Saber mucho no es lo mismo que ser inteligente. La inteligencia no es solo información, sino también juicio, la manera en que se recoge y maneja la información. Carl Sagan.
La diferencia entre ser listo o inteligente se aprecia sobre
todo en la consecución de objetivos. Mientras que los sujetos inteligentes
analizan y segmentan la información para llegar al resultado correcto, los
listos son más decididos y muy eficaces a la hora de realizar cualquier
actividad.
Ser listo y ser inteligente son dos términos relacionados
pero diferentes, que a veces se utilizan indistintamente por error cuando no se
está al tanto de las diferencias existentes entre ambos. Aunque se puede ser listo e inteligente a la vez...
Una persona inteligente es, por definición, aquella con un
cociente intelectual superior a la media. El cociente intelectual es una
medida utilizada para medir la inteligencia. Ésta se determina mediante una
prueba en la que la media de la población se sitúa en 100 puntos. Un individuo
con una puntuación de 130 o más es considerado con altas capacidades o
superdotado. Otra característica importante de la inteligencia es que no puede
ser modificada a voluntad.
Aquel que es inteligente tiene gran capacidad para entender,
pensar y manejar información. Tiene mucha habilidad para resolver problemas de
gran dificultad en los que se requiere un alto nivel de lógica. Analiza y
desmenuza los retos que se le plantean hasta encontrar la solución perfecta.
Tiene visión a largo plazo y hace de lo complejo algo sencillo.
Ser listo no es lo mismo que ser inteligente. Lo que todo el
mundo entiende por ser listo es que una persona muestre rapidez para afrontar
situaciones de la vida. Un individuo listo es alguien despierto y astuto. Está
atento a lo que sucede a su alrededor, y responde con más velocidad que el
resto de la gente. Tiene facilidad para enfrentarse a las situaciones
cotidianas de la vida, le resulta más fácil que al resto. Aprende de las
situaciones y experiencias vividas.
La diferencia entre ser listo o inteligente se aprecia sobre todo en la consecución de objetivos. Mientras que los sujetos inteligentes analizan y segmentan la información para llegar al resultado correcto, los listos son más decididos y muy eficaces a la hora de realizar cualquier actividad. Por tanto, ser listo es generalmente sinónimo de tardar menos tiempo y mostrar más habilidad a la hora de resolver un problema común que ser inteligente. Pero hay que tener en cuenta que la persona lista no tendrá las mismas capacidades que una inteligente para resolver cuestiones de mayor dificultad, que solo podrán ser resueltas por personas con un elevado cociente intelectual.
Otra gran diferencia entre ser listo o ser inteligente reside
en la visión temporal. Un sujeto inteligente tiene una visión más a largo plazo
que el sujeto listo, que está interesado en los resultados a corto plazo.
Y quizá la más importante es que un individuo puede cambiar
lo listo que es, dependiendo de las situaciones de la vida o la educación. Es
decir, esta capacidad puede mejorarse y expandirse. En cambio, la inteligencia
no es algo modificable. Estudios recientes revelan que puede disminuir o
aumentar en la adolescencia, pero no tiene relación con el esfuerzo de una
persona por cambiarlo, ya que el rendimiento de algunas personas aumenta,
mientras en otras disminuye, sin seguir un patrón establecido.
Una persona con talento para algo es alguien inteligente;
mientras que ser listo es una capacidad que se educa, y en la que el esfuerzo
juega un papel decisivo.
Y qué es mejor ¿ser listo o ser inteligente? Cada
característica favorece la mejor resolución de situaciones distintas. Es mejor
ser inteligente para resolver cuestiones de gran complejidad, mientras que es
mejor ser listo para resolver con mayor astucia e incluso velocidad cuestiones
de la vida cotidiana.
“Una manera de demostrar la inteligencia, es sabiendo ignorar
aquello que no merece la pena”.
Así, aunque de forma global no podamos decir que predomine
una sobre la otra, está claro que la conjunción de ambas (ser listo y ser
inteligente a la vez) es la condición perfecta para alcanzar el éxito. Como
claro ejemplo tenemos a un genio como Einstein, una persona lista e
inteligente.
Lo ideal sería ser listo e inteligente, que los hay, como lo fue Albert Einstein. Sin embargo, en esta vida no lo podemos tener todo: unos nos tenemos que conformar con ser listos, otros con ser inteligentes y algunos, desgraciadamente, tienen la mala suerte de no ser de ninguno de los dos tipos. Cada característica favorece poder hacer frente a determinados tipos de situación así que, en función de nuestras pretensiones, nos conviene ser o listos o inteligentes.
Las personas inteligentes son buenas en situaciones nuevas y de gran dificultad. Por ejemplo, en empleos como la física teórica es necesario tener una muy desarrollada inteligencia lógica-matemática, además de una gran capacidad de inventiva y creatividad.
Las personas listas son más eficientes en situaciones que ya
conocen, especialmente aquellas que se presentan en su día a día. Si se da
algún imprevisto, como ya tienen mucha experiencia en ello, sabrán cómo
resolver fácilmente.
“Ser listo y ser inteligente no es lo mismo, los inteligentes
mueven el mundo de los listos que se dejan llevar”.
Fotografía: Internet
No hay comentarios :
Publicar un comentario