Contra la tristeza… Busca a Dios... Recientemente, el Papa Francisco prevenía a los fieles contra la tristeza que «encierra en uno mismo», y ha insistido en que la vía de salida de la tristeza pasa por «la relación» con el otro y ser capaz de «tender la mano y alzar la mirada hacia quien nos ama verdaderamente», porque la tristeza hace que las personas «se encierren en sí mismas» y sean «incapaces de reaccionar». «Así encerrados dentro de nosotros mismos lo vemos todo negro y se llega a familiarizarse con la tristeza, que se convierte en casa y nos postra. ¡Qué cosa más mala es esta tristeza!», lamentaba.
«Frente a todo esto la primera palabra de Jesús es una invitación a moverse y a reaccionar. Lo equivocado cuando las cosas van mal es quedarse donde se está, ¡pero cuán difícil es reaccionar y abrirse!». El Papa ha subrayado que Dios «sabe cuán pesada puede ser la vida, que hay muchas cosas que fatigan el corazón», como «las desilusiones, las heridas del pasado, las relaciones quebradas por la mentira, pesos que cargar y males que soportar en el presente, incertezas y preocupaciones del futuro». Frente a toda situación que nos atenaza debemos buscar apoyo para no flaquear, pero sin olvidar que la fe en Dios nos da fuerzas y esperanza.
Para romper con la incertidumbre «no basta con salir de uno mismo» sino que, además, «es necesario saber a dónde ir» porque a menudo algunas metas son «meros fuegos de artificio. Metas ilusorias que prometen restaurarnos y solo nos distraen un poco, dejándonos en la soledad inicial».
El Papa ha reconocido que cuando se está sumido en la tristeza «es un gran bien» hablar con alguien que escuche, tanto si es un amigo como un profesional, pero invitaba también a «no olvidarse de Jesús. Confiarles los problemas, porque cuando Jesús entra en la vida, llega la paz; la que permanece incluso en medio de las pruebas y del sufrimiento. Está bien hablar con alguien de confianza para aliviar tu pesar y preocupación, pero también id hacia Jesús y contádselo». Recuerda a quienes puedan encontrarse en «la oscuridad» que Jesús nos llama: «Venid a mí, los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré». El Papa insiste, no si razón, en que necesitamos de los demás y de Dios para encontrar la alegría y el sentido a la vida.
La tristeza es inevitable, forma parte de la vida, lo que sí podemos evitar es postrarnos en la tristeza. Decía, Oscar Wilde: «Hay que simpatizar siempre con la alegría de la vida. Cuanto menos se hable de las llagas de la vida, mejor».
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