sábado, 10 de diciembre de 2022

Las dificultades del camino

 


La vida es un camino, un camino lleno de sorpresas, sorpresas agradables y alegres unas y apesadumbrosas otras. En el camino de la vida suele haber días dulces y tristes, pero en esto me pregunto, qué sería de mí si no conociera la alegría y el dolor, no lo sé, simplemente he dado respuesta a esto con más preguntas.

Durante el camino mayormente vamos en compañía, con la presencia de familiares y amigos, pero también puede reinar la soledad. Esos momentos que puedes observar las huellas que han quedado impregnadas dentro de tu camino y puedes darte cuenta de lo que en realidad has vivido y vives, y lo que necesita tu vida para seguir caminando.

Dentro de este camino hay espinas que nunca salen de tu interior, hay estrellas que suelen señalar, pero quizás nunca llegues a palpar la inmensidad de las emociones. Hay momentos que rebasas tu felicidad y momentos de agonías y dolor, pero la vida es un subir y bajar de emociones, es una vida incógnita, pero a la vez suele ser hermosa.

El ser no es más grande por su tamaño si no por la fuerza que se encuentra en su interior. ¿Qué pasaría con las ilusiones y con los logros si entre ellos no existe un esfuerzo? ¿Qué pasaría con caer y no levantarse? No podríamos conocer el éxito, hay personas que luchan y consiguen llegar a la meta sin limitarse en ella, pero hay que ser constantes y seguir adelante.

Durante el camino en algunos momentos es necesario mirar hacia atrás, pero no es necesario retroceder, es necesario escuchar el silencio, tal vez del silencio escuches algo más profundo de lo que escuchas en la turbulencia. Trata de observar a tu alrededor, verás que cada uno tiene un universo diferente, tal vez inexplorado o sin descubrir. El universo de cada persona es circunstancial, cada cuál recorre su camino y durante el recorrido te vas encontrando con dificultades inesperadas y es ahí, dónde descubres quién forma parte de tu camino y quien se encarga de torpedear tu avance. Mientras tú sueñas hay quien, obsesionado, desea no tenerte cerca. No podemos cambiar las actitudes de los demás, pero podemos elegir no dejarnos afectar por ellas.  

Todo requiere de un esfuerzo personal, pero la fuerza de la fe es el impulso que da sentido a la vida. Dios nos permite experimentar muchas veces las situaciones difíciles para así poder disfrutar luego las cosas con las que Él nos bendice. Una persona que ha padecido de una difícil enfermedad, luego de ser sanada, sabrá la inmensa alegría que es vivir una vida en plenitud y por ello agradecerá a Dios por cuidar su salud y por darle fuerzas pasa seguir adelante.

Una buena persona puede valorar lo bueno que es “tener un corazón sano”, a pesar de haber sido lastimado durante su vida, porque sabe que Dios está presente en su vida y le bendice y sana todas las heridas del corazón. Saber que Dios está en nuestra vida y que acude a nuestra llamada, nos llena de fuerzas para no desfallecer frente a las maldades de quienes son movidos por sus rencores. Inmensamente agradecida a Dios por no dejarme caer en la trampa del mal. 

La persona que no haya sabido lo que se siente al ser perdonado luego de haber pecado, no sabrá lo valioso que es el perdón de Dios y por tanto no comprenderá lo bueno que es perdonar a las personas que le han hecho daño. Las personas que hacen daño no podrán vivir en paz mientras no pida perdón por sus maldades, a Dios y a la persona que hiere. No hay peor mal que la pobreza de espíritu. 

Una persona que no haya pasado por alguna dificultad, no sabrá cómo ayudar a alguien que está pasándolo mal. Por tanto, cualquiera que algún momento pasó por una situación muy difícil ya sabrá cómo ayudar a quién esté pasando por lo mismo.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Romanos 8:28.

La vida no es un problema a resolver, sino una realidad a experimentar. Nunca te quejes por las cosas que te han pasado, más bien ponte a pensar qué aprendiste en aquellas situaciones y agradece a Dios por las cosas que te permitieron aprender alguna lección.

En los caminos de la vida nos cruzamos con todo tipo de personas y son las personas las que nos hacen dificultoso el camino, pero no olvides que: "Eres fuerte cuando puedes perdonar a alguien, que no merece ser perdonado. Cuando irradias felicidad, aunque tengas el corazón triste. Cuando puedes sonreír, mientras deseas gritar. Cuando deseas complacer a quien amas, aunque la vida se ha llevado aquello que te hizo feliz".

 

Fotografía: Internet

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