viernes, 18 de noviembre de 2022

Lo impredecible

Lo impredecible de la vida, que no te atormente. A veces la vida es tan impredecible que, cuando creemos tener el control de todo, se va de nuestras manos. Se van los anhelos del momento, las alegrías, las tristezas, muchas emociones y también se van nuestros sueños. Quizás mucho se transforme la realidad de lo que creemos, puede ser que nunca existió tal realidad, pudimos haber estado dormidos y no percatarnos de lo que sucedía alrededor, o tal vez tan despiertos que en alguna parte de nuestro ser decidimos omitir y hacernos los ciegos.

Cuando creemos tener todo entre las manos, apenas nos percatamos de nuestra existencia, de nuestro respirar, de nuestro palpitar, de nuestros pasos, de las huellas que hemos dejado y las que con gratitud o dolor nos han marcado, de la felicidad inimaginable, de las huellas que también nosotros hemos dejado a lo largo del tiempo.

¿Que, si creo tener la eternidad en las manos, o la eternidad nos espera en algún lado? No sé, pero tengo fe y espero en la eternidad. De lo que sí estoy segura es, que a pesar de que no todo sea como habíamos imaginado, depende de nosotros que los sueños se realicen. En nuestras manos está el poder de ser grandes personas, personas sensibles y amorosas que crean ambientes de paz y armonía para la convivencia. Y el que se dedique a perturbar la convivencia, ese tendrá que dar cuenta…

Al decir verdad, nada se va de las manos, pues no tenemos nada entre ellas que sea seguro; ni la vida misma, ni mi cuerpo, ni mis hijos, ni mis padres, ni familiares, ni amigos... No nos queda más que disfrutar y vivir inmensamente el amor, la vida con todos sus matices, con alegrías y penas, esperanzas y desilusiones, luces y sombras, con todas sus responsabilidades y compromisos. Aquí estamos para vivir el ahora, mañana Dios dirá…

  

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