Te toca la lotería cuando, entre millones de probabilidades aparece alguien que logra hacerte la vida un poco menos difícil, cuando te ayuda a superar barreras, a navegar por inmensos mares, cuando es faro y te ayuda a llegar a buen puerto.
Te toca la lotería cuando ese alguien cree en ti tanto como tú, cuando te ayuda a crecer y a creer que todo es posible.
Te toca cuando en tus días malos te quiere el triple y en los buenos se alegra de tu felicidad. Esa es la mayor lotería que nos puede tocar, la de lo recíproco, la de las ganas mutuas y los sueños infinitos. La que no se puede comprar con dinero.
Sergio Rubio
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