martes, 23 de junio de 2020

Querido Diario


El Diario es ese cuaderno personal donde cada noche escribes todo lo que te ha sucedido durante la jornada: lo que hiciste, dónde fuiste, con quién estuviste, lo que dijiste, lo que viste, lo que deseabas, lo que pensabas… Todo formar parte de tus secretos más íntimos y lo guardas en tu Diario que cierras con llave. 

Creo que la mayoría de chicas en la adolescencia hemos tenido la tentación de comenzar a escribir un Diario. Es momento de cambio, de niña a mujer y te sientes romántica y sueñas conque todo es maravilloso. Muchas empiezan a escribir y lo dejan, muy pocas son las que lo toman como rutina y seguramente, pasado el tiempo al abrirlo sentirán que entre sus hojas late su vida. Ahí has ido registrado la alegría de vivir junto a las personas que más quieres y que siempre están a tu lado y también registras a toda la gente que has ido conociendo a través de los caminos de la vida. Vas registrado situaciones y acontecimientos que además, quedan grabados en la memoria para siempre. El Diario lo recoge fielmente y cuando pasado el tiempo quieras refrescar la memoria, acudes a él. 

Esto viene a cuentos porque se da el caso de una acusación grave, relacionada con una madre que se le está acabando la vida y una hermana, porque se le apetece dejar en mal lugar a otra hermana, (a la que todos los hermanos llevados del rencor la han puesto en la diana para derribarla) se pone de testigo de que vio llorar a su madre por su culpa, y para eso manipula los hechos y encima apela a su buena memoria. Si tuvieras buena memoria y recordaras tu currículum, (tu historia de vida ha sido deplorable...) tendrías que cerrar la boca porque no hay comparación. Flor a su madre la trató como a una madre, con cariño, respeto, agradecimiento y admiración, si todos sus hijos la hubieran tratado como tenía que ser, como a una madre, no hubiera derramado tantas lágrimas: “Lágrimas de sangre” decía ella, que le habían hecho derramar sus hijos. 

Flor no le tiene miedo a su pasado, le gusta recordar todo lo que ha vivido, lo bueno y lo que no ha sido tan bueno, todo le ha servido y han conformado la persona que hoy es. Un hermano viendo su buena memoria le decía que ella recuerda porque lo tiene todo escrito, y ella le contesta, “escrito no, lo tengo vivido y grabado en mis vivencias”. La vida es como una montaña rusa, nos lleva a lo alto de la felicidad y nos baja a situaciones de enfermedades, dolor y desprecio, y todo forma parte de la vida. Y si un día falla la memoria y tienes un Diario, abriremos el Diario que se encargará de recordar todo lo acontecido. 

Cuando tienes buena memoria puedes recordar situaciones pasadas, hechos y palabras que te traen de nuevo momentos inolvidables que te llenan de nostalgias o dolor. Pero cuando alguien, malintencionadamente cambia el relato de una historia y lo utiliza como lanza para dañarte, aunque te quedes perpleja buscando la razón de tal desatino, debes mantenerte fiel a los hechos y defender la verdad. Si la intención es desestabilizar una relación, si no hay un porqué se busca para procurar que vaya de mal en peor. En este caso hay interés en mantener las desavenencias porque se persigue un fin. 

A veces hay que recordar hasta el día y la hora de un acontecimiento para poder poner a cada cosa en su lugar, o a cada cual en su sitio. Yo tengo que decir que me siento muy agradecida a la vida por tanto que me ha dado. Nací a la vida a través de los mejores padres, me educaron, cuidaron y me transmitieron valores de respeto, lealtad, honestidad, solidaridad, sinceridad, verdad, como a todos sus hijos, y si hoy  levantaran la cabeza volverían a morir de pena… 

Sucedió. Sucedía qué, en un grupo de hermanos, las hermanas confabularon contra una hermana a la que destruían todo su prestigio para recuperar el de ellas. “A quién te hable mal de un hermano, pregúntale cuántas veces te ayudó”. Se aliaron los ocho, mujeres y varones y juntos, dando una imagen de unidad se dedicaron a desprestigiar a la hermana Flor. Hermanos que se quieren no pueden pisotear a otro, eso es una contradicción. Como decía, sucedió que Lita, tiempo atrás, le dijo a una tía que no saludaba a Flor porque tenía que hablar con ella primero. Flor en ese momento le dijo que cuando ella quisiera. Pasó años, un día encontrándose de visita en un Hospital, Flor no la saludó (si ya le había negado el saludo y no habían hablado), pero Lita delante de gente, como defensora del bien hacer le llamó la atención. Flor le recordó sus palabras, pero ella se creía con derecho a humillar, (porque en el grupo se da la paradoja "lecciones doy que para mí no tengo") y Flor le insistió de verse y hablar. 

Al poco quedaron para hablar. Lita le dijo que iría acompañada de Sari. Flor que no tiene ningún problema con ninguno de sus hermanos, solo pide explicación a la actitud para con ella, pero no dan explicaciones y le echan la culpa de todo a Flor ¿de qué? Todos tenemos derecho a pedir explicaciones y existe el deber de darlas. En ese encuentro, Lita aparentemente conciliadora y Sari no podía disimular el rencor, y más que dar una razón a otro episodio en un Hospital demostraba desprecio hacia Flor y su hija. Flor aclaró a Lita el tema pendiente donde ella pudo comprobar que solo ella era culpable de lo que culpaba a Flor, y dio explicaciones a todas las dudas que traían. Lo que si comprobó Flor que Sari está cargada de odio hacia ella y así se lo hizo saber y no lo negó, pero la sorpresa vino dada por Lita al traer a colación un hecho tergiversado y agravado para dejarla como mala hija, ese es el empeño de dejarla en mal lugar.

Esto hace remover el dolor de un día como hoy, aniversario de la despedida de mi madre, que aunque pasen los años sigue doliendo su ausencia. Decir que, por entonces Lita vivía allende los mares, y hacía un mes y medio que estaba en la casa materna, pasaba por altibajos personales (conflictos de pareja) y  se pensó que le venía bien a ella desconectar de la pareja y venía bien que acompañaba a la madre, ya que Flor aunque estaba pendiente, iba y venía porque tenía su casa y sus hijos. 

Pues, le contaba Lita a Flor que el viernes, dos días antes de fallecer la madre, que ella lo recordaba bien que fue el viernes. Según ella, Flor había llamado a la madre y le había dicho que no iba más verla, y que su madre lloraba desconsoladamente, que ella la tuvo que sentar en una silla para tranquilizarla, porque no paraba de llorar. Flor a escucharla se le hizo un nudo en la garganta y le dijo que eso no era cierto, pero ella insistía que era verdad, que ella lo recordaba bien, que fue el viernes, dos días antes de fallecer. Flor buscaba la razón de su insistencia, “sí, sí, fue el viernes, dos días antes que me acuerdo perfectamente”. Pobrecita mía, ese día que dice Lita la madre se lo pasó acostadita y Flor la miraba con el alma rota porque veía que se iba. 

Entonces Flor le recordó que lo de la llamada fue al día siguiente de ella llegar, (un mes y medio antes de ese viernes) y que no fue como ella contaba. Por costumbre todos los días después de desayunar la madre llamaba a Flor, aunque al rato se fueran a ver, pero por las circunstancias de su enfermedad, Flor llevaba varios meses que todos los días iba para estar con su madre y darle el tratamiento. 

Así fue la llamada del día siguiente de llegar Lita. Ese día Flor se adelantó a la llamada de la madre, comentaron sus cosas y la madre se despedía hasta la tarde, entonces Flor de broma le dijo, que como estaba Lita ya no la necesitaba a ella. Su sensibilidad y apego hacia Flor se hacía evidente,  interpretó que no iría más a verla y eso la entristeció y a sus ojos afloró una lágrima. Lita la vio apenada y le preguntó qué pasó, y cuando le comento lo que ella interpretó de las palabras de Flor, Lita le dijo:  Eso no es verdad. ¿Cómo no va a venir más a verla? Sobre la marcha Lita llamó a Flor y se lo comentó, Flor le contó lo que le dijo en broma, y Lita reconoció que, “si tú no vienes, mamá se muere”. La madre se puso al teléfono y Flor le dijo, “pero mamá, cómo no voy a ir yo a ver a mi niña” (Flor llamaba a la madre 'mi niña' desde que empezó a debilitarse). Por la tarde Flor le dio un abrazo y le repetía lo mismo, cómo no voy yo a venir a ver a mi niña, y se reían; ese fue el episodio y le quedó claro a Lita. Si es verdad que se quedó triste con la broma, pero eso de que no paraba de llorar y tuvo que sentarla y darle agua y calmarla... Ni tampoco fue el día que dice. Pero cuando se quiere hacer daño, todo vale, se miente y se levantan falsos testimonios. Y ¿por qué hacer daño? Pues, porque los hermanos buscan motivos para culpar a Flor de haber echo llorar a su madre. Estos hermanos se muestran unidos para que los vean la gente, no tienen la conciencia tranquila y no pueden vivir en paz, porque a la madre la hicieron derramar lágrimas de sangre, así definía ella su sufrimiento, y Flor, solo Flor fue la que estuvo siempre junto a sus padres apoyando, ayudando y consolando el dolor infligido por los desatinos de todos esos hijos. Por eso es la inquina con Flor, porque ella tenía la fama de ser buena hija, y los demás, en lugar de agradecer que Flor se ocupara y preocupara por sus padres y al fallecer su padre estuviera pendiente de su madre, ha sucedido lo contrario, parece haber despertado sentimientos resentidos que les empuja a tramar una venganza contra Flor, con el fin de desprestigiarla para apagar su brillo y relucir ellos, mejor dicho ellas, ellas son las carcomidas por sus malos instintos... No hay nada como la conciencia tranquila.

Flor no salía de su asombro al ver que a pesar de decirle que no era cierto lo que decía y aclarado los hechos mantenía que, ella lo recordaba perfectamente. Ese encuentro llamado a subsanar entuertos no ayudó a limar asperezas, porque con mentiras y rabia han creado en su hermana Flor a un personaje para odiar y despreciar. No sé si es que el pasado les sigue pesando y su conciencia está atormentada, en lugar de asumir los hechos y perdonarse y reconciliarse con ellos mismos, cargan contra Flor, para distraer su conciencia. Pero Dios sabe la verdad de cada corazón y las intenciones de cada mente, y al final darán cuenta de sus malas acciones . 

Flor solo de pensar el viernes triste que pasó viendo a su madre apagadita sin ganas de hablar, y que en aquella situación dijera Lita que Flor la hizo llorar amargamente le ha supuesto una angustia y un dolor muy grande, y por eso le pide que le explique el porqué de esa acusación malintencionada. 

Momento triste y doloroso, pero hay que recordarlo para que Lita reflexione y rectifique: Por aquel tiempo Flor viendo que a su madre se le acababa las fuerzas, llamó a los hermanos que vivían lejos y les explicó la situación delicada en la que se encontraba la madre y les pidió que hicieran lo posible por venir a la casa familiar el siguiente fin de semana para que pudieran ver aún con vida a su madre, porque intuía que se acercaba la hora. Así fue, el siguiente fin de semana todos los hermanos estaban junto a su madre en el momento de su adiós, porque aquel fin de semana, rodeada de todos sus hijos, se marchó.

Fue, al atardecer del domingo cuando voló al cielo. Pero, con todo el dolor que le supone recordar esos tristes momentos, Flor dirigiéndose al Diario de la memoria le dijo: Hoy necesito que me recuerdes lo que pasó el viernes, dos días antes de la despedida de mi madre. Lo necesito porque he sido acusada deliberadamente de algo que no sucedió ese día y contado exagerando y dando carácter de gravedad. Flor sin entender aquella actitud de Lita, le decía que ese viernes, dos días antes, no pasó nada de lo que ella insistía. Por eso, Flor quiere recordarle a Lita la verdad de los hechos... 

Ese día, dos días antes sucedió así: Aquel viernes, dos días antes de que se machara a las estrellas la madre de Flor y de Lita se pasó el día acostada, adormecida y sin ganas de hablar. Ese día Flor se levantó temprano para dejarle a sus hijos todo organizado en su casa, porque quería estar con su madre y además tenía que ir al aeropuerto varias veces. Sobre las nueve y media recogió a Chela, una de las hermanas y cuando llegaron a la casa familiar la madre estaba acostada, acurrucadita, no en su cama, sino en una de las camas de la habitación de sus hijas. Saludó y volvió acostarse. Sobre las once de la mañana, vino de visita una prima, hija de la tía materna más pequeña, se acercó a la cama para saludarla, le sonrió y volvió a cerrar sus ojitos, y las tres pasaron al salón a charlar un ratito. Mientras, en la cocina Lita se afanaba en preparar la comida, y sobre las doce y media Flor tenía que ir de nuevo al aeropuerto a recoger a Sari, y al atardecer llegaba Pillo, pero no había que ir a recogerlo. Y, por fin, ya estaban todos los hijos cerca de su madre, aunque sin pensar que los dejaba el domingo. 

También, ese viernes por la tarde vinieron a verla otras dos primas, hijas del tío materno, se levantó un ratito y Flor viéndola cansadita la llevó de nuevo a la cama. Anocheciendo vino a verla la hermana pequeña y el marido, mientras hablaban tía y sobrinas, Flor se llevó a su madre a la cocina y le dio la cena. La madre sonriendo abría la boca y bromeaba, porque era la primera vez que le daban de comer. Cuando la hermana pasó por la cocina a despedirse y vio a Flor dándole de comer, se río, y Flor de bromas le dijo a la tía, que para ella no había comida porque su madre se lo había comido todo. 

Triste viernes. Triste sábado. Triste domingo aquel… Flor le dice a Lita, como ves, ese viernes no hubo ninguna llamada y no puedes decir que sí, que tú lo recuerdas bien. Lo que tú sí debes recordar bien es como Flor iba todos los días para estar con su madre, hablar con ella y ver que todo marchara bien, aunque a veces llegaba y tú no estabas y pensábamos dónde podías estar. Tú debes recordar que bañaba a mamá y tú escuchabas las risas. Tú debes recordar bien los desatinos tuyos, por los que sí lloró tu madre. Espero que reflexiones y dejes que tus buenos sentimientos haga el resto. Errar es de humanos y rectificar es de sabios. 

Necesito y pido explicaciones del porqué de tu necesidad de ponerme como una persona sin piedad con su madre. Solo de pensar que de lo que me acusas pudiera ser verdad me rompe el alma. Gracias a Dios que me dio a mi madre para quererla, valorarla y agradecerle por ser mi madre. No sé ese odio y ese deseo de venganza para con una hermana. Aunque son actitudes humanas, no son cristianas. Jesús frente a esto nos pide que desenmascaremos esas acciones humillantes que encarna el mal, no con odio y venganza, sino con paciencia y sinceridad desde el entendimiento y el amor hecho resistencia. Otra cosa que Lita manifestó es, que cuando ve a Flor leyendo la Palabra de Dios le parece una blasfemia, porque al parecer ya la han juzgado y la han condenado y no es digna de Dios. No te preocupes, que al atardecer de la vida tú darás cuenta de tu vida y yo de la mía.

Querido Diario: hoy quiero escribir todas las cosas que me han pasado durante el día, son muchas, pero pasaron y te las quiero contar porque no quiero que se me olvide nada de lo que me ha tocado vivir, y escritas en tus páginas las podré recordar siempre que la nostalgia me visite y la añoranza me venza o la infamia me aceche. 

Señor, me encomiendo a Ti como el profeta Jeremías sintiéndose acosado para ser derribado, te encomendó su causa como su fuerte defensor y te cantaba y alababa porque liberas de las manos de gente perversa. Ten misericordia de esta familia que aparenta unida en sentimientos y emociones, pero el rencor debilita la presencia de Dios. Que la verdad reine en cada corazón y la humildad sea la puerta del amor. Señor, confío en Ti, me dices que no tema, que estarás siempre conmigo. Gracias, por tu amor que es fuente de vida. 

¿Sabes qué ocurre cuando despierta tu conciencia? Ves el amor de hermanos de manera diferente. Sientes el latir de la vida. Te enamoras de alma de la gente. Respiras paz y tranquilidad. Aprecias más tu vida y te vuelves protagonista de ella; y lo más importante, te maravillas, a cada minuto, de la magia de la existencia y del milagro de estar vivo.  

Cada persona lleva una sonrisa en el rostro y mil secretos en el corazón. Mamá, Papá: Ojalá pudiera devolver el tiempo para verlos de nuevo y darles un abrazo y nunca soltarles. Más comprendo que llegó el día señalado, que Dios les ha llamado para que estén a su lado, así Él lo quiso. Pero yo nunca pensé que doliera tanto la ausencia de los que me dieron la vida.

Fotografía: Internet

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