viernes, 31 de julio de 2015

Cachorros de raza

Un granjero tenía cachorros para vender y un niño con una amplia sonrisa le dijo:
—Señor, quiero comprarle uno de sus cachorritos.
El granjero le respondió:
—Estos cachorros son de raza y cuestan bastante dinero.
—He conseguido treinta y nueve centavos ¿es esto suficiente?
Asintiendo con la cabeza el granjero comenzó a silbar y a gritar:
—¡Dolly, ven aquí!
La perra salió corriendo de su caseta seguida de cuatro pequeños perritos que parecían bolitas de pelos. Los ojos del niño danzaban de alegría. Entonces, de la caseta salió a hurtadillas otra bolita. Ésta era notablemente más pequeña y comenzó a renguear en un infructuoso intento por alcanzar al resto. El niño con los ojos fijos y señalando al perrito rezagado, gritó con fuerzas:
—¡Yo quiero ése perrito!
El granjero le dijo:
—Hijo, tú no quieres a ése cachorrito. Él nunca podrá correr y jugar contigo de la forma en que tú quisieras.
Al oír eso, el niño bajó la mano y lentamente se subió el pantalón en una de sus piernas. Le mostró una prótesis de doble abrazadera de acero a ambos lados de su pierna, que iba hasta un zapato especial.
Mirando al granjero, le dijo:
—Como usted verá, señor, yo tampoco corro tan bien que digamos y él necesitará a alguien que le comprenda.

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