un extraño gesto que llamó la atención de su acompañante. Tocó con las puntas de los dedos las ramas del árbol de su jardín y, de golpe, su rostro cambió. Toda sombra de preocupación se disipó y en su lugar, brilló una sonrisa con la que saludó a sus hijitos y besó a su esposa.
El granjero al no entender aquello, lleno de curiosidad le preguntó al carpintero el porqué de su raro comportamiento. El hombre le respondió:
—Este es mi árbol de los problemas en el que cada noche, al volver a casa, los cuelgo para que no afecten a mi familia. Lo más curioso es que, al día siguiente, parece que ya no hay tantos como la noche anterior.
El hombre estaba tan angustiado, que el granjero decidió acompañarlo con su propio coche. Cuando llegaron, el carpintero le dijo que entrase en casa un momento para conocer a su familia y tomarse algo. Antes de abrir la puerta, el carpintero hizo un extraño gesto que llamó la atención de su acompañante. Tocó con las puntas de los dedos las ramas del árbol de su jardín y, de golpe, su rostro cambió. Toda sombra de preocupación se disipó y en su lugar, brilló una sonrisa con la que saludó a sus hijitos y besó a su esposa.
El granjero al no entender aquello, lleno de curiosidad le preguntó al carpintero el porqué de su raro comportamiento. El hombre le respondió:
—Este es mi árbol de los problemas en el que cada noche, al volver a casa, los cuelgo para que no afecten a mi familia. Lo más curioso es que, al día siguiente, parece que ya no hay tantos como la noche anterior.
lunes, 16 de junio de 2014
El principe y la semilla
Un joven príncipe del norte de China estaba a punto de convertirse en emperador pero, de acuerdo con la ley, para conseguirlo tenía que casarse antes. Por ello, decidió someter a una prueba a las jóvenes de su corte para elegir a la esposa adecuada.
Una anciana que trabajaba como criada en palacio pensó en su hija al enterarse de esta noticia. La muchacha sentía un profundo amor por el príncipe y, aunque sabía que no tenía nada que hacer frente a otras jóvenes más guapas y ricas, ella tenía suficiente con poder estar cerca del hombre por el que lo daría todo.
Llegado el momento, el príncipe anunció cuál era la prueba que deberían superar las aspirantes a emperatriz:
—Daré a cada una de vosotras una semilla: la que traiga la flor más bella dentro de seis meses se convertirá en mi esposa.
El tiempo pasó rápidamente y todas las candidatas se presentaron con flores bellísimas y de las especies más variadas, en cambio, en la maceta de la humilde muchacha no había crecido ni una triste planta. Sin embargo, el príncipe, para sorpresa de todos, la escogió a ella dando esta explicación:
—Esta joven es la única que cultivó la flor que la hará emperatriz: la de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles.
domingo, 15 de junio de 2014
El monje
Hay una vieja narración egipcia que nos cuenta de un monje muy santo que vivía en el desierto, ayunaba a menudo y había abrazado la más abnegada pobreza. Mucha gente de los alrededores lo tenía por santo, y se decía que era el hombre que estaba más cerca de Dios. Así parecía, puesto que este monje se pasaba mucho tiempo en serena contemplación y diálogo con Dios.
Un día llegó a oídos del monje lo que la gente decía de él, y picado por la curiosidad le preguntó a Dios:
—Dime, Señor ¿es cierto lo que la gente dice de mí, que soy el hombre más santo y el que está más cerca de Ti?
—¿De veras quieres saberlo? ¿Por qué estás tan interesado?— le preguntó Dios.
El monje le contestó:
—No es la vanidad la que me mueve a preguntarte esto, sino el deseo de aprender. Si hay alguien más santo que yo, debo ser su discípulo para saber acercarme más a Ti.
Dios entonces le dijo:
—Muy bien, baja por el sur del desierto al pueblo más cercano y pregunta por el carnicero del pueblo, él es el más santo.
El monje se sorprendió mucho con la respuesta de Dios, pues en aquella época los carniceros gozaban de muy mala fama, pero obediente hizo lo que el Señor le indicó.
Llegó al pueblo y pudo observar a sus anchas al carnicero y no encontró en él nada extraordinario. Al verlo incluso llegó a dudar, le pareció de bruscos modales, algo malhumorado y observó con preocupación, que a cada chica hermosa que llegaba a la carnicería, el carnicero la miraba de forma «no muy santa».
Cuando terminó de atender a la gente y se disponía a cerrar el negocio, el carnicero, sorprendido le preguntó que qué quería. El monje le contó lo que le había llevado a verlo y el carnicero quedó más sorprendido todavía.
—Mire, yo no dudo de su palabra pero me sorprende mucho que Dios le haya dicho eso, yo soy un gran pecador, aunque voy a la Iglesia no lo hago con la frecuencia con que debería. Pero en fin, mi casa es su casa.
Y le invitó a pasar y a comer con él, en tanto él entraba a una habitación en dónde un anciano acostado en un lecho recibió todo el cuidado del carnicero, que le dio de comer en la boca y lo arropó con cariño para que durmiera.
—Perdone mi indiscreción, —le dijo el monje al carnicero— ¿es su padre?
—No lo es —le respondió—. En realidad es una larga historia.
—¿Podría contármela?— le dijo el monje.
—A usted se la contaré pues sé que los monjes saben guardar secretos. Este hombre fue quien mató a mi padre. Cuando vino al pueblo mi primer impulso fue matarlo para vengarme, pero estaba viejo y enfermo y sentí pena por él. Luego recordé a mi padre, que siempre me enseñó a perdonar y en su nombre y memoria decidí tratarlo con amor, como hubiera tratado a mi padre, si aún viviera...
sábado, 14 de junio de 2014
Grosería y ordinariez
Ordinariez es la grosería y la falta de cultura. Lo soez y vulgar que no se distingue por ninguna calidad, donde destaca el mal gusto y la poca elegancia.
Pues toda la prensa se hace eco del concierto de una muchacha que desconcierta. Los titulares dan una idea de lo ‘artista’ que es: «Miley Cyrus se desmadra en un show, rebosante de erotismo basto», «La chica mala de un video clip erótico», «Teoría y práctica del ‘porno-disney’».
Ya los titulares son escandalosos. Escandaloso es que se admita ese tipo de espectáculo en abierto, pero lo más escandalosos es que va destinado a un público menor; niñas y niños, sobre todo niñas que la ven como ‘ídolo’, un pervertido modelo a seguir, que nada ayuda en la formación ética y moral de los niños.
viernes, 13 de junio de 2014
Sentir la familia
Tropecé con un extraño que pasaba y le dije: —¡perdón!
Él contestó: —Discúlpeme por favor; no la vi…
Fuimos muy educados, seguimos nuestro camino, nos despedimos.
Más tarde, al estar cocinando, estaba mi hijo muy cerca de mí. Al darme vuelta casi lo golpeo, —¡Quítate!— le grité. Él se retiró dolido, sin que yo notara lo duro que le hablé.
Al acostarme, estando todavía despierta, Dios me dijo suavemente:
—Trataste al extraño cortésmente, pero abusaste del niño que amas. Ve a la cocina y encontrarás unas flores en el suelo, cerca de la puerta. Son las flores que cortó y te trajo; rosa, amarilla y azul. Estaba calladito para darte la sorpresa y no viste las lágrimas que llenaron sus ojos.
Me sentí miserable y empecé a llorar. Suavemente me acerqué, me arrodillé junto a su cama y le dije:
—Despierta, pequeño, despierta… ¿Son éstas las flores que cortaste para mí?
Él sonrió y dijo:
—Las encontré junto al árbol. Las tomé porque son bonitas como tú, en especial la azul.
—Hijo, siento mucho lo que hice, no te debí gritar.
Él contestó:
—Está bien mami, yo te quiero de todos modos.
—Yo también te quiero, y me gustan las flores, especialmente la azul.
Toma en cuenta que si morimos mañana, en cosa de días una empresa cubre el puesto. Pero la familia que dejamos sentirá la pérdida por el resto de su vida.
Él contestó: —Discúlpeme por favor; no la vi…
Fuimos muy educados, seguimos nuestro camino, nos despedimos.
Más tarde, al estar cocinando, estaba mi hijo muy cerca de mí. Al darme vuelta casi lo golpeo, —¡Quítate!— le grité. Él se retiró dolido, sin que yo notara lo duro que le hablé.
Al acostarme, estando todavía despierta, Dios me dijo suavemente:
—Trataste al extraño cortésmente, pero abusaste del niño que amas. Ve a la cocina y encontrarás unas flores en el suelo, cerca de la puerta. Son las flores que cortó y te trajo; rosa, amarilla y azul. Estaba calladito para darte la sorpresa y no viste las lágrimas que llenaron sus ojos.
Me sentí miserable y empecé a llorar. Suavemente me acerqué, me arrodillé junto a su cama y le dije:
—Despierta, pequeño, despierta… ¿Son éstas las flores que cortaste para mí?
Él sonrió y dijo:
—Las encontré junto al árbol. Las tomé porque son bonitas como tú, en especial la azul.
—Hijo, siento mucho lo que hice, no te debí gritar.
Él contestó:
—Está bien mami, yo te quiero de todos modos.
—Yo también te quiero, y me gustan las flores, especialmente la azul.
Toma en cuenta que si morimos mañana, en cosa de días una empresa cubre el puesto. Pero la familia que dejamos sentirá la pérdida por el resto de su vida.
jueves, 12 de junio de 2014
Los dos lobos
El hombre más anciano de una tribu india estaba reunido con sus nietos, a los que solía enseñarles cosas prácticas, como el arte de cazar o qué frutos del bosque eran comestibles y cuáles venenosos. Pero, en esta ocasión, les había juntado para contarles un secreto que quería compartir con todos ellos.
—¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí— les confesó—. Es una lucha entre dos lobos. Uno de ellos es todo maldad, ira, violencia, dolor, envidia, avaricia, rencor, resquemor, orgullo, superioridad, mentira…
Los pequeños abrieron los ojos como platos ante el retrato de ese ser maléfico, el cual no podían jamás imaginar que habitase dentro de su abuelo. Y, sin poder esperar un segundo, le preguntaron:
—¿Y cómo es el otro lobo?
A lo que el anciano respondió:
—El otro es luz, bondad, paz, amor, generosidad, entrega, amistad, compasión, verdad… Y, aunque no os deis cuenta, esa pelea ocurre también dentro de vosotros y de todos los seres de la humanidad.
Tras pensar unos instantes en ello, una de sus nietas se le acercó y le preguntó:
—¿Y cuál de los lobos crees que ganará la batalla?
A lo que el abuelo respondió:
—El que tú alimentes.
miércoles, 11 de junio de 2014
La paz interior
Era una vez un Gran Samurái que vivía cerca de Tokio. Aunque viejo, se dedicaba a enseñar el arte «zen» a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda que aún era capaz de derrotar a cualquier adversario.
Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulo apareció por allí. Quería derrotar al Samurái y aumentar su fama. El viejo aceptó el desafío y el joven comenzó a insultarlo. Pateó piedras hacia él, escupió en su rostro, gritó insultos ofendiendo a sus ancestros, etc.
Durante horas hizo todo para provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final del día, sintiéndose ya exhausto y humillado, el guerrero se retiró. Y los alumnos sorprendidos preguntaron al maestro, cómo pudo soportar tanta indignación.
—Si alguien llega hasta ustedes con un presente, y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el presente?
—A quién intentó entregarlo—, respondió uno de sus discípulos.
—Pues, lo mismo vale para la injuria, la rabia, la calumnia y los insultos. Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los trae consigo.
Recuerda: «Tu paz interior depende exclusivamente de ti. Las personas no pueden quitarte la calma, solo que tú lo permitas».
martes, 10 de junio de 2014
La riqueza
Un hombre riquísimo quiso que su hijo apreciase la cantidad de cosas que tenía y, para ello, decidió pasar con él un fin de semana en una casa de campo cuyos propietarios eran tan humildes que apenas contaban con lo básico para sobrevivir.
Cuando acabó el viaje y ya estaban de regreso en su fastuosa mansión a las afueras de la ciudad, el padre le preguntó, con curiosidad, al muchacho:
—¿Qué te ha parecido este viaje?
El niño aún estaba impresionado por la belleza de los campos y la naturaleza, por lo que no dudó en su respuesta:
—¡Ha sido muy bonito, papá!
El hombre de negocios siguió comentando algunos momentos del fin de semana.
—¿Viste lo pobre que puede llegar a ser la gente?
A los que el niño contestó:
—Sí.
Curioso por saber qué le había impresionado más, el padre prosiguió:
—¿Y qué aprendiste?
El muchacho le respondió lo siguiente:
—Nosotros tenemos un perro, ellos cuatro. En nuestra casa hay una gran piscina, ellos tiene un arroyo que no parece tener fin. Nuestro jardín está iluminado con lámparas de importación, pero esos campesinos tienen estrellas. Ellos disfrutan del tiempo necesario para hablar y convivir. Mamá y tú os pasáis el día trabajando.
El padre quedó mudo y su hijo añadió estas palabras:
—¡Gracias, papá, por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser!
Cuando acabó el viaje y ya estaban de regreso en su fastuosa mansión a las afueras de la ciudad, el padre le preguntó, con curiosidad, al muchacho:
—¿Qué te ha parecido este viaje?
El niño aún estaba impresionado por la belleza de los campos y la naturaleza, por lo que no dudó en su respuesta:
—¡Ha sido muy bonito, papá!
El hombre de negocios siguió comentando algunos momentos del fin de semana.
—¿Viste lo pobre que puede llegar a ser la gente?
A los que el niño contestó:
—Sí.
Curioso por saber qué le había impresionado más, el padre prosiguió:
—¿Y qué aprendiste?
El muchacho le respondió lo siguiente:
—Nosotros tenemos un perro, ellos cuatro. En nuestra casa hay una gran piscina, ellos tiene un arroyo que no parece tener fin. Nuestro jardín está iluminado con lámparas de importación, pero esos campesinos tienen estrellas. Ellos disfrutan del tiempo necesario para hablar y convivir. Mamá y tú os pasáis el día trabajando.
El padre quedó mudo y su hijo añadió estas palabras:
—¡Gracias, papá, por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser!
lunes, 9 de junio de 2014
Aprender a volar juntos
Una vieja leyenda sioux cuenta la visita que Toro Bravo, el guerrero más valiente, y Nube Azul, la hija del jefe de la tribu, hicieron al hombre más anciano del lugar.
—Estamos preparando nuestra boda, por eso le pedimos que haga un conjuro que nos garantice que permaneceremos unidos el resto de nuestras vidas—, le rogaron al hechicero.
Tras meditar un rato, el anciano los miró y les dijo:
—Hay una cosa que podéis hacer. Nube Azul, tú subirás a aquella cumbre y, tan sólo con tus manos y una red, cazarás el halcón más hermoso y me lo traerás.
La joven asintió. A continuación, el viejo se dirigió al novio:
—Tú, Toro Bravo, escalarás hasta la cima del Trueno y capturarás el águila más fuerte que veas. Deberás traerla viva ante mí el mismo día que he citado a Nube Azul.
El día convenido, los jóvenes se presentaron con dos preciosas aves. El anciano les ordenó:
—Ahora, atadlas entre sí por las patas y lanzadlas a volar.
El halcón y el águila sólo lograron revolcarse por el suelo y acabaron a picotazos. Después de dejarlas en libertad, el hechicero les explicó:
—Vosotros sois como un águila y un halcón; si os atáis uno al otro acabaréis haciéndoos daño. Si queréis que el amor perdure debéis aprender a volar juntos… pero jamás atados.
—Estamos preparando nuestra boda, por eso le pedimos que haga un conjuro que nos garantice que permaneceremos unidos el resto de nuestras vidas—, le rogaron al hechicero.
Tras meditar un rato, el anciano los miró y les dijo:
—Hay una cosa que podéis hacer. Nube Azul, tú subirás a aquella cumbre y, tan sólo con tus manos y una red, cazarás el halcón más hermoso y me lo traerás.
La joven asintió. A continuación, el viejo se dirigió al novio:
—Tú, Toro Bravo, escalarás hasta la cima del Trueno y capturarás el águila más fuerte que veas. Deberás traerla viva ante mí el mismo día que he citado a Nube Azul.
El día convenido, los jóvenes se presentaron con dos preciosas aves. El anciano les ordenó:
—Ahora, atadlas entre sí por las patas y lanzadlas a volar.
El halcón y el águila sólo lograron revolcarse por el suelo y acabaron a picotazos. Después de dejarlas en libertad, el hechicero les explicó:
—Vosotros sois como un águila y un halcón; si os atáis uno al otro acabaréis haciéndoos daño. Si queréis que el amor perdure debéis aprender a volar juntos… pero jamás atados.
domingo, 8 de junio de 2014
La felicidad
En una reunión de todos los dioses, decidieron crear al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. Estaban manos a la obra cuando uno de ellos interrumpió:
—No podemos hacerlos idénticos a nosotros, porque si tienen nuestra inteligencia y fuerza, ¿en qué se diferenciarían los humanos de los dioses? Tenemos que privarles de algo.
Tras cavilar un buen rato, uno de ellos dijo:
—Vamos a quitarles la felicidad, aunque no sé bien dónde la esconderemos.
El primero en hablar propuso que ocultasen la felicidad en el monte más alto del mundo. Pero uno de sus colegas le advirtió:
—No, recordemos que les dotamos de fuerza y, tal vez, alguien podría ascender a la cumbre y descubrirla.
Otro de los dioses pensó que el mejor lugar para poner fuera del alcance de los humanos la felicidad sería el fondo del mar. Sin embargo, pronto hubo quien temió que no sería seguro, pues los hombres, con su inteligencia, podrían llegar también allí.
Tras un largo silencio, unos de los dioses creyó tener la solución. Ante el asombro de todos los presentes, dijo:
—La esconderemos dentro de ellos, estarán tan ocupados buscándola fuera que no la encontrarán.
Y así ha sido, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva consigo.
—No podemos hacerlos idénticos a nosotros, porque si tienen nuestra inteligencia y fuerza, ¿en qué se diferenciarían los humanos de los dioses? Tenemos que privarles de algo.
Tras cavilar un buen rato, uno de ellos dijo:
—Vamos a quitarles la felicidad, aunque no sé bien dónde la esconderemos.
El primero en hablar propuso que ocultasen la felicidad en el monte más alto del mundo. Pero uno de sus colegas le advirtió:
—No, recordemos que les dotamos de fuerza y, tal vez, alguien podría ascender a la cumbre y descubrirla.
Otro de los dioses pensó que el mejor lugar para poner fuera del alcance de los humanos la felicidad sería el fondo del mar. Sin embargo, pronto hubo quien temió que no sería seguro, pues los hombres, con su inteligencia, podrían llegar también allí.
Tras un largo silencio, unos de los dioses creyó tener la solución. Ante el asombro de todos los presentes, dijo:
—La esconderemos dentro de ellos, estarán tan ocupados buscándola fuera que no la encontrarán.
Y así ha sido, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva consigo.
sábado, 7 de junio de 2014
Mensaje urgente… por la Paz
Humanidad: Yo sé que te sientes muy distante de la paz, de la armonía, de la fraternidad, y tienes razón porque es tan diferente en cada hombre el concepto sobre Dios, sobre la vida, y sobre la verdad, que tal parece que hay muchos dioses o que existe un dios para cada hombre.
Mucho te has acostumbrado ante la maldad existente, que ya no te detienes a meditar en las causas que la originan. El mundo se agita en medio de una tempestad y ha perdido el rumbo.
La niñez ya conoce la amargura y pronto endurece su corazón, los adultos son atraídos por los rencores ambiciones, y odios, También los adolescentes y a todos les ha llegado el veneno acumulado a través de los tiempos.
Se atenta contra la vida, existe soledad en el espíritu y tristeza en el corazón, hay luto y lágrimas, pobreza material y espiritual. ¡El mal se ha multiplicado, ofuscando la mente y el corazón!
La humanidad sufre estas consecuencias, porque a través de los tiempos ha desoído la voz de la conciencia alterando la Ley, en su forma de pensar, actuar, y vivir. La tristeza de esta humanidad, se ha convertido en un clamor que ha llegado a la altura de los cielos. ¿Cuándo habrá verdadera comprensión y amor entre los seres de este planeta? ¿Cuándo podremos vivir en verdadera armonía? ¿Cuándo habrá justicia en los jueces, magnanimidad en los gobernantes, cariño, y amor a la creación?
Yo le digo a la humanidad: Cuando el orden de su vida cambie, y sepan mirar fuera de ustedes mismos cuando desparezca la soberbia, el orgullo, la vanidad, cuando el odio no sea tomado como verdad. Yo solo te pido humanidad, que reconsideres muchos actos y pensamientos de vuestra vida. Para que la oración, sea efectiva, tiene que estar acompañada de la regeneración y de buenas obras, no basta con pensar.
Todas las horas y todos los sitios son propicios para orar. Es necesario que la fuerza de la oración, supere el estruendo de las armas, y de la maldad.
Comprendamos que todos sin excepción somos responsables de este caos, y no quiero volver a repetir las frases de aquel tiempo: «¡El que esté libre de pecado, que arroje, la primera piedra!». En otras palabras: «Quién no es causante de la guerra, es responsable de la paz».
Como único camino, pueblos y naciones del mundo, no esperen otra solución.
Porque la verdadera paz no se logra con mandatos, ni decretos, ni dispersando el terror con atentados, ni sembrando el dolor con pérdidas de vidas, ni propagando el odio, el rencor y la rabia para que germine la sed de venganza que se activa generación tras generación…
Este mensaje es urgente: El orden mundial debe cambiar, debe cambiar para corregir y transformar, porque no se puede seguir en el error sin transmutar, y mañana nos despertaremos diferentes… ¿Tanto dolor era necesario para recapacitar?
¿Cuántos más deben morir?
¿Cuántos más deben llorar?
¿Cuántos más debemos elevar nuestros gritos de súplica?
Rogando reflexión y bregando por el sentido común… ¡Que la paz nos alcance!
viernes, 6 de junio de 2014
PENSAMIENTOS...Inicio
Estos son pensamientos escritos con sabiduría por sabios de ayer y hoy, que nos confortan y ayudan a comprender, pensar y reflexionar sobre la vida y las situaciones que nos rodean. Los pensamientos son un bálsamo que encienden los sentimientos y nos guía por el canal de las emociones que nos indican cómo dar respuestas adecuadas a las vicisitudes de nuestra existencia.
jueves, 5 de junio de 2014
Los nuevos inquilinos de Bruselas
Tras las elecciones europeas y los recuentos de votos llegaron las sorpresas. El Parlamento Europeo se llena de nuevos inquilinos, muchos de dudosa categoría democrática, lo que viene a demostrar el enfado y descontento de los votantes. Los políticos que se creían indestructibles, avalados y respaldados por el largo recorrido de sus partidos, han recibido una llamada de atención porque ese largo recorrido no ha ido acompañado de cumplimiento, de honestidad y de ética. Por eso han sido castigados.
El Parlamento Europeo ha sufrido un batacazo, se ha llenado de extremistas de izquierdas y de derechas. Menos mal que en Bruselas se trabaja poco, y poco hacen y no surtirán efecto sus propuestas electorales. ¿Qué por qué digo que en el Parlamento Europeo se trabaja poco? Porque es así: en el Parlamento de Estrasburgo hay actividad sólo 4 ó 5 días al mes, los 25 días restantes está cerrado. He visto un reportaje donde un diputado nos muestra las entrañas y la actividad parlamentaria.
martes, 3 de junio de 2014
El Rey cansado
La noticia del día 2 de junio, inesperada aunque se veía venir, es la abdicación del Rey Juan Carlos I en su hijo el príncipe Felipe.
El rey abdica, «Dar paso a una generación más joven… Es lo mejor para España». Se cierra un período decisivo que incluye la hazaña de hacer pasar al país de un régimen autoritario a una democracia plena. El Rey Juan Carlos ha asegurado en un mensaje a la nación, grabado y emitido por televisiones y radios, que «una nueva generación reclama por justa causa un papel protagonista». Según ha explicado el monarca, «merece pasar a primera línea una generación con nuevas energías y con una nueva forma de enfrentar la realidad». En su comparecencia ha manifestado su «orgullo y gratitud» hacia el pueblo español y su agradecimiento a la Reina.
lunes, 2 de junio de 2014
Feria del libro
Una feria es un evento social, económico y cultural, de carácter temporal, periódico o anual, con el fin primordial de promocionar la cultura, alguna causa o un estilo de vida, pero más comúnmente, el objetivo es la estimulación comercial, pues tiene la finalidad de lucro o de generar ganancias a los anfitriones y a los organizadores patrocinadores de las ferias.
Hoy quiero hablar de la Feria del Libro y más concretamente, la de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Dicha feria este año ha celebrado su XXVI edición. Cada año se rinde homenaje a la obra y legado de autores canarios, pero existe tal trapicheo en la elección, que siembran el descontento entre los escritores que están de actualidad. No se puede denostar descaradamente a ningún escritor que se precie dedicando al mismo autor varias ediciones. A ver si los organizadores del Gobierno Canario se dejan de politiqueo trasnochado y son más justos con el parnaso canario.
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