Manías personales

Hay que decir que cada persona es un mundo, con sus cosas buenas y otras no tanto… Cada cual tiene sus modos y maneras, sus manías personales. 

La obsesión de las obsesiones…, una verdadera tortura mental. Francisco Menjón Beltrán es miembro de Anagnor Psicólogos, nos informa sobre las obsesiones: 

Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos que se repiten continuamente; no son deseados y causan un gran malestar y ansiedad. Se reconocen como productos de la propia mente, pero no son activados de forma voluntaria: el sentimiento de las personas que sufren obsesiones es el de un ataque externo difícil de parar.

A veces piensan que están locas y no se lo quieren contar a nadie. No hay que confundir obsesiones con un exceso de preocupaciones por los problemas cotidianos. (Ej. estar preocupado actualmente por el paro no sería una obsesión) Las compulsiones son conductas repetitivas que se realizan según determinadas reglas (rituales). A veces se realizan como respuesta a las obsesiones y para prevenir o calmar los peligros que estas anuncian. Ejemplo de una obsesión podría ser un exceso de preocupación por la suciedad: una compulsión en línea con esta, seria lavarse excesivamente las manos. Cuando están presentes obsesión y compulsión se denomina Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). 

Las personas con estos trastornos son conscientes de que sus comportamientos y pensamientos son absolutamente desproporcionados, el problema es que se sienten incapaces de pararlos. Cualquiera lo puede padecer. Una de las cosas que caracteriza a las obsesiones es que se pueden dar a cualquier edad, aunque es cierto que predominan más en la adolescencia y en el inicio de la etapa adulta. En función de la edad preocupan más unos aspectos que otros. Así, un adolescente estará más preocupado de su aspecto físico, mientras que a un adulto es posible que le preocupen más los temas de limpieza y seguridad. 

A excepción de la infancia que parece afectar más a los chicos, en la etapa adulta no hay diferencias entre varones y mujeres. En mayor o menor medida se estima que este trastorno lo sufre aproximadamente un 2% de la población. Desgaste en la familia. Una de las cosas que el TOC acarrea es el tremendo desgaste que supone para la familia; en muchas ocasiones porque se piensa erróneamente que la persona ejecuta la conducta de manera intencional y en todos los casos porque muestra síntomas de irritabilidad y depresión. 

Las obsesiones y compulsiones son muy frustrantes para las personas de alrededor que tienen que soportar innumerables rituales hasta para las cosas más sencillas. Una de las razones por las que se realizan los rituales es porque la persona que los practica se siente más segura y tiene una sensación de control sobre su vida. 

¿Cuál es la causa de este trastorno? Si bien no hay completa unanimidad en las causas, todo apunta a que puede tener un origen biológico (Se cree así porque los medicamentos que regulan el flujo de la serotonina como los antidepresivos son eficaces para tratar este trastorno) y/o psicológico a través de un manejo inadecuado de la ansiedad y el estrés.  

Las obsesiones estrellas: 

- Una de las más importantes es miedo a contraer una enfermedad por contaminación (tocar una barra en el autobús, darle la mano a ciertas personas etc.) 

- Dudas repetitivas; si se ha apagado la luz, si ha cerrado el grifo, si se ha cerrado la puerta una vez que se ha marchado de casa etc. 

- Rituales consistentes en pensamientos o imágenes mentales repetitivos para evitar los pensamientos obsesivos más amenazantes (crear una obsesión para tapar otra obsesión que comporta un mayor miedo). 

¿Cuál es el mejor tratamiento? Este problema no debe ser tratado como una peculiaridad del carácter sino como una enfermedad. Aunque depende de cada caso con carácter general es conveniente un tratamiento farmacológico con efectos en el aumento del flujo de serotonina acompañado de tratamiento psicológico donde la terapia más adecuada ha resultado ser la cognitivo conductual que normalmente utiliza técnicas de exposición con prevención de respuesta (cuando se presenta el estímulo no dar la respuesta ritualizada). 

Tener un trastorno obsesivo compulsivo es bastante duro tanto para las personas que lo sufren, como para las de su entorno. A pesar de lo desagradable que resulta el trastorno, comporta algunos beneficios para las personas que lo padecen, ya que así no tienen que enfrentarse a sus propios miedos y además cubren su necesidad de control.

Fotografía: jplenio