Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy viva y no una noche entera cuando yo muera.
Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy viva y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera.
Prefiero que hagas una sola llamada sincera ahora que estoy viva y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.
Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy viva y no una misa cantada y celebrada cuando yo muera.
Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy viva y no un desgarrador poema cuando yo muera.
Prefiero me dediques una leve plegaria ahora que estoy viva y no un político epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.
Prefiero disfrutar de los más mínimos detalles ahora que estoy viva y no de grandes manifestaciones cuando yo muera.
Prefiero escucharte diciendo lo que sientes por mí ahora que estoy viva y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo cuando yo muera.
Prefiero que sea ahora que estoy viva, tengas la humildad de reconocer que llevada por tus resentimientos has manchado mi nombre, porque seguramente cuando yo muera, hubieras preferido haber tenido el valor de confesarlo, igual que tuviste el valor de levantar falsos testimonios, porque cuando tú mueras, irremediablemente, quedarás al descubierto…
Valora a las personas que están a tu alrededor. Disfrutemos de nuestros seres queridos ahora que estamos vivos. Un día todos moriremos y el pesar por haber empañado los buenos sentimientos, con envidias y mentiras, puede que vaya con nosotros y no podamos descansar en paz…
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