martes, 10 de marzo de 2020

Margarita


La margarita es la flor más conocida por todos por su sencillez y su belleza. Su significado es la pura inocencia. Cabe destacar también que las margaritas blancas expresan un amor lleno de pureza. Están ligadas al amor debido a la tradición de deshojarla, pétalo a pétalo, con el clásico "me quiere, no me quiere". 

Sobre la flor, margarita, existen varias leyendas, pero a mí la que más me gusta es la leyenda celta. Según esa leyenda, las margaritas representaban el espíritu de los niños fallecidos al nacer. Dios tomó todas esas flores y las diseminó por la tierra para brindarles paz y alegría a todos los padres que habían perdido a sus hijos. Por ello, esta flor representa el optimismo, la sencillez y la inocencia.

Margarita, nombre femenino de origen latino, su significado es "Aquella que es una perla" o "Aquella de belleza poco común". Hay quién, incluso a través del nombre se atreven a definir la personalidad de quienes llevamos por nombre, Margarita: Propensa a sufrir grandes decepciones, Margarita es una mujer alegre, soñadora y dulce. A pesar de mostrarse racional y práctica, nunca pierde su encanto, motivo por el cual resulta ser la envidia de muchas mujeres. Devota y apasionada en el amor, sabe entregar lo mejor de sí misma. 

Muchas mujeres de nombre Margarita han pasado por la vida dejando huella, personajes históricos-célebres con historias dignas de imitarse: mujeres con ese nombre han conquistado todas las esferas de la sociedades de su tiempo, tanto en el mundo de las artes, de la ciencia, de la política y también, como no, las hay que por generosidad y bondad se entregaron al servicio de los más necesitados y la Iglesia ha reconocido su santidad, entre otras: 
Santa Margarita de Antioquía, legendaria santa católica y ortodoxa. 
Santa Margarita de Escocia, reina y santa católica escocesa. 
Santa Margarita de Hungría santa y princesa real húngara. 
Santa Margarita de Cortona, religiosa y santa católica italiana. 
Santa Margarita María Alacoque, religiosa y santa católica francesa. 
Santa Margarita Bermingham viuda de Ball.
También Margarita Lotti, que desde pequeña la llamaron Rita. Pues, a esta Margarita se la conoce como Santa Rita de Casia.

Yo de niña fui llamada por mis dos últimos nombres, Margarita Rosa, y hoy que soy mayor, Margarita. Las Margaritas respondemos por Rita, Margot, Mar, Marga, Márgara, Margara, Gara. Margarita es un nombre muy bonito, es el nombre de mi madre y yo llevo con orgullo su nombre. Aunque mi madre no era partidaria de poner los nombres de los padres a los hijos porque crea confusión, mi padre cuando yo nací —y era la tercera hija— le dijo a mi madre que yo llevaría su nombre, y así fue. Llevar su nombre es un honor que me honra y me enorgullece. 

No hay un regalo más bello que la vida y hoy es el mejor día para que brinde por ella y por los que me quieren y quiero: un abrazo, un te quiero, una sonrisa… Comienzo un año más, luchando mil batallas por dentro con mil sonrisas por fuera. 

Recordar que la vida es bella y tú eres parte de ella. Si un día me preguntan que es la vida, responderé que la vida es hermosa, porque a pesar de las lágrimas, los malos momentos los dolores y las decepciones, siempre te da la oportunidad de empezar de nuevo. La vida es un camino a largo plazo en el que tú eres maestro y alumno, unas veces te toca a ti enseñar y todos los días te toca aprender.

Nací libre. Soy libre. Estoy bajo el poder de Dios, y nadie ni nada tiene poder sobre mí si yo no se lo doy. Tener expectativas y estar esperando algo de alguien me subyuga; me libero del deseo de que otros hagan lo que yo creo que deben hacer. Mejor ser un motivador e inspiro con mi propia vida los cambios necesarios, así estoy siempre contenta y en paz. 

¡Cómo pasa el tiempo! Estoy agradecida por un año más de vida, por lo que me ha enseñado y por todas las experiencias positivas y negativas. Ahora soy más fuerte, más sabia y estoy lista para dejar entrar todo lo bueno que me traerá otro año que se sumará a mi existencia. Valoro todo lo que he vivido y lo que he tenido, y agradezco por todo y por todos los que me han amado y los que me han despreciado, porque en los que me han amado hay nobleza y en los que me han despreciado hay rencor, y de ese rencor ellos son sus propias víctimas. Bella es el alma del que hace este mundo mejor, con más amor y menos rencor. 

Siempre he amado a las mariposas, porque ellas nos recuerdan que nunca es tarde para transformarnos. A esas personas que van por la vida cargadas de rencor les digo que, con el resentimiento, la amargura y el odio se hacen daño a sí mismo. Pido a Dios que se apiade de ellos, alivie su cansancio, renueve sus fuerzas y cuide de cada una de sus preocupaciones. 

Cuando sea tiempo de hacer un cambio el universo te pondrá en tal situación que no te quedará otra elección más que salirte de donde estás. Cuando no estés feliz en una situación, no te quedes en una fase de negación tratando de hacer que todo funcione. El mundo tiene mejores planes para ti, solo tienes que confiar en el proceso y hacer tu parte para alinearte con las cosas que realmente quieres y te sientas en paz. 

Ni lo que está detrás de ti, ni lo que está delante de ti, es tan poderoso como lo que está dentro de ti. Nadie camina por la vida sin haber pisado fuerte. Nadie recoge rosas sin sentir sus espinas. La vida es una aventura, vívela, siente, ama, ríe, llora, juega, gana, pierde, tropieza, cae: pero siempre levántate y sigue, porque la felicidad se encuentra en la capacidad de adaptarse a las circunstancias que no depende de nosotros; de disfrutar cada momento y de encontrar motivos suficientes que den sentido a la vida. 

Recordemos que las Virtudes nos dignifican: Humildad. Lealtad. Sinceridad. Respeto. Honor. Amor. Verdad. Sacrificio. Compasión. Coraje. Generosidad. Perseverancia. Sabiduría... 

Con la fuerza de mi alma amo a aquellos que se quedaron en mi vida y me hacen feliz. Asimismo, amo a aquellos que se fueron de mi vida y me hicieron más fuerte. Levanto la mirada para agradecer con una sonrisa y seguir disfrutando de la vida, porque una sonrisa es una luz en la ventana del alma que indica que el corazón está en casa y en paz. 

Una voz me dice: No te detengas, no te rindas, sigue remando, confía en Dios y Él renovará tus fuerzas todos los días. No te faltarán abrazos por si sientes fríos, ni sonrisas para borrar tu tristeza, ni un ángel que te cuide. Deseo que donde mires solo veas alegría, que lo que toques sea amor, lo que sientas sea paz y tus pasos te lleven hacia la felicidad. 

¿Sabes quién gana al final? Al final gana quién todas las mañanas se levanta para hacer frente a la vida, a pesar de todos los problemas. Quién con lágrimas en el corazón regala siempre una sonrisa. Quién cree todavía en los sueños, en la bondad de la gente, en un ‘te quiero’ dicho con el corazón, en un abrazo sincero. En quién sabe llevar de la mano su propia vida, dándole un sentido noble… 

Sin importar lo que pasó ayer, cada amanecer hay que decirle a la vida: ¡Aquí voy otra vez! Porque la vida no solo hay que vivirla sino celebrarla día a día, y al final, lo único que realmente importa es quedarse con esas personas que cada día deciden caminar contigo, apoyando, consolando y compartiendo sonrisas. Por eso, intenta ser feliz, acércate a quién te llene de alegría, sonríe tanto como respires, ama tanto como vivas, pero nunca dejes de ser tú. 

Hagamos de la vida una matemática, sumando alegrías, restando el dolor, dividiendo las penas y multiplicando el amor, porque lo bueno no dura para siempre, solo dura lo suficiente para ser inolvidable. 

Hoy y siempre doy las gracias a mi madre, Margarita y a mi padre Froilán, por ser mis padres, por sus valores, por sus enseñanzas, por su ejemplo, por sus consejos, por su paciencia, por su entrega, por su ternura, por su amor… 

Hoy es el mejor día para hacer una Oración de gratitud: 
Por lo que fui, gracias. 
Por lo que soy, gracias. 
Por lo que seré, gracias. 
Por mi fuerza, gracias. 
Por mi inteligencia, gracias. 
Por mi amor, gracias. 
Por mi equilibrio, gracias. 
Por mi salud, gracias. 
Por mi bienestar, gracias. 
Por mi perdón, gracias. 
Por mi libertad, gracias. 
Por mi paz, gracias. 
Por lo que me hizo aprender, gracias. 
Por lo que me sacó una sonrisa, gracias. 
Por todo lo positivo, gracias. 
Por tantas bendiciones, gracias. 

Ahora, de Margarita a Margarita: de hija a madre: Gracias, mamá, por darme la vida. Para los dos: Mamá y Papá, decirles que los quiero tanto, les admiro y respeto porque fueron capaces de dar todo, sin recibir nada. De querer con todo el corazón, sin esperar nada a cambio. 

Hoy y siempre doy gracias a la vida... La vida es el milagro de existir, las ganas de sonreír, la paciencia para esperar, la fuerza de resistir y la humildad para saber agradecer.

Hay que recordar que, el título más valioso que se puede obtener en la vida, es el de buena persona. No lo concede las universidades, te lo otorgan tus valores.

Fotografía: Internet

No hay comentarios :

Publicar un comentario