María: Te sentimos cerca de nosotros. Vas con nosotros por la
vida, acompañando nuestro caminar.
Te pedimos por los que se sienten solos, por los que caminan
solos, por los que luchan en la vida, sin tener cerca una mano amiga.
Sabemos que es dura la soledad, queremos sentirte cada vez más
cerca de nosotros.
Tú conoces nuestra vida y nuestras debilidades, ayúdanos a
encontrar el mejor camino para andar bien sin errar tanto.
Por eso te pedimos que vengas con nosotros, que camines con
nosotros, para hacer nuestro caminar menos duro y menos monótono. Da impulso
nuevo a nuestro corazón, para que camine con espíritu joven y alegre.
Te suplicamos que nos ayudes cuando llega el dolor, cuando
irrumpe la prueba. Alivia con caricias de Madre el sufrimiento de los enfermos,
de los desamparados, de los que han perdido el camino y viven desesperados en
su soledad. Llena los vacíos de todos tus hijos, endulza con tu presencia
nuestras amarguras y conforta con la luminosidad de tus ojos a quien ha
perdido la confianza en la vida.
María, sé nuestra compañera de viaje, porque muchas veces vamos caminando
sin rumbo murmurando nuestros miedos. Acompáñanos para alcanzar la senda que
nos conduce a tu Hijo Jesús.
¡Madre! Ven y camina con nosotros. No nos dejes solos porque
te necesitamos…
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