En la baja mar de tres orillas
asoma una caracola.
La espuma blanca la besa
en los brazos de las olas.
Sueña sentir a su vera,
un canario que le cante
y musite sus quereres,
con voz melosa de guanche.
Allá en el pulmón de América
vibra y late un corazón…
Embriagando los suspiros,
susurra al viento su pasión.
Tambores suenan en África.
Una voz… Una canción.
Canarias, África, América.
Tres orillas y un balcón.