Que enfermes o que sufras un accidente, que te ofendan, que te molesten, que te roben o que tú seas la causa de algún mal hacia otro o hacia ti mismo;
Si eres afligido por un defecto físico o moral o de carácter, si te desagrada alguien o lo detestas, si amas demasiado y sufres por eso; si te torturan los celos, si te enamoras de alguien que pertenece al otro, si eres víctima del dominio de otro… (la lista es interminable, de modo que añade tú la condición que te está afectando). Conoce la verdad.
Así, Jesucristo, el más grande de todos los Maestros de la Metafísica dijo: “Conoced la verdad y ella os hará libres”.
La Verdad es la Ley Suprema, es la Armonía Perfecta. La Verdad lleva limpieza, bondad, justicia, salud, dicha, sabiduría, amor, vida… Todo lo opuesto es apariencia porque es contrario a la Ley Suprema de la Armonía Perfecta; luego es mentira porque es contrario a la Verdad.
“Cuando el alma asciende a lugares seguros y amorosos el corazón despierta renovado y más sabio”.
Que la alegría y el sol de la esperanza brille con la fuerza de la verdad en cada corazón...
Que la alegría y el sol de la esperanza brille con la fuerza de la verdad en cada corazón...
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