¡Ay, el amor! Todavía nos preguntamos qué es el amor. Pasan los años y seguimos preguntando, como si el amor sólo se experimentara en el enamoramiento de pareja, y no lo hubiéramos descubierto en el día a día de nuestra vida, que está impregnada de amor incondicional.
El amor es uno de los elementos centrales de la vida. Si nos preguntan qué es enamorarse, diríamos que es sentirse vitalmente optimistas, ya que estamos envueltos en un estado emocional alegre y feliz. Enamorarse es sentirse fuertemente atraídos por la persona a la que idealizamos y atribuimos una serie de cualidades que magnificamos. Las personas nos cautivan por su manera de ser, su belleza, su inteligencia y un largo etc., y cuando somos correspondidos sentimos la necesidad de conocer a esa persona y ahondar en su vida y compartirla.
El amor romántico va por fases, del enamoramiento pasamos al amor, a ese ideal definitivo que creemos que va a perdurar siempre, pero es tan solo el comienzo del éxtasis, porque todo dependerá en gran medida del conocimiento único que espontáneamente se produce para agradarse el uno al otro. El proceso para que ese amor inicial se convierta en duradero y definitivo consiste en madurar dando pasos a un proyecto común o de familia.
Muchas veces se confunde el estar enamorado con otro tipo de atracción, ya sea capricho, ilusión, interés… Hay personas inseguras que engañan con cualidades que no poseen para atrapar y conseguir metas a través de otros, pero tarde o temprano se descubren esos falsos enamoramientos.
El amor es un sentimiento vivo que se alimenta y fortalece con la confianza, la sinceridad y la comunicación. Para mantener vivo el amor hay que tener en cuenta que no es cuestión de atarse el uno al otro, es cuestión de ser libres respetando las particularidades y compartiendo lo que une.
Para saber un poco más sobre el amor, mejor dicho, sobre el enamoramiento y lo que ocurre en nuestro cerebro y la transformación que se produce en todo nuestro sistema, tendríamos que asistir a los seminarios sobre «Anatomía del Amor» que imparte anualmente el catedrático en psicología Manuel de Juan Espinosa en la Universidad Autónoma de Madrid. Él explica que el enamoramiento es resultado de la química, la psicología y la cultura que tiene como finalidad garantizar la supervivencia de la especia, y describe el proceso como algo muy potente, es como una cascada de reacciones neuroquímicas que nos transforma.
El amor establece vínculos personales muy poderosos. Cuando aparece lo que en ciencia se llama amor romántico se producen muchos cambios desde el punto de vista fisiológico y del comportamiento. Para empezar, se contempla al ser amado como alguien único y eres incapaz de sentirte atraído por otra persona. Se magnifican las cosas deseables de esa otra persona y se minimizan las que no lo son tanto. Se genera una relación de dependencia emocional. Aparece un sentimiento de altruismo y de entrega hacia el ser amado. Hay un deseo intenso de unión emocional, y ese deseo es superior a la atracción sexual, que también es muy fuerte pero no tanto.
Todas estas revoluciones neuroquímicas no duran siempre, esto puede acabar cuando pasan unos seis meses, pero ocurre, aunque no sea políticamente correcto decirlo, y pasado ese tiempo comienza la hora de la verdad, porque podemos darnos cuenta si la relación puede tener futuro.
Enamorarse también tiene sus ventajas saludables, al parecer vivir con armonía en pareja garantiza una mejor salud, y el corazón es el órgano que más se beneficia.
«La medida del amor es amar sin medida». El amor es infinito como infinito las oportunidades de amar. Ama que el amor no se gasta, entre más amas más tienes. Llénate y comparte, ya sea de amor romántico, amor platónico, amor a la familia, amor a la naturaleza, amor a una actividad, amor a la vida…
El enamoramiento es un sentimiento universal… Si todos estuviéramos enamorados viviríamos felices y en paz.
¡Qué bonito es el amor! «Amor no es aquello que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer».
Verdaderamente la vida tiene sentido y es más placentera cuando se vive embriagados del elixir del amor…
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