viernes, 29 de septiembre de 2023

Pepa Aurora es única


 

Canarias cuenta con grandes escritores duchos en todos los géneros literarios, pero, Pepa Aurora en literatura infantil, es única. Ella, la tejedora de historias, maga de fantasías, hada de los sueños, es la mejor cuentacuentos de todos los tiempos. Pepa Aurora con su sonrisa cautivadora y su voz melosa se gana a todos con su encanto y simpatía. La artesana de la palabra, guardiana de las tradiciones canarias, la voz de los alisios..., acaba de presentar "Historia de los colores" y suma y sigue, porque ella siempre está creando para seguir ilusionando a los niños y mayores. ¡Enhorabuena!

Josefa Aurora Rodríguez Silvera, más conocida como Pepa Aurora, es una de las maestras, escritoras y narradoras orales más queridas de las Islas Canarias. Nació en la villa de Agüimes (Gran Canaria), en 1946, pero su infancia se desarrolló en la vecina villa llamada El Ingenio, pero como ella dice, también pudieron llamarle Villa del Alisio o Villa Fantasía.

Estudió Magisterio y descubrió así una vocación que ha marcado toda su vida. Durante más de treinta años ejerció de maestra, profesión que combinaba con la de narradora oral, escritora de literatura infantil y juvenil e investigadora de juegos y cuentos populares. Escritora y narradora, ejerce la narración oral, que lleva también a la escritura de cuentos originales y basados en la tradición. Ha llevado la poesía y el cuento a todos los rincones del Archipiélago a lo largo de más de veinte años, unas veces en compañía de poetas como Francisco Tarajano, Pedro Lezcano, José María Millares, Cipriano Acosta, Domingo Velázquez..., y otras en solitario.

Ha participado en múltiples encuentros, presentaciones, talleres, cursos de animación a la lectura, narraciones, congresos, proyectos pedagógicos e investigaciones que han servido para recuperar la narrativa popular y acercar la literatura al entorno de las niñas y de los niños de Canarias, de la Península y de algunos países sudamericanos.

Mucho antes de empezar a escribir sus primeras palabras, ya había escuchado miles de historias en diferentes voces. Tal vez por eso, en cuanto aprendió a leer, ya no pudo parar… Siguió la escuela de las viejas contadoras que jugaban con las palabras y los sueños, y ahora ella misma se autodenomina una abuela narradora. Así se presenta ella:

“Mi infancia se desarrolló en una hermosa villa llamada Ingenio, pero también pudieron llamarla villa de los Alisios o villa Fantasía, porque el viento y la creatividad corrían por sus calles empedradas y dejaba rumores y humores de Tibicenas y Mahíos prendidos en los tejados o en sus mohosas paredes.

Mucho antes de aprender a leer y a escribir ya había escuchado miles de historias en diferentes voces; contaban las madres, las abuelas, las tías, las maestras, las vecinas, el viejo Juanico, el cura… Las historias subían y bajaban las calles del pueblo sobre escobas de brujas, en las varitas de las hadas o en bellos alazanes principescos.

Tal vez por eso, en cuanto aprendí a leer, abrí ilusionada el primer libro y ya no pude parar. Leí todos los libros que se guardaban en la biblioteca de mi abuelo y cuando se acabaron, seguí con los de la Villa, y después continué en la ciudad. El único alto que hacía, en el tiempo de la lectura, era para repasar una y otra vez los cómics que mis padres me compraban cada semana.

Naturalmente he seguido las reglas de las viejas contadoras que jugaban con las palabras y los sueños: ya soy una abuela narradora. Hace más de cuarenta años que creo y recreo historias que despertaron mi imaginación y las cuento a los niños. Mantengo la esperanza de que ellos también despierten su creatividad y se aficiones a la lectura con mi trabajo.

He publicado más de trescientos cuentos, en más de cincuenta libros y hago poemas con música, sonsonetes disparatados, trabalenguas, e invento vocablos que despiertan la imaginación y permite a los niños jugar, inventar y reinventar su lenguaje cotidiano.

Mis poemas están contenidos en siete poemarios cuyos versos mimo y memorizo para compartirlos con los más pequeños. Espero que alguna vez lean mis libros y compartamos su lectura”.

La periodista galdense Josefa Molina, dice de ella lo siguiente: “Conversar con una escritora como Pepa Aurora es como conversar con la dulzura hecha mujer. Una casi siente la sensación de estar saboreando palabras con sabor a nata y a infancia. Y es que Pepa Aurora se asemeja mucho a la abuela que todos queremos tener siendo niños: una mujer risueña, encantadora y amable que nos narra en voz bajita, una historia en la que los animales son héroes valientes, los fantasmas son divertidos y las aventuras nos adentran en los dulces sueños de la niñez.

Y es que la autora, natural de Agüimes, es algo así como una gran maga que inventa sueños y regala fantasía a través de las palabras. No en vano ha sido maestra de escuela durante más de treinta años, profesión que le ha permitido acercar la poesía y el cuento a los lectores más pequeños de cada casa, convirtiéndose durante mucho tiempo en el casi exclusivo referente de la literatura infantil producida en el Archipiélago canario.

Algo que afortunadamente ha cambiado en las últimas décadas, tal y como ella misma reconoce con alegría: “En Canarias hay muchos autores que están destacando como escritores para niños; para mí esto supone un gran éxito, me produce una enorme alegría”, afirma con absoluta sinceridad la autora de ‘Cuentos canarios para los más jóvenes’ (1998) y de ‘Versos de chocolate’ (2017), entre otros títulos.

Y eso es algo que tenemos que aplaudir con entusiasmo porque la lectura hay que inocularla, como la vacuna contra las enfermedades contagiosas, desde muy pequeñitos, pero no a través de una larga aguja sino a través de la magia y la fantasía. Pepa Aurora sabe mucho de eso, ya que en sus textos lo mágico y lo real se entrelazan para crear un mundo en el que los animales y los objetos, como por arte de encantamiento, toman la palabra como medio para expresar sus sentimientos, sus quejas, sus ilusiones o sus temores”.

Pepa Aurora, la guardiana de las palabras… Desde muy pequeña se aficionó a la lectura, lo que le permitió conocer la obra de diferentes autores como Benito Pérez Galdós, Blasco Ibáñez, escritores de la generación del 27 o clásicos como Homero.

Para Pepa Aurora la literatura es, la expresión de los sentimientos, de la fantasía, del deseo de crear mundos distintos. La literatura lo es todo. Ella dice, que escribir es desarrollar un espacio propio desde el cual extraer toda la fantasía y la ilusión que todavía alberga, pero, sobre todo, es una vía para cubrir una parte olvidada de la literatura hecha en Canarias. Escribe para todos los públicos. Sus libros los leen muchos adultos, aunque en principio fueran escritos para un lector infantil. En realidad, ella intenta escribir para todas las personas con un poco de sensibilidad.

Ella dice que: “Si el niño no ama la naturaleza, no la quiere y no la defiende, el mundo se acaba muy pronto”. Por eso, su objetivo es que los niños conozcan la naturaleza a través de sus cuentos.  Y su empeño es dar a conocer la riqueza y variedad de la flora y la fauna canaria que es única. Ella investiga y se informa para divulgar los nombres populares, por eso sus cuentos tienen mayor valor, son historias que entretienen, pero lleva implícito enseñanza y conocimiento, para ayudar a concienciar del valor de nuestro entorno y de nuestra obligación de proteger y cuidar los regalos de nuestra tierra.

Pepa Aurora, es una artista incansable que dedica su tiempo a múltiples labores relacionadas con la cultura: escribe, narra, participa como jurado en certámenes y concursos literarios, investiga, elabora prólogos y ejerce de presentadora o pregonera.

Pepa Aurora es “Miembro Honorario de la Academia Canaria de la Lengua”. Cursó Magisterio, Filología e idiomas. En 1989 se incorpora al grupo de narradores orales hispanoamericanos. Trabaja en diferentes proyectos pedagógicos y experimentales de la literatura infantil, algunos de los cuales han merecido premios como el “Chamán”. Investigadora de juegos y cuentos populares, es autora de más de cuarenta libros de narrativa infantil y tres de poemas infantiles. También ha publicado algunos textos en ediciones colectivas nacionales e internacionales y en diferentes recopilaciones de cuentos editadas por la Editorial Santillana, Editorial Anaya y algunas editoriales canarias. Ha recibido diferentes premios y reconocimientos, entre los que destacan: Premio "Alhóndiga" de poesía popular (1985). Premio “Anastasia del Pino” al mejor cuento (1986). Premio “Chamán” máximo galardón que concede la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica para niños (1993). Premio de teatro Infantil (Agüimes 2005).  Premio Internacional “del Dicho y del Cuento breve Garzón Céspedes” (2008). Premio “Cuchillo de oro” Ayuntamiento de Santa Lucía por su defensa de las raíces canarias (2008). Premio “La Tarja” (Máximo galardón de Solidaridad Canaria) por su defensa de las raíces culturales (2010). Premio “El Almendro de las Artes y Las Letras” (2011).  Existen doce bibliotecas infantiles en Gran Canaria y Tenerife que llevan el nombre de “Pepa Aurora”

Obras más conocidas: Millo Tierno (1984). Papá Teide (1985). El Tayero (1987). Cuentos de misterio, brujas y miedos en un país sin luz (1998). Los coquitos de mi Ingenio (1998). Cuentos canarios para los más jóvenes (1998). Nuevos Cuentos y poesías (Premio “Ingenio de Oro 1999” de la Fundación Canaria Blas Sánchez (1999). Las islas de las ardillas (2001). Historia de una flor (2002). Popó: El escarabajo de las Dunas (2004). La morena chipiripi y otros cuentos canarios (2005). Cuentos Canarios para chinijos (2006). La Lagartija escurridiza (2007). Un barranco junto a tu casa (ed. bilingüe: «A ravine near your house») (2007). Juana Catalina, la última bruja de Canarias y sus descendientes en el siglo XXI y otros cuentos (2012).


Fotografía: Internet

 

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