lunes, 1 de agosto de 2016

La mirada del alma

El rostro más hermoso es el que expresa la tierna mirada del alma. 
La palabra más bella es la que nace del corazón 
y la presencia más perfecta es la que sabe que el Amor es lo verdadero.
En verdad no hay nada que nos haga falta, 
si intentáramos expresarnos con sinceridad y plenitud, 
sería como si la flor exhalara su aroma. 
La belleza interior puede manifestarse 
cuando Dios ha vivido siempre en nuestro corazón, 
donde habita la conciencia de lo que es la Paz 
no como suficiencia o egoísmo 
sino como alegría de manifestar el Divino Amor.
Pero también hay quienes viven sin sentir el alma 
y se muestran pletóricos haciendo sufrir a los demás, 
porque van por la vida envidiando y odiando a quienes son admirados. 
Estos «sin almas» levantarán falsos testimonios 
con tal de manchar la buena imagen del que consideran rival, 
y no descansarán hasta no conseguir su propósito 
sin darse cuenta que un día saldrá a flote la verdad; 
esa que ellos temen porque delata sus feos principios.

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