martes, 8 de octubre de 2019

Persona irritable


Hay personas que van por la vida dando coces a todo y por todo. Van demostrando su irritabilidad como prueba de que los de su entorno no están serviles a cumplir su voluntad. No toleran que se les lleve la contraria ni que pongas en duda sus pretensiones ni que te relajes con sus exigencias. Son personas exigentes con los demás, pero con ellos no se puede contar para nada. Todo lo que hagas por ellos es poco y son tan desagradecidos que te pueden pagar con desprecios e insultos. 

El ser humano como ser social se define a través de sus relaciones, pero esas relaciones también pueden ser negativas. El conflicto también nos define como personas; qué insultos recibimos, de quién y por qué. Tampoco es posible complacer a todo el mundo a toda hora, de hecho, complacer mucho a alguien suele implicar enervar mucho a otro alguien.

Cualquiera que tenga una mente sana, por tanto, una vida plena, nos invitaría a que hiciéramos algo muy complicado pero extremadamente útil para llevar una vida más agradable; tomarnos los insultos como un elogio. Y si no es posible sentirse elogiado, al menos como una señal de que esa relación no va bien. Esto lo dicen los expertos y aconsejan que si, por ejemplo, alguien te insulta a menudo no puedes tomártelo a pie juntilla, pero puedes mandarle a la mierda y debes hacerlo más pronto que tarde; para siempre y sin volver a hablarle en tu vida. Da igual que sea familia, amistades o compañeros... Si te insultan con asiduidad, adiós. Eso como plan primitivo. Básico. Aceptar que esa gente es un lastre y hay que apartarla de nuestra vida.

El insulto es una muestra de debilidad. Es verdad que a veces nos sentimos impotentes frente a los Poderes y nos sale el insulto como descarga de la impotencia frente al fuerte, porque son entes que nos superan y pensamos que se dedican a intentar jodernos la vida. No lo digo con carácter de exclusividad, nos la intentan joder a la mayoría. A veces con éxito, a veces fracasan. Pero muestro con el insulto una posición inferior respecto a ellos. Eso mismo que me posiciona débilmente cuando insulto me hace fuerte cuando me insultan. Alguien que me insulta lo hace por debilidad. O por miedo. Y no existe mayor debilidad que querer aparentar fortaleza a través de la violencia. 

"No ofende quién quiere sino quién puede" y quién puede es porque le hemos concedido poder para hacerlo, o no. Hay gente que siente fastidio por todo y van siempre fastidiando. Sentir fastidio por los demás puede deberse a dos fuentes básicas: la misma persona hace algo realmente irritante para irritar y se irrita con quién iba dirigida su irritación, o que a la persona irritable solo le basta que respires para irritarse. 

Para lidiar con personas irritantes lo mejor es asumir que la persona fastidiosa intenta molestarte, porque no sabe lo que hace. El hecho es que la mayoría de las personas no tiene la intención de molestarte pero están llevados de sus desencantos y no pueden o no saben controlar su frustración. Son personas que entran en una espiral de contradicciones y reaccionan contrariados con mal humor, como si tú tuvieras la culpa de su mal carácter. 

Cuando te toca estar cerca de personas irritables hay que tener mucha paciencia, por sobrevivencia y por salud. Probablemente no se dé cuenta de que lo que hace es irritante, probablemente se encuentre dentro de su propio mundo y no ve más allá. A veces es mejor aceptar las cosas que no puedas cambiar. Tú puedes cambiar el papel higiénico o la decoración de tu casa, pero no podrás cambiar a nadie más, por eso, concentra tus energías en las cosas que puedas cambiar y las personas a tu alrededor te notarán pletórico. Intenta demostrarle a la persona que te odia que está en un error. Lo mejor que puedes hacer para combatir la ignorancia o el prejuicio es olvidarlo, seguir viviendo tu vida y demostrarle con el ejemplo que la vida vale la pena vivirla siendo generosos y no irritantes. Las personas que no saben valorar lo realmente importante serán probablemente aquellas que no tengan salvación. 

Bueno sería que este tipo de persona pudiera tener la capacidad de detenerse a ver el porqué de su irritabilidad gratuita. Es como si tuviera la necesidad de fijar sus frustraciones en la persona que a lo mejor admira, pero siente malestar porque respire, porque le mira, porque le diga, y eso por qué… por nada. 

Sería bueno que pudieran dar un paso atrás en su comportamiento y se preguntaran cuando están irritados, el por qué de esa aspereza de carácter. ¿Te imaginas siendo alguien con quién todos quieren estar?, ¿por qué seré tan petulante, cascarrabias, amargado como para que las personas se alejen de mí? Si estás molesto con alguien sin saber por qué o si te sientes frustrado debido al hecho de que estás molesto, intenta no descargar en nadie, trata de controlar tu desatino distrayéndote y pensando en todo lo bueno y positivo que posee la persona con la que quieres descargarte injustamente. 

Sé consciente de que tu molestia puede ser un problema contigo en lugar de un problema con la otra persona. Sin duda es posible que la razón por la que algo o alguien nos pone irritados es porque lo vemos como modelo y nos gustaría imitarla, pero nos sentimos incapaces, y no nos damos cuenta que casi sin querer estamos impidiendo que fluya sentimientos nobles y lo convertimos en resentimientos, de modo que nos distanciamos de esa persona generando irritación y enojándonos. Hazte la siguiente pregunta: ¿la razón por la que me molesta se debe a que la otra persona refleja algo con lo que me identifico mucho? 

El pensamiento positivo puede reducir la irritación que sientes hacia los demás. Si frente a alguien que debes querer sientes que su presencia te molesta, eso es motivo para de preocupación, piensa que eso no es normal y tratas de averiguar qué pasa en tu mente y tu corazón, porque el mal está en ti no en la persona a la que tu achacas tus reacciones fuera de sí. 

Ponte frente al espejo y trata de averiguar que pasa dentro de ti. No culpes a nadie de tus males porque tu peor enemigo eres tú mismo. Mientras más dulce sea la persona que te molesta, más amargado te sentirás. Soluciona tus propios problemas antes de descargarlos en los demás. No justifiques tu irritación, el problema está en ti. Despójate de la irritabilidad y disfruta de la vida. 

Posiblemente la Irritación sea una emoción que se compone de varias emociones más simple. Cuando uno está irritado, a la vez, siente incomodidad, enfado, desazón… No obstante, a pesar de tratarse de una mezcla es una sensación clara y que podemos identificar, por tanto, hay esperanza y se puede poner remedio.

Fotografía: PublicDomainPictures

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