No seríamos nada sin nuestros recuerdos, pero pocas veces
pensamos en la memoria como tal, un componente básico y fundamental del cerebro. ¿Cómo
almacena realmente el cerebro los recuerdos? ¿Cómo los recupera? La respuesta
más simple es que el cerebro humano se remodela a sí mismo cada vez que echa
mano a la memoria para hacer aflorar los recuerdo, pero, ¿cómo lo hace?
Esto sucede a través de las acciones de las sinapsis, o los pequeños espacios entre las células cerebrales que se comunican entre sí a través de un sistema electroquímico. Un cambio en la carga eléctrica de una célula desencadena la liberación de sustancias químicas llamadas neurotransmisores a través de las sinapsis. Luego, los neurotransmisores son absorbidos por la neurona del otro lado de la brecha, donde desencadenan cambios eléctricos en esa célula.
En última instancia, los recuerdos están codificados en
circuitos, y las sinapsis son solo un medio para grabar estos circuitos. Eso es
lo que cambia en el cerebro cuando se crea un recuerdo, tienes este nuevo
circuito que codifica el recuerdo, informa 'Live Science'. Los recuerdos están
codificados en circuitos, y las sinapsis son solo un medio para grabar estos
circuitos.
Cuando una neurona estimula continuamente a otra, su conexión
se fortalece, lo que significa que les resulta cada vez más fácil estimularse
entre sí a medida que pasa el tiempo. Cuando rara vez se comunican, su vínculo
se debilita y, a veces, dejan de comunicarse por completo. En el nivel más
básico, el cerebro puede almacenar recuerdos fortaleciendo las conexiones entre
las redes de neuronas.
Los recuerdos humanos se almacenan en varias regiones del
cerebro. El más importante es el hipocampo, que en realidad es un par de
regiones metidas en lo profundo del cerebro y enrolladas sobre sí mismas como
si fueran caballitos de mar. Estas regiones emparejadas son importantes para la
formación de la memoria inicial y desempeñan un papel clave en la transferencia
de recuerdos del almacenamiento a corto plazo al almacenamiento a largo plazo.
La memoria a corto plazo dura solo 20 o 30 segundos antes de desvanecerse, sirve
para recordar un nuevo número de teléfono. Por ejemplo, puedes recordar un
nuevo número de teléfono cuando te lo están diciendo, pero a menos que ensayes
el número una y otra vez, los circuitos neuronales que formaron esa memoria a
corto plazo dejarán de activarse juntos y la memoria se desvanecerá.
Cuando ensayas información o tratas de recordarla, el
hipocampo se activa para fortalecer los circuitos. Con el tiempo, los recuerdos
a más largo plazo se transfieren al neocórtex, la parte externa del cerebro que
es responsable de gran parte de nuestra experiencia consciente. La amígdala,
una región del cerebro con forma de almendra que ayuda a procesar emociones
como el miedo, también juega un papel en la memoria.
La emoción es un componente importante de la creación de
recuerdos. Tanto las situaciones emocionales positivas como las negativas se
recuerdan mejor que los eventos neutrales, probablemente por razones de
supervivencia: probablemente sea importante recordar cosas que fueron muy
buenas o muy malas.
Otras regiones involucradas en la memoria son los ganglios
basales y el cerebelo, que manejan la memoria motora necesaria para, por
ejemplo, tocar una pieza de piano, y la corteza prefrontal, que ayuda con la
"memoria de trabajo", que está involucrada cuando necesitas retener
información sobre algo concreto durante un determinado periodo de tiempo. Tanto
las situaciones emocionales positivas como las negativas se recuerdan mejor que
los eventos neutrales.
La formación de nuevas neuronas también juega un papel
importante en el almacenamiento de la memoria. Comprender cómo funciona la
memoria es importante para avanzar hacia el tratamiento de enfermedades como el
Alzheimer, que provoca la pérdida de la memoria. Comprender algunas de las
peculiaridades de la memoria también puede ayudar a mejorarla. Por ejemplo, el
hipocampo no solo participa en la consolidación de la memoria, sino también en
la orientación, lo cual tiene sentido, dada la importancia de recordar dónde te
encuentras y dónde has estado para moverte.
Aquellas personas que logran proezas asombrosas de
memorización (como recordar decenas de miles de dígitos) a menudo toman
prestadas las capacidades de memoria espacial del hipocampo para hacerlo.
Asociarán mentalmente cada elemento que quieran recordar con una ubicación en
un lugar imaginario, un truco llamado palacio de la memoria. Al visualizar este
lugar en su mente, una persona con práctica en esta técnica puede recordar
grandes cantidades de información.
A grandes rasgos se podría decir que la memoria se encarga de
la codificación, almacenamiento y recuperación de información. Dicho de otra
manera, la memoria nos permite recordar acontecimientos, ideas, relaciones
entre conceptos, sensaciones y en definitiva todos los estímulos que en algún
momento de nuestra vida hemos experimentado.
Está muy bien tener capacidad de memorizar para almacenar información.
Pero lo más valioso que poseemos es la memoria de lo vivido que se graba en los recuerdos. Esa memoria de
vivencias cargadas de sentimientos y emociones que nos hacen vibrar al
evocarlas, y son las emociones de cada vivencia las que se guardan en la memoria
de los recuerdos para siempre, y pasado el tiempo son tu mejor refugio y el impulso para seguir adelante.
¡Qué seríamos si no existiera la memoria! En la memoria se atesoran todas nuestras vivencias y los aciertos y desaciertos de nuestras acciones, aunque las malas acciones son implacables y pasado el tiempo te gritan a través de la conciencia y, lo que te grita la conciencia no lo puedes negar con la boca, llegado el caso, mejor acepta tus acciones y perdónate para que no hagas daño a nadie y puedas terminar tu vida en paz.
¡Así es la vida! Las vivencias se suceden, el tiempo pasa y sólo nos quedan los recuerdos y que esos recuerdos sean buenos recuerdos…
Fotografía: Internet
No hay comentarios :
Publicar un comentario