Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de un pariente, cuando ve a un japonés poniendo un plato de arroz en la tumba vecina. El hombre se dirige al japonés y le pregunta:
—Disculpe señor, pero ¿cree usted que de verdad el difunto comerá el arroz?
—¡Si! —respondió el japonés—. Cuando el suyo venga a oler sus flores.
Respetar las opciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, actúan diferente y piensan diferente. No juzgues… Solamente COMPRENDE.
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