¡No critiques!
Procura más bien hacer entender,
sin hacer críticas.
La crítica hiere,
y a nadie le gusta ser herido.
La persona que acostumbra a criticar
muy pronto queda aislada de todos.
Si ves a alguien en el error,
habla con tranquilidad y cariño,
procurando que reflexione.
Pero, sobre todo,
mira tu trayectoria,
corrígete lo que tienes que corregir,
y procura testimoniar siendo un buen ejemplo.
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