Un maestro Zen chino, vivía solo en un pequeño templo en el campo. Un día, cuatro monjes peregrinos llegaron y le pidieron permiso para hacer un fuego en el patio para calentarse.
Mientras construían un fuego, el maestro les oyó hablar acerca de la subjetividad y la objetividad. Se les unió y dijo:
—Supón que hay una piedra muy grande, ¿la consideras que esta fuera o dentro de tu mente?
Uno de los monjes le contesto:
—Desde el punto de vista del Budismo todo es una representación mental, así que yo diría que está dentro de mi mente.
—Debes de sentir tu cabeza muy pesada, —observó el maestro—.
No llenes tu mente de piedras porque no podrás ver ni sentir el placer de la vida.
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