miércoles, 28 de octubre de 2020

Con las manos

 —Abuela, ¿cómo se afronta el dolor?

—Con las manos, cariño. Si lo haces con la mente en lugar de aliviar el dolor, este se endurece aún más.

—¿Con las manos abuela?

—Sí. Nuestras manos son las antenas de nuestra alma. Si las mueves tejiendo, cocinando, pintando, jugando o hundiéndolas en la tierra, envías señales de cuidado a la parte más profunda de ti. Y no habrá señales de dolor y tu alma se ilumina porque le estás prestando la atención que necesita.

—Entonces ¿las manos son realmente tan importantes?

—Sí, hija mía. Piensa en los bebés: comienzan a conocer el mundo gracias al toque de sus pequeñas manos.

Si miras las manos de los viejos, te cuentan más sobre su vida que cualquier otra parte del cuerpo.

Todo lo que se hace a mano se dice que está hecho con el corazón.

Porque es realmente así: las manos y el corazón están conectados.

Los masajistas lo saben bien: cuando tocan el cuerpo de otra persona con sus manos crean una conexión profunda. Es precisamente a partir de esta conexión que llega la curación.

Piense en los amantes: cuando se tocan las manos, hacen el amor de una manera más sublime.

—Mis manos abuela… ¡no he sabido utilizarlas y a partir de ahora quiero usarlas como lo haces tú!

—Muévelas, mi amor, comienza a crear con ellas y todo dentro de ti se moverá. El dolor no pasará, y en cambio lo que hagas con ellas se convertirá en la obra maestra más hermosa. Y ya no dolerá más, porque habrás sido capaz de transformar su esencia.

Elena Bernabè

sábado, 24 de octubre de 2020

Tormenta


 

Tormenta y tempestad se parecen, pero no es lo mismo. La palabra tormenta se utiliza para designar principalmente a aquellos fenómenos meteorológicos que se generan de manera relativamente abrupta y que se componen por fuertes lluvias, nubarrones, truenos y relámpagos, posibles caídas de granizos y otros elementos que contribuyan a generar una sensación de caos urbano. Las tempestades son conocidas por suceder en altamar, donde  la furia del mar desata olas gigantes que se traga cualquier barco. De todas maneras, ambos fenómenos son parecidos y pueden ser considerados tempestades siempre y cuando impliquen algún grado de desorden o violencia.

martes, 20 de octubre de 2020

Confianza en la madre

 

Una madre y su hijo iban a cruzar un río. La madre le dice:

Hijo toma mi mano.

Él le respondió:

No mamá, toma tú la mía.                         

La madre pregunta:

 Hijo, ¿cuál es la diferencia?

El hijo contestó:

Si pasara algo mientras cruzamos el río, quizás yo suelte tu mano. Pero si tú tomas la mía, estoy seguro que pase lo que pase no me soltarás.

lunes, 19 de octubre de 2020

La vida buena

La vida buena...

La vida buena, no la buena vida.

Esa que escapa de lujos, excesos y oropeles.

La que no cae en las redes del consumo,

ni reduce el gozo humano a vivir acumulando.

La que piensa más allá de pensar en ella misma.

La que no cierra las puertas, la que extiende la mano.

La vida buena, no la buena vida.

Esa que se conforma al pan de cada día.

La que no tiene paredes que la protejan,

ni seguros, ni preocupaciones, ni miedos.

La que se abre a los pobres y distintos.

La que comparte con ellos techo y sueldo.

La vida buena, no la buena vida.

Esa que no se achata por abajo ni por arriba.

La que no se aviene a propiedades,

ni facilidades ni protagonismos.

La que abre, sin descanso, caminos

a la paz, al amor, a la fe y a la alegría.

Seve Lázaro, sj.

sábado, 17 de octubre de 2020

Mudanza


 

El hogar: mi casa, tu casa, es un lugar de apego seguro y un referente importante de nuestra vida. En nuestra infancia, nos acoge, nos da afecto y nos protege. Y durante la adultez, nos afirma y nos da seguridad. La casa nos afinca a un lugar y nos hace tener raíces.

Solemos buscar en nuestra casa el calor familiar de hogar, el olor a comida caliente, el colchón que descanse los anhelos, el refugio que proteja los miedos. Cuando pasamos las jornadas fuera por motivos de trabajo, resolver asuntos o porque salimos a pasear, cansados de calle deseamos llegar a nuestro hogar, como si nos diera ese calor afectivo que tanto necesitamos y nos arropara con seguridad y calma. “Hogar dulce hogar”.

jueves, 15 de octubre de 2020

Santa Teresa de Jesús

 


“En la cruz está la gloria y el honor, y en el padecer dolor, vida y consuelo, y el camino más seguro para el cielo.”

Hoy 15 de octubre la Iglesia católica celebra la Fiesta en honor a Santa Teresa de Jesús o de Ávila, Virgen y Doctora de la Iglesia, una española y mística carmelita, patrona de las escritoras: La primera mujer, junto a Santa Catalina de Sena que recibe el título de Doctora de la Iglesia.

“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: solo Dios basta”. Estas líneas corresponden a uno de los poemas que escribió la gran Santa Teresa de Jesús, la primera mujer declarada Doctora de la Iglesia, y que pueden ser consideradas como una de las plegarias más hermosas que existen. Santa Teresa de Jesús —o de Ávila, en virtud del lugar donde nació— fue la reformadora del Carmelo en el siglo XVI, y fundadora de la Orden de las Carmelitas Descalzas.

Los hijos se van

Hay que aceptarlos con esa condición,

hay que criarlos con esa idea,

hay que asumir esa realidad.

No es que se van...

es que la vida se los lleva.

Ya no eres su centro.

Ya no eres propietario,

eres consejero.

No diriges, aceptas.

No mandas, acompañas.

No proyectas, respetas.

Ya necesitan otro amor,

otro nido y otras perspectivas.

Ya les crecieron las alas y quieren volar.

Ya les crecieron las raíces y maduraron por dentro.

Ya les pasaron las borrascas de la adolescencia y tomaron el timón.

Ya miraron de frente la vida y sintieron el llamado,

para vivirla por su cuenta.

Ya saben que son capaces de las mayores aventuras

y de la más completa realización.

Ya buscaran un amor,

que los respete, que quiera compartir,

sin temores ni angustias las altas y las bajas en el camino,

que les endulce el recorrido y los ayude en el fin que quieren conseguir.

Y si esa primera experiencia fue equivocada,

tendrán la sabiduría y las fuerzas, para soltarla, así,

otro amor les llegará para compartir sus vidas en armonía.

Ya no les caben las raíces en tu maceta,

ni les basta tu abono para nutrirse,

ni tu agua para saciarse,

ni tu protección para vivir.

Quieren crecer en otra dimensión,

desarrollar su personalidad,

enfrentar el viento de la vida,

al asombro del amor y el rendimiento de sus facultades.

Tienen un camino y quieren explorarlo.

Lo importante es que sepan desandarlo.

Tienen alas y quieren abrirlas.

Lo importante es que sean limpias,

de un vuelo alto y de conciencia recta.

Tienen juventud y quieren vivirla.

Lo importante es el corazón sensible,

la libertad asumida y la pasión a flor de piel.

Que la rienda sea con responsabilidad,

y la formación, llena de luz.

Tú quedas adentro:

En el cimiento de su edificio.

En la raíz de su árbol.

En la corteza de su estructura.

En lo profundo de su corazón.

Tú quedas atrás:

En la estela luminosa que deja el barco al partir.

En el beso que les mandas.

En el pañuelo que los despide.

En la oración que los sigue.

En la lágrima que los acompaña.

Tú quedas siempre en su interior,

aunque cambies de lugar.

Zenaida Bacardi de Argamasilla

                                                                                  

lunes, 12 de octubre de 2020

Leyenda sobre la Virgen del Pilar

 


Según cuenta la leyenda, en la noche del 2 de enero del año 40, Santiago uno de los apóstoles del Señor se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro, cuando oyó voces de ángeles que cantaban «Ave, María, gratia plena» y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol. La Virgen del Pilar se apareció al apóstol Santiago en la Caesaraugusta del Imperio Romano (hoy Zaragoza). Tiempo después, sobre ese mismo lugar, empezó a levantarse un templo en el que venerar su figura cuya imagen fue colocada sobre una columna de jaspe y que, con los años se convirtió en la conocida «Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza».

sábado, 10 de octubre de 2020

Personalidad-carácter


 

Personalidad y carácter: conceptos y diferencias. Muy a menudo utilizamos las palabras carácter y personalidad para referirnos  a comportamientos particulares o a la suma de comportamientos de una persona. Pero estos términos se usan indistintamente y de forma intercambiable, lo que es un grave error, puesto que no significan lo mismo.

La personalidad son las características o mezcla de características que hacen a una persona única. Weinberg y Gould.

jueves, 8 de octubre de 2020

Cúrate mijita

Consejos de María Sabina, indígena, poeta mexicana: 

Cúrate mijita, 

con la luz del sol y los rayos de la luna.

Con el sonido del río y la cascada.

Con el vaivén del mar y el aleteo de las aves.

Cúrate mijita, 

con las hojas de la menta y la hierbabuena, 

con el neem y el eucalipto.

Endúlzate con lavanda, romero y manzanilla.

Abrázate con el grano de cacao y un toque de canela.

Ponle, amor al té en lugar de azúcar 

y tómalo mirando las estrellas.

Cúrate mijita, 

con los besos que te da el viento 

y los abrazos de la lluvia.

Hazte fuerte con los pies descalzos en la tierra 

y con todo lo que de ella nace.

Vuélvete cada día más lista haciendo caso a tu intuición, 

mirando el mundo con el ojito de tu frente.

Salta, baila, canta, para que vivas más feliz.

Cúrate mijita, 

con amor bonito, y recuerda siempre:

Tú eres la medicina…

 

 

miércoles, 7 de octubre de 2020

Allí estás Tú

 Al despertar y al volverme a acostar,

allí estás Tú.

Cuando estoy enferma

y cuando rebozo de salud,

allí estás Tú.

Cuando el éxito me acompaña

y cuando el fracaso me persigue,

allí estás Tú.

Cuando siento que no tengo techo,

allí estás Tú.

Cuando el miedo me cierra el horizonte,

allí estás tú.

Cuando parece que todos me abandonan,

allí estás Tú.

En cada abrazo que me devuelve la paz,

allí estás Tú.

En los libros largos

y las tareas tediosas,

allí estás Tú.

En los momentos de alegría y claridad,

allí estás Tú.

En cada uno de los que quiero,

allí estás Tú.

En cada persona

con la que no tengo ganas de hablar,

allí estás Tú.

En aquellos a quienes me envías,

allí estás Tú.

En mis zonas de confort,

allí estás Tú.

En las fronteras,

allí estás Tú.

En el café de la mañana,

en la lluvia inesperada,

en las plantas que florecen,

allí estás Tú.

Allí estas Tú, que habitas

cada parte de mí y de mi mundo.

Inundándolo todo,

no dejándome salir.

Recordándome que,

aunque a veces yo quiera irme de mi misma,

Tú nunca quieres irte de mí.

María Sol Galera

lunes, 5 de octubre de 2020

A veces...

A veces hay que esperar, 

porque las palabras tardan

y la vida suspende su fluir.

A veces hay que callar,

porque las lágrimas hablan

y no hay más que decir.

A veces hay que anhelar

porque la realidad no basta

y el presente no trae respuestas.

A veces hay que creer,

contra la evidencia

y la rendición.

A veces hay que buscar,

justo en medio de la niebla,

donde parece más ausente la luz.

A veces hay que rezar

aunque la única plegaria posible

sea una interrogación.

A veces hay que tener paciencia

y sentarse junto a las losas,

que no han de durar eternamente.

 José María R. Olaizola, sj

 

sábado, 3 de octubre de 2020

Rota se camina igual

 


"Rota se camina igual": Este es un libro que estará siempre de actualidad, porque es un viaje al interior de las emociones, con el que podemos identificarnos y hacernos carne a través de las heridas del desamor, del abandono, de las pérdidas, de la soledad y de la desolación. Lorena Pronsky nos muestra cómo puede volverse a construir un nuevo mundo, aún con esas grietas que la vida nos impone. Este es un viaje de regreso hacia nosotros mismos, en donde nos cruzaremos con dos opciones: aferrarnos a un dolor que nos deja en pausa o asumir la realidad que nos toca vivir, entendiendo que rota puede caminarse igual. Apoyada en la herida como parte inevitable de la vida, la autora nos invita a reflexionar acerca de cómo y de qué forma podemos transitar con los dolores que nos perforan el alma y nos marcan un nuevo destino. Con un lenguaje sencillo y con la capacidad magistral de poner en palabras las emociones, nos lleva por todos los huecos de la subjetividad humana para darnos, en cada texto, la llave que nos permita abrir esa puerta que uno mantiene cerrada.

jueves, 1 de octubre de 2020

Para triunfar en la vida

Era un niño muy listo para su edad. Un día, fue a visitar a su abuelo con una idea fija en mente; quería triunfar en la vida y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograrlo, por eso pensó que su abuelo le podría ayudar, ya que había sido una persona exitosa, por lo que, si había algún secreto, sin duda se lo contaría. Sin más, le dijo:

 —¡Abuelo! Cuando crezca, quiero tener mucho éxito, como tú. ¿Puedes darme algún consejo para alcanzarlo?

 El abuelo no le respondió, cogió al niño de la mano y lo llevó al vivero donde solía comprar las plantas. Entonces le pidió que eligiera dos árboles. Al llegar a casa, los plantaron. Colocaron uno en el jardín y otro en una maceta, dentro de casa. Preguntó entonces el abuelo:

 —¿Tú qué crees; cuál de los dos árboles crecerá mejor?

 El niño se tomó unos minutos para pensar y respondió:

 —El árbol de la maceta, porque está dentro de casa, protegido y más seguro. El que está afuera tendrá que enfrentarse a la lluvia, al sol y al viento y tendrá más dificultades para crecer y quizás hasta muera.

 El abuelo se encogió de hombros y no dijo nada más. Los años pasaron, mientras, el abuelo cuidaba ambas plantas. Un buen día, el niño, que ya era un joven, recordó la pregunta que le había hecho a su abuelo años atrás.

 — ¡Abuelo! Aún no has contestado a mi pregunta. ¿Cómo puedo tener éxito?

 El anciano llevó a su nieto a ver ambos árboles. Luego le preguntó:

 —¿Cuál ha crecido más?

 El joven se quedó perplejo, aquello no tenía sentido.

 —¿Cómo es posible? El árbol de la maceta tenía todas las condiciones dentro de casa. ¡Debía haber crecido más!

 El abuelo sonrió…

 La opción más segura te permite sobrevivir, pero no alcanzar el éxito o vivir con plenitud. En cambio, los peligros se convierten en desafíos que te impulsan a crecer. Solo teniendo el valor para arriesgar podrás descubrir tu verdadero potencial.