sábado, 21 de marzo de 2015

Día de la felicidad

Un grupo de personas felices en la playa al anochecer.


Sonríe… Hoy es el ‘Día de la Felicidad’ y todos los medios se hacen eco de ese estado tan deseado y poco alcanzado.
Celebración: El Día Internacional de la Felicidad, el 20 de marzo, fue instituido el 28 de junio de 2012 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y se celebró por primera vez el año 2013.

La búsqueda de la felicidad es una «meta fundamental» y gracias a una iniciativa del reino de Bután, que considera este sentimiento como el más importante del Producto Interior Bruto, La Asamblea General de la ONU, en la resolución 66/281 decretaron el Día Internacional de la Felicidad, porque el mundo necesita un nuevo paradigma económico que reconozca la paridad de los tres pilares del desarrollo sostenible, el social, el económico y el medioambiental, juntos definen nuestra felicidad global. Así lo ha señalado el Secretario General, Ban Ki-moon. Esto es reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.

Pero ¿qué nos hace felices? Las circunstancias de la vida no tienen tanto peso en nuestra felicidad como creemos. Según explica la psicóloga Mª Jesús Álava Reyes en su última obra: «Las tres claves de la felicidad» editado por La Esfera de los Libros.

Con las tres claves la psicóloga trata de ayudarnos a afrontar una serie de circunstancia de la vida, que aunque creemos que afectan a la felicidad, no tienen tanta determinación, por eso, con su libro nos ayuda a entrenarnos para que nuestros análisis sean más objetivos y tengamos la energía y la sabiduría para actuar desde la inteligencia emocional. Estas son las claves. Tres consejos para alcanzar la felicidad:
Perdonarnos bien. «Para ser felices hemos de perdonarnos y dejar de sentirnos culpables por lo que no hemos hecho en el pasado o por lo que hemos dejado de hacer. Perdonarse es una maravillosa forma de quererse, de ser amigo de uno mismo, de aceptar que podemos equivocarnos y aprender de las experiencias difíciles sin perder la autoestima», asegura Álava Reyes. «Perdonar, no siempre es olvidar, pero nos devuelve la paz y premia nuestros esfuerzos; nos reconcilia con nosotros y con los demás. El perdón nos permite ser dueños de nuestras emociones y constatar que no hay felicidad sin sensibilidad, ni sabiduría sin flexibilidad».

Quererte mejor. «Debemos ser indulgentes con nuestros errores, especialmente cuando no ha habido mala intención ni egoísmo, cuando no hemos querido engañar ni abusar de nadie, cuando inmediatamente hemos reaccionado y hemos intentado reparar nuestro daño. Ojo, que perdonarnos no significa que no asumamos nuestra responsabilidad. Cuando tengamos dudas sobre si merecemos perdonarnos, la clave será cambiar el tiempo verbal. No se trata de juzgar lo que hicimos ayer, sino la actitud que tenemos hoy. Además, perdonarnos de verdad implicará compromiso y necesidad de reparación, y nos ayudará a intentar subsanar, en la medida de lo posible, los daños que provocamos con nuestras acciones o nuestros errores. Debemos ser, nuestros mejores amigos».

Tomar las riendas de tu vida. «Porque, si no sabemos perdonarnos, dejaremos que otros dirijan nuestras vidas», apunta esta psicóloga. «Porque las personas que no saben perdonarse, no aciertan a juzgarse con objetividad y son esclavas de ideas equivocadas y pensamientos poco objetivos que puede hacerles coger rumbos equivocados. Lo peligroso, es que cuanto más nos cueste perdonarnos, más bajará nuestra autoestima, más nos costará querernos y más estaremos en manos de los demás. La conclusión es muy clara: o aprendemos a perdonarnos y querernos, o nuestra vida no nos pertenecerá».
Buenos consejos para tener en cuenta, y seguramente a más de uno/a que vive atormentado, le ayudarán a encontrar la paz, la serenidad y el sosiego que necesitan.

También reír nos ayuda a ser felices. Se ha demostrado que la risa es la mejor de las terapia, es desestresante y relajante, por tanto, muy bueno para liberar la negatividad. Actualmente existen talleres de risoterapia, esta actividad te hará sentir más optimista, podrás olvidar problemas y desdramatizar las situaciones de la vida. La risoterapia es una técnica, gracias a la cual mejora el estado físico y psicológico, produce beneficios mentales y emocionales. Es muy importante reírse de uno mismo para aumentar las capacidades de aceptación del ser y estar.

Ahora que una de las causas que nos impiden ser felices es la ‘queja’. Nos quejamos mucho y por todo. Queja viene del latín, de quassiare, que significa golpear violentamente, quebrantar, y expresa un dolor, una pena, el resentimiento, la desazón… Un amplio espectro de sensaciones pero con un nexo común: su carácter negativo. Aunque quejarse en sí no es malo, lo ideal es no hacerlo por las pequeñas cosas. Intentemos ver la vida con el prisma de la experiencia y que lo insignificante no nos reste satisfacción.

Aunque realmente en estos últimos tiempos no está la cosa para mucha felicidad, porque la satisfacción sobre el bienestar no es completa, y además la tecnología se suma al descontento, ya que otra de las cosas que acarrea insatisfacción son las redes sociales que parece que comunican y unen pero crean aislamiento y soledad.

¿Qué es la felicidad? ¿Qué nos hace felices? Salud, dinero y amor. Para muchos el orden sería; dinero, dinero y dinero. El dinero parece ser la clave de la felicidad, porque puedes viajar y divertirte, pero verdaderamente la clave fundamental para ser felices es sentirte lleno por dentro y lo que puedes atesorar dentro, no se compra con dinero.

La palabra felicĭtas, -ātis, cuyo significado puede traducirse como que da fruto, fecundo, fértil, buena suerte, ventura, prosperidad. Según la R.A.E la definición de felicidad es el estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. Satisfacción, gusto, contento. Las felicidades del mundo. Suerte feliz. Viajar con felicidad.

Es un objetivo común de la gente y sociedad, a veces por buscarla tanto puede pasar por delante de nosotros y no nos damos cuenta. La felicidad y el sentido de la vida es personal de cada uno y cada persona tiene su propio concepto de felicidad. Hay gente que dice que es feliz porque tiene una vida llena de prosperidad, un trabajo donde ganar el dinero para comprar cualquier cosa, otros son felices únicamente porque tienen cerca a la gente que les rodea, otros porque no hacen daño a nadie, otros porque se sienten realizados y sienten alegría con lo que hacen, etc. Ciertas corrientes aseguran que la felicidad absoluta no existe o puede cambiar, habrá épocas en los que el estado de ánimo y diversas circunstancias no te permita ser feliz y otros por el contrario en el que se puede ser extremadamente feliz.

Según la filosofía antigua, filósofos como Aristóteles, Platón, Sócrates o Séneca intentan dar un significado al mismo. Aristóteles utilizaba el término felicidad o para designar el fin (telos) de todas las acciones convirtiéndose en el bien supremo al que aspira la humanidad. Este sistema filosófico que lo propone como fin se denomina eudemonismo.

Para Platón lo necesario para ser feliz era tener el equilibrio de los tres tipos de alma; el alma concupiscible, al alma irascible y el alma racional. Para conseguir este equilibrio, según Platón, se requería la armonía y esta a su vez controlada por la razón.
Para Sócrates también era el objetivo y fin de la existencia humana aunque él insistía que no se podía logra a cualquier precio. La sabiduría y el conocimiento nos guiarán por el camino correcto para alcanzarla.
En el caso de Séneca para alcanzarla había que evitar todo tipo de pasiones y no envidiar las posesiones de los demás infravalorando las nuestras. Una cita de Séneca que le escribe a Lucilo dice lo siguiente: «Considérate feliz cuando todo nazca para ti de tu interior, cuando al contemplar las cosas que los hombres arrebatan, codician y guardan con ahínco, no encuentres nada que desees conseguir».

Sobre la felicidad se ha escrito mucho y también son muchos los que a través de una frase han dejado sus sensaciones sobre la felicidad:

«La felicidad es la certeza de no sentirse perdido».
Jorge Bucay.

«No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad».
Gabriel García Márquez.

«La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante».
Antonio Gala.

«Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace».
Jean Paul Sartre.

Está en nuestras manos… Procuremos ser felices siempre. Hagamos como los payasos, que aunque lloren por dentro sonríen y sonríen para hacerte sonreír a ti. ¡Sé feliz!

Fotografía: Angela Sevin, cc.

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