En realidad, cada vida es un regalo... Cada vida es un acontecimiento único, irrepetible e intransferible que merece ser celebrado. Organizar un homenaje es honrar la vida de una persona y el regalo que supone haber formado parte de ella y de su memoria.
La vida siempre nos está regalando momentos que pueden ayudar a expandir la consciencia de nosotros mismos de nuestras capacidades y de nuestros talentos. Es como si siempre nos estuviera invitando a crecer, a ser más más amorosos, más amplios, más expresivos, más curiosos, más aventureros y más juguetones. La vida siempre nos sorprende con ideas geniales que llegan a nuestra mente y a nuestro corazón para invitarnos a entrar a un nuevo estado, uno más elevado que el anterior para vivir en plenitud.
Estas ideas pueden ser bastante simples y sencillas que no
están como tareas diarias, como ordenar armarios, ir a caminar por la playa, cambiar
los muebles de lugar, hacerte un nuevo corte de pelo, leer un libro, hacer un
viaje; pero también y de la misma manera, pueden llegar ideas que parecen ser
más complejas y más difíciles de concretar, como dejar la pareja con la cual la
vida ya no tiene el mismo sentido, renunciar o cambiar de trabajo, cambiarse de
casa o emprender una nueva ruta en cualquier aspecto de la vida.
Sobre ‘la abundancia y la espiritualidad’ cuenta Patricia
González que: Aunque algunas ideas nos parezcan más difíciles que otras, ha
podido comprobar que, para nuestra voz interior, esto no se mide con la misma
vara con la que nosotros lo medimos. Al parecer aceptamos con mayor facilidad
aquellas imágenes que se encuentran menos bloqueadas, sin importar tanto que
tan difíciles sean de alcanzar. Para Patricia fue mucho más fácil aceptar
cambiar su condición de empleada a ser inversionista, que tener una buena
organización en las comidas en la casa. La vida no mide lo que puedes recibir,
solo lo mides tú. Somos nosotros los que ponemos el filtro para dar la
bienvenida o para rechazar algunas ideas y esto depende de nuestra historia
personal, de nuestras inquietudes y de nuestras capacidades.
En muchas ocasiones, algunas de estas ideas geniales, lejos
de hacernos sentir entusiasmados y agradecidos por ellas, nos hacen sentir
deprimidos o generar una contracción de energía como si algo se anudara dentro
de nosotros, también podemos llegar a sentir desmotivación y angustia.
Dependiendo de nuestros bloqueos, podemos convertir esas buenas ideas en malas
ideas que nos hacen sentir apocados o disminuidos.
Muchas veces nos centramos en acallar esa voz que quiere
cosas buenas para nosotros justificándonos con que no tenemos el tiempo, que no
es oportuno o que no tenemos los recursos para hacer de esos sueños una
realidad.
¿Te has preguntado de dónde viene esa voz y por qué te dice
estas cosas? Esas ideas que te alegrarían la vida son insinuaciones de tu guía
interior. Esas ideas son regalos diseñados justo a tu medida para que puedas
expandirte y tener una experiencia que te haga sentir más vivo y más
amado. Cada idea de algo mejor para ti
es un regalo de tu guía interno que sabe que eso te haría sentir mucho mejor.
De acuerdo a nuestra formación, muchas veces no podemos
aceptar que la vida sea tan generosa y antes de darnos cuenta desechamos
aquello que podría abrirse paso en el tiempo entre pocas oportunidades para que lleguen por vías que en este momento no conocemos. El solo hecho de no saber
cómo se harán ciertas cosas no es suficiente como para postergar aquellos
regalos o decidir que son muy difíciles de alcanzar.
Cuando nos resistimos a esas ideas geniales estamos
rechazando esos regalos que la vida nos quiere dar. Esto es lo que llamamos
bloqueo. Este bloqueo se comienza a disolver cuando te das cuenta que solo se
trata de tus miedos e inseguridades o un recuerdo de tu pasado que no te
permite aceptar lo nuevo, lo que nunca has tenido antes. Una vez que vences tus
propias limitaciones puedes dejar de oponer resistencia y abrir las compuertas
a los regalos.
Hay que estar atento a estas ideas geniales que llegan en
cualquier momento. Recíbelas como un regalo de tu ser más elevado. Acoge el
regalo con aprecio y agradecimiento y comienza a regar la semilla pensando que dará su fruto. Deja que llegue a tu imaginación esa posibilidad y observa lo
hermoso y agradable que se siente al recrear esa posibilidad realizada.
Estar de acuerdo con tu ser interior es genial, sintonizar en la magnitud es maravilloso.
Todo tiene su momento. No rechaces los regalos que la vida te
quiere dar solo porque en tu pasado aprendiste o creíste que eso era muy difícil de
conseguir. Si las ideas están llegando a ti, es porque en tu futuro son
posibles. Dale espacio a esa energía nueva ahora mismo en tu presente y deja
que madure a la luz de tu amor propio.
En el pasado pudiste aprender que había cosas negadas para
ti, pero eso pertenece al pasado. La vida es como un río donde el agua del
presente no es la misma que el agua que pasó ayer. Si te liberas del
condicionamiento que recibiste o te pusiste, o por tus malas experiencias transgeneracional o trasgresoras, te sentirás libre para crear algo nuevo.
El karma no se tiene que pagar eternamente, tiene que llegar el momento de
terminarlo y la vida desea eso para ti en el momento preciso.
A veces las limitaciones están en nosotros. La vida es
generosa, ella no tiene intenciones de negarte nada de aquello que puedas
anhelar. La vida no tiene razones para negarte momentos agradables y felices.
¿Qué podría desear la vida que no sea bueno para los seres humanos? ¿Por qué a
veces podemos pensar que la vida no quiere regalarnos cosas y condiciones que
nos hagan sentir bien? ¿Qué crees que pueda perder la vida al darte sus
amorosos regalos? O ¿Qué crees que pueda ganar la vida, al negarte sus regalos?
La vida necesita seres alegres y amorosos que puedan
contagiar a otros con más alegría de vivir para que el amor se pueda expandir a
toda la tierra. Cuando nos sentimos contentos, seguros, confiados, en comunión
con todos los seres vivos, nos sentimos más vivos y la vida no puede desear más
que una vida llena de vida, amor, energía y vitalidad.
Para cultivar el espíritu positivo en tu día a día también tienes que valorar de verdad esos regalos que te ofrece la vida. La vida es el mayor regalo que puedes disfrutar cada día, una oportunidad única e irrepetible de ser feliz en medio de este viaje que está lleno de aventuras, ilusiones, tristezas, desencantos, alegrías y amor.
El amor da plenitud al ser. El amor es un bien universal y el afecto no se puede reducir al plano de pareja, sino que en cualquier tipo de vínculo existe un cariño que te hace sentir más pleno y más completo. Aunque hay familias rotas, la familia es el máximo tesoro que tiene una persona a lo largo de la vida. En la amistad existen amigos que son familia y también los hay pasajeros, por el contrario los padres siempre están ahí, son un apoyo incondicional, un refugio seguro. Incluso cuando se han ido, siguen estando muy presentes en el corazón y en la memoria de las personas gracias a ese maravilloso poder del vínculo y los recuerdos.
Ama la vida, porque es un regalo que no recibirás dos veces...
La vida y todo lo que la envuelve es un regalo maravilloso, la vida también se muestra
en el azar del destino y en el poder de lo imprevisible. Existen momentos que se desborda tu corazón y te desborda por inesperados. Deja de planificar todo
tanto para que la vida también te sorprenda y disfrutes de sus bondades. Valoremos todo lo que supone vivir.
La salud es un regalo maravilloso puesto que es el pilar que sustenta el bienestar integral en todos los ámbitos; es el motor que bombea las fuerzas y el empuje para acometer proyectos y disfrutarlo.
Las ilusiones alimenta el alma y la llena de luz y de sueños. Verdaderamente las pequeñas
cosas son las que de verdad aportan una ilusión sincera, solo con una mirada, una palabra, una sonrisa, un beso, un gesto de
cariño…
Sí, la vida te da regalos fantásticos solo tienes que mirarte al
espejo porque el mayor don lo tienes delante de tus ojos: eres una persona
maravillosa.
Es increíble, cada día recibimos regalos en los que no reparamos ni le
damos el valor y la importancia que tienen para nuestra vida. Pues, abramos los sentidos y dejémonos sorprender...
Seamos agradecidos y demos gracias a Dios por todo y por
tanto.
¡Gracias, Señor!
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