¡Tercera edad!
¡Qué linda frase!
Aquí no hay viejos,
solo que llegó la tarde:
una tarde cargada de experiencia,
experiencia para dar consejos.
Aquí no hay viejos,
solo que llegó la tarde.
Viejo es el Mar y se agiganta,
viejo es el Sol y nos calienta,
vieja es la Luna y nos alumbra,
vieja es la Tierra y nos da vida,
viejo es el Amor y nos alienta.
Aquí no hay viejos,
solo nos llegó la tarde.
Somos seres llenos de saber,
graduados en la escuela
de la vida y en el tiempo
que nos dio postgrado.
Subimos al árbol de la vida,
cortamos de sus frutos lo mejor,
son esos frutos nuestros hijos
que cuidamos con paciencia,
nos revierte esa paciencia con amor.
Fueron niños,
son hombres,
serán viejos,
la mañana vendrá
y llegará la tarde
y ellos también darán consejos.
Aquí no hay viejo,
solo llegó la tarde.
Joven: si en tu caminar encuentras
seres de andar pausado
de mirada serena y cariñosa
de piel rugosa
de manos temblorosas,
no los ignores ayúdalos,
protégelos ampáralos.
Bríndales tu mano amiga,
tu cariño.
Toma en cuenta que un día
también a ti,
te llegará la tarde.
Mario Benedetti.
Recuerda que un viejo es un triunfador, pronto llegará a su meta, pronto su carrera terminará y llegará hasta el Creador y con su frente en alto dirá: «Gracias, Señor, lo logré».
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