La escuela de la vida. La vida es una escuela y cada día nos ofrece una nueva enseñanza.
Las experiencias cotidianas van forjando nuestras ideas, nuestra manera de actuar
y nuestro camino a seguir. La vida misma es una guía que nos brinda enseñanzas
que vamos anclando a distintas experiencias. Cuando nuestras experiencias son
positivas, el aprendizaje se vuelve significativo y logramos internalizarla de
manera adecuada. Cuando anclamos el aprendizaje a alguna experiencia negativa,
la relación con nuestro capital queda truncado y nuestras finanzas personales
se ven afectadas.
Lo cierto es que la vida nos enseña muchas cosas que a veces no somos capaces de entender o de explicar. Sin embargo, de una manera u otra,
hay cientos de lecciones de vida que nos llegan a todos, aunque no hagamos uso de
ellas, porque hay quienes imponen sus propias lecciones.
Muchas de estas lecciones de vida llevan mucho tiempo con
nosotros, sin embargo, a veces optamos por ignorarlas, aunque si las aplicáramos
nos permitiría sentirnos mucho mejor y con mayor bienestar en nuestra vida. Valoremos que en los pequeños detalles está la magnitud de las cosas:
Vive la vida sin miedo…
“Lo importante es luchar para vivir la vida, para sufrirla,
para gozarla, perder con dignidad y atreverse de nuevo. La vida es maravillosa
si no se le tiene miedo”. Charlie Chaplin.
Deja de quejarte…
Antes de quejarte, mira a tu alrededor y da gracias por lo
que tienes y por las oportunidades que te ofrece.
Atrévete a correr riesgos…
“Con cada día que vivo estoy más convencida de que el
desperdicio de la vida radica en el amor que no se ha dado, en los poderes que
no se han utilizado, en la prudencia egoísta que no arriesga nada y que,
evitando el dolor, nos impide alcanzar la felicidad”. Mary Chomodeley.
No pierdas oportunidades…
“En la vida hay tres cosas que no vuelven atrás: la flecha
lanzada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida”. Proverbio chino.
Sé sincero, es mejor que mentir…
“Sé sincero, incluso si la verdad es inconveniente, pues
resulta más inconveniente cuando tratas de ocultarla”. Bertrand Russel
El amor es aceptar al otro…
Ama de verdad. Ama, aunque no te amen, lo importante es dar
amor y el amor que das te viene de vuelta. El verdadero amor no se reduce a lo
físico ni a lo romántico, el verdadero amor es la aceptación de todo lo que el
otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es.
Cada persona tiene su propia visión del mundo…
La manera en la que tú ves el mundo es tu versión personal de
él. Nadie más comparte la misma versión de tu realidad.
No existe falta de tiempo…
No existe falta de tiempo, existe falta de interés, porque
cuando la gente realmente quiere, la madrugada se vuelve día, lo imposible en posible y un momento se vuelve oportunidad.
Encuentra el sentido de la vida…
El mundo gira y tú con él. El sentido a la vida se lo das tú.
No culpes a nadie de tus errores y asume tu responsabilidad. Recuerda que el
sentido de la vida no es precisamente el de obtener todo lo que queremos, sino
más bien en saber contribuir y compartir todo lo que tenemos y sabemos.
La vida es corta…
La vida es corta, rompe las reglas, perdona rápido, besa
despacio, ama de verdad, ríe mucho y nunca te arrepientas de ser generoso; la
generosidad te eleva, el egoísmo te aploma. Se feliz haciendo felices a los que
te quieren.
Conquista tus miedos…
“Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el
triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el
que conquista ese miedo”. Nelson Mandela.
Aprecia lo que tienes y a quienes tienes…
En ocasiones no valoramos a las personas que están más cerca
de nosotros. Esos familiares con los que siempre podemos contar, pero ignoramos y vamos a los amigos fingiendo abandono. Recuerda que la vida está para ser experimentada
con todos los sentidos y el palpito del corazón. Es muy gratificante
saber que puedes contar con la familia y con esos amigos que siempre están dispuestos a
tendernos una mano. No esperemos a apreciar lo que tenemos cuando ya lo hemos perdido.
Cuida a tus amistades…
Una amistad no crece por la presencia de las personas, sino
por la magia de saber que, aunque no las ves las llevas en el corazón.
Valora a quien es real…
Un verdadero amigo es el que te aconseja bien. La verdadera
amistad no se trata de quién vino primero o de quién te conoce más tiempo. Se
trata de quién llegó y nunca se fue.
Cuida a las personas…
Si no cuidas a alguien en tu presente, no esperes verle en el
futuro, pues para entonces ya serás su pasado.
Valora a la familia…
El amor de familia es recíproco; el hijo ama y respeta a sus
padres y los padres aman, educan y corrigen a sus hijos. La familia son las personas en tu vida que te
quieren en la suya. Son aquellos que te aceptan por quién eres. Aquellos que
harían cualquier cosa por verte sonreír y aquellos que te aman sin importar
nada. No la desprecies, ella siempre estará para lo bueno y para lo malo. Si le
das patadas no esperes que esté cuando la necesitas. Hay quien aborrece a la
familia de sangre y se apoya en quienes le aplaude sus incongruencias.
Pregunta...
Si alguien te hace daño y te hiere, pregúntale el por qué. Si elude dar respuesta, es que oculta algo. En el que no es sincero no puedes depositar confianza, toca poner distancia, pero siempre con las puertas abiertas a la esperanza.
Resistir…
Me gusta el verbo “resistir”. Resistir a lo que nos
aprisiona, a los prejuicios, a los juicios precipitados, a las ganas de juzgar,
a todo lo que es malvado en nosotros y que sólo quiere expresarse, a las ganas
de abandonar, a la necesidad de quejarse, a la necesidad de hablar de uno mismo
en detrimento del otro, a las modas, a las ambiciones malsanas, al desconcierto
ambiente. Resistir, y… sonreír. Emma Dancourt.
Seamos humildes y aceptemos las lecciones. Siempre hay una oportunidad de aplicar a nuestra vida las enseñanzas que nos ayuden a disfrutar de todo lo que está a nuestro
alcance. Sepamos valorar lo que tenemos y gocemos de un gran bienestar. A veces
hay que liberarse de prejuicios y creencias y empezar a sonreír, porque la vida
solo se vive una vez. Pero, hay que estar atentos, porque la vida es una
escuela y cada día nos da la posibilidad de aprender y reflexionar. Sigamos
cultivando las enseñanzas que nos da la vida: corrijamos lo que hay que corregir
y disfrutemos del bien hacer.
“La paciencia es el alimento de la tolerancia, la tolerancia
es el alimento del amor, el amor es el alimento del perdón y el perdón es el
alimento de la paz”.
“La verdadera pobreza del hombre es la ausencia de Dios en
sus pensamientos”.
Aprender es siempre un regalo, incluso cuando el dolor sea el
maestro. Buda.
Fotografía: Internet
No hay comentarios :
Publicar un comentario