Sabios consejos del filósofo chino Ling Yu Tang:
Trata de vivir feliz, pues solo tienes una vida...
Tu ya no tienes muchos años para vivir, y además no podrás
llevarte nada cuando te vayas, por lo cual debes ser ahorrativo, pero sin
sacrificar tu bienestar.
Gasta el dinero que deba ser gastado, disfruta lo que deba
ser disfrutado, y dona lo que te sea posible.
No te preocupes por lo que pasará cuando te hayas ido, porque
cuando te vuelvas polvo, no sentirás si te alaban o te critican, si te visitan
al cementerio o te olvidan.
El tiempo para disfrutar la vida es este momento, y los
bienes que tan difícilmente ganaste debes gozarlos.
No esperes mucho de tus hijos. No te preocupes mucho por ellos, porque ellos tendrán su
propio destino y encontrarán su propio camino.
Cuida en especial a tus nietos, ámalos, consiéntelos, y
también trata de disfrutarlos mientras puedas.
Los hijos, aunque se preocupen por sus padres, también
estarán continuamente ocupados con sus trabajos, sus compromisos y con su
propia vida.
Muchos hijos que no se preocupan de sus padres, pelearán por
sus bienes aun cuando todavía estén vivos, y desearán que pronto dejen esta
vida para poder heredar sus propiedades y riqueza.
La vida debe tener más cosas que trabajar desde la cuna hasta
la tumba.
Despiértate diariamente a disfrutar un día más de vida, sin
peleas con nadie ni rencores.
Si ya tienes 65 años o más, no intercambies tu salud por
riqueza trabajando en exceso, ya que estarás cavando tu temprana sepultura.
De mil hectáreas sembradas de arroz, sólo puedes consumir media taza diaria, y de mil mansiones, sólo necesitas un espacio de 8 metros
cuadrados para descansar en las noches, así que, si tienes alimento y algo de
dinero para tus necesidades, no necesitas más.
No te compares con otros midiendo tu fama, tu dinero o tu
status social, o ufanándote por ver los hijos de quién tienen más éxito, y en
lugar de eso, reta a tus hijos a que logren felicidad, salud, gozo y calidad
de vida.
Acepta las cosas que no puedes cambiar, pues si te preocupas
demasiado, puedes estropear tu salud.
Crea tu propio bienestar y encuentra tu propia felicidad
haciendo cosas que te diviertan y alegren diariamente.
Recuerda, un día sin felicidad es un día que pierdes.
Teniendo buen ánimo, la enfermedad se curará, pero teniendo
un espíritu alegre, la enfermedad se curará más rápido, o nunca se acercará.
Con buen carácter, adecuado ejercicio, alimentos sanos, y un
consumo razonable de vitaminas y minerales, tendrás vida saludable y
placentera.
Pero, sobre todo, aprende a apreciar la bondad en todo, en la
familia y amigos, pues ellos te harán sentir joven, reviviendo los buenos
momentos y los pasajes interesantes de tu vida.
Dicen que, en la vida, quien pierde el techo gana las
estrellas, y así es.
El tiempo y las oportunidades son como el agua de un río, que
nunca podrás tocarla dos veces, porque ya pasó y nunca pasará de nuevo.
Aprovecha cada minuto de tu vida y no rechaces las
oportunidades de conocer el mundo y disfrutar las cosas buenas de la vida, pues
es posible que nunca se te vuelvan a presentar.
Nunca te fijes en la apariencia, porque ésta cambia con el
tiempo.
No busques a la persona perfecta, porque ésta no existe.
Busca si lo deseas, a alguien que te valore como persona, y
si no la hallas, disfruta tu soledad que es mucho mejor que una mala compañía.
Cree en Dios, cualquiera que sea el concepto que tengas de Él,
y trata de gozar la vida que es muy corta, disfrutando de la familia y los amigos,
pues te irás tarde o temprano de este mundo, y nadie te dará las gracias.
Que la salud y el bienestar te acompañen siempre.