“Hay cansancios que no se curan durmiendo, el alma también se
agota. A veces no es el cuerpo que ya no puede más, es el corazón cansado de
fingir qué todo está bien, de ser fuerte para todos, sonreír mientras por dentro,
todo pesa.
Si hoy te sientes así, no estás solo, Dios no solo te ve
cuando sirves, también te mira cuando ya no puedes más; Él no te exige
rendimientos, te ofrece descanso, no tienes que demostrar nada, solo respira…
Detente un momento, permítete sentir, porque incluso en medio
del agotamiento, hay algo sagrado, sigues aquí y eso basta para que todo
empiece a sanar.
A veces el alma no necesita soluciones, solo necesita sentir que alguien no te ha olvidado y créeme, que Dios no te olvida jamás”.
Papa Francisco.
No hay comentarios :
Publicar un comentario