jueves, 3 de junio de 2021

Corpus Christi

 


Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía, y la Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión. Corpus Christi (Cuerpo de Cristo) o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, antes llamada Corpus Domini (Cuerpo del Señor), es una fiesta de la Iglesia católica destinada a celebrar la Eucaristía. Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de los creyentes en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento, dándole públicamente el culto de adoración (latría) el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés, es decir, el Corpus Christi se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección.

La fiesta del Corpus Christi, presencia de Jesucristo en la Eucaristía y oportunidad para reavivar nuestra fe. En esta Solemnidad, la Iglesia Católica celebra también el Día de la Caridad, para recordarnos y hacernos caer en la cuenta que ambas realidades son inseparables

El Corpus Christi es una de las festividades de la Iglesia Católica más importantes, donde se celebra la presencia de Cristo en la eucaristía. Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre. En la mayoría de las diócesis, las celebraciones del Corpus Christi incluyen procesiones en las calles y lugares públicos en las cuales, el cuerpo de Cristo es exhibido y acompañado por multitudes de fieles.

El origen de la festividad del Corpus Christi se remonta hasta el siglo XIII, en Bélgica, para ser precisos en la ciudad de Lieja, donde el obispo aceptó la solicitud de una religiosa, Juliana de Cornillon, que quería celebrar el Sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo en una fecha ajena a la Semana Santa. Esta última, priora en el Monasterio de Mont Cornillon, afirmaba que, desde su juventud, Dios le había instruido para que un día ella pudiera establecer la festividad del Cuerpo de Dios.

Así fue como el director espiritual de la santa, el canónigo John de Lausana, apoyado por numerosos teólogos, hicieron la petición al obispo, Roberto de Thorete, para celebrar la fiesta en honor al Corpus Christi. El visto bueno llegó en 1246, estableciéndose como fecha el primer jueves de la Octava de Pentecostés.

Es por ello por lo que el Corpus Christi no se celebra siempre el mismo día. El día de la celebración siempre era en jueves, pero a partir de 1990, al dejar de ser festivo este día, se trasladó la festividad al domingo. De hecho, pese a que la solemnidad litúrgica sea el domingo, diversas localidades celebran la procesión el jueves como marcaba la tradición, siendo además jornada festiva.

Sin embargo, la extensión de la solemnidad a toda la Iglesia se remonta a los tiempos del Papa Urbano IV, con la bula Transiturus Corpus Christi, el 11 de agosto de 1264. El milagro eucarístico de Bolsena, una ciudad cercana a Roma, fue del año anterior. Aquí, un sacerdote, durante una peregrinación hacia Roma, tenía dudas sobre la veracidad de la Consagración mientras celebraba la Santa Misa. Tras partir la Sagrada Forma, salieron unas gotas de sangre que mancharon el corporal y algunas piedras del altar que aún se conservan hoy en la basílica de Santa Cristina. Al extender la solemnidad a toda la Iglesia Católica, Urbano IV estableció como fecha el jueves siguiente al primer domingo después de Pentecostés.

Luego, según algunos biógrafos, el Papa Urbano IV encargó un oficio "la liturgia de las horas" a San Buenaventura y a Santo Tomás de Aquino. Cuando el Pontífice comenzó a leer en voz alta el oficio elaborado por Santo Tomás, San Buenaventura fue rompiendo el suyo en pedazos.

Decir que, la procesión es un acto donde, normalmente se personifica la unión entre el poder civil y el religioso. Esta relación también se establece en la procesión del Corpus Christi que, además, su celebración no tiene su origen en la Iglesia sino en el pueblo, tal y como recoge el canon 386 del Ceremonial de los Obispos: “Como celebración peculiar de esta solemnidad está la procesión nacida de la piedad de la Iglesia; en ella el pueblo cristiano, llevando la Eucaristía, recorre las calles con un rito solemne, con cantos y oraciones, y así rinde público testimonio de fe y piedad hacia este sacramento.”

En España el Corpus Christi se celebra en todas las diócesis, aunque especialmente famosas son las fiestas en Toledo y la de Granada.

Corpus Christi. En el Cuerpo de Cristo, Jesús se nos da como alimento de salvación. Lo que es lo mismo: La Comunión, es recibir a Cristo Eucaristía en nuestra alma, lo que produce ciertos efectos en nosotros:

Nos une a Cristo y a su Iglesia.

Une a los cristianos entre sí.

Alimenta nuestra alma.

Aumenta en nosotros la vida de gracia y la amistad con Dios.

Perdona los pecados veniales

y nos fortalece para resistir la tentación y no cometer pecado mortal.


Los cristianos que vivimos la fe, cuando no podemos ir a comulgar sabemos que podemos llevar a cabo la comunión espiritual, rezando la siguiente oración:

"Creo, Jesús mío,

que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.

Te amo sobre todas las cosas

y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma,

pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Quédate conmigo y no permitas que me separe de ti.

Amén".


Fotografía: Internet 

 

No hay comentarios :

Publicar un comentario