sábado, 6 de febrero de 2021

Hablar solo


 

Hay personas que dicen que los que hablan solos tienen algún tipo de alteración o locura, o simplemente les falta un tornillo, sin embargo, la realidad es bien distinta; no sólo están bien de la cabeza, sino que además los estudios revelan que hay una conexión entre la inteligencia y lo que se conoce como habla privada.

Desde el reconocido psiquiatra, Luis Rojas Marcos, a estudios de importantes universidades revelan que hablar con uno mismo en voz alta ayuda a pensar mejor, a tomar decisiones, a organizar los pensamientos e incluso son una herramienta de superación personal. En conclusión, si tu hijo habla consigo mismo, déjale, simplemente es muy inteligente.

Todo el mundo habla solo. Los adultos lo hacemos menos que los niños, obviamente, y unos menos que otros, pero todos hablamos solos en algún momento. Suele pasar cuando nos enfadamos, que nos vamos diciendo a nosotros mismos lo que nos molesta de los otros "¡pues no va y me dice que...!", o cuando estamos muy concentrados haciendo algo y nos decimos, para ponerlo todo en su sitio y orden, "venga, céntrate...". Los niños hacen algo parecido, ellos piensan en voz alta y estimulan el pensamiento lógico y el desarrollo del lenguaje.

Muchos padres piensan que los niños que hablan solos tienen algún problema psicológico, pero no es así en realidad. El hecho es que se encuentran bien de salud mental y poseen, además, una excelente conexión entre la inteligencia y aquello que se conoce como habla privada. El desarrollo del habla y el desarrollo del pensamiento van parejos, pues a medida que maduran su inteligencia maduran en el habla y a medida que hablan y mejoran el lenguaje, desarrollan su cognición.

Los niños que hablan solos tienen la oportunidad de contarse fantasías, conversar con un amigo imaginario y hasta con objetos que en realidad no existen. Es así como ellos se cuentan sus sueños. El hablar solo, entonces, es considerado un instrumento para el desarrollo del autocontrol y del pensamiento.

Como adulto, es probable que algún momento de tu vida hayas hablado contigo mismo en voz alta. Aunque algunas personas lo hacen por costumbre, o porque piensan en voz alta, o porque está sola, o porque la han dejado sola, o porque ha decidido estar sola, o porque así evita problemas y discusiones, o para que nadie le contraría, o porque no quiere que nadie sepa sus cosas... De preguntarnos si eso es normal, psicólogos coinciden en decir que: Es completamente normal y, por tanto, muy común hablar solos.

Los hombres; la humanidad necesitamos comunicarnos, interrelacionarnos e intercambiar ideas y pensamientos para no sentirnos solos. Los hombres, varones, pero hombres, unos hablan sólo de fútbol, otros sólo hablan de mujeres, otros un poco de todo o de nada. Los hay que hablan con los caballos o con los perros o con el viento o con la nada, pero no solo. Pues sí, los hay que hablan solos. Solos, para sí solo. Mientras se afeitan hablan con el del espejo, mientras están en sus quehaceres, mientras conducen, mientras caminan por la calle... ¿Y si en la casa no habla con quienes convive? Ya eso no será tan normal…

El alma humana es misteriosa y en todos nosotros una parte de ella, es decir, parte de nosotros, se recata entre sombras. Es lo que Unamuno ha llamado "el secreto de la vida", de nuestra propia vida. Y el lenguaje nos sirve de método de exploración interior, ya hablemos con nosotros mismos o con los demás, es luz con la que vamos iluminando nuestros senos oscuros y aclarándonos más y más, lo que es lo mismo, cumpliendo ese deber de nuestro destino de conocer lo mejor de nosotros, tantas veces callado en escondrijos silenciosos de la persona.

Los que hablan solos juegan con ventajas, porque nunca nadie le contrariará su opinión y se dice lo que quiere oír, por tanto, siempre tendrá la fiesta en paz, porque las mayores discusiones surgen de las diferentes opiniones. Pero, convivir con alguien que no comparte conversación es duro de llevar.

Si alguien 'habla solo' por la calle se le señala como loco sin preguntarse primero cuál será su por qué.  Como ya se ha apuntado, hablar a solas en voz alta lejos de ser un hábito preocupante, podría ser inteligencia emocional que ayuda a la motivación y a encontrar un mejor sentido a una situación concreta. Aunque no lo vamos a negar: sí que nos llama la atención escuchar hablar a un hombre solo por la calle, ver que se para gesticula enérgicamente y sigue andando con su historia, sin tener en cuenta que a su lado gente va y viene ensimismada en sus afanes. Sí que es gracioso cuando alguien va por la calle hablando solo, o pillamos a alguien hablando solo frente al espejo, creando una conversación totalmente ficticia que podría darse en un futuro, y ver cómo la persona en cuestión tiene creado un diálogo completo para ella misma y para la otra parte del coloquio.

Las conversaciones en voz alta con uno mismo se llama 'soliloquios' y es una manera que tenemos los seres humanos de ordenar nuestros pensamientos y emociones, y aunque no sea una práctica que todos llevamos a cabo, sí que se emplea cuando queremos motivarnos, calmarnos o preparar un discurso que tendrá lugar en un tiempo a corto plazo.

Patricia Rosillo, psicóloga en El Prado Psicólogos, dice que: "En sí mismo, no se considera negativo, salvo que forme parte de algún trastorno psicológico como delirios, trastorno psicótico, etc., y cuenta que esta conducta más bien nos ayuda a poner orden a nuestras ideas, nuestros pensamientos y emociones, a recordar cosas, a auto-animarnos y motivarnos, a calmarnos, a regularnos emocionalmente… Es como si en determinadas situaciones pudiésemos conversar desde un lugar 'más elevado' con nosotros mismos, como si pudiésemos hacer un 'auto-juego de roles interior' en el que conversamos con diferentes partes de nosotros, del mismo modo que si estuviésemos conversando y compartiendo lo que nos ocurre con un buen amigo o alguien de confianza que nos ayuda a calmarnos, recordar algo, tomar decisiones, animarnos...", aclara la psicóloga.

Qué equivocados están aquellos que tildan estas conversaciones de 'locas', dice Patricia Rosillo. En realidad, todas las personas lo hacemos en determinados momentos de nuestra vida y forma parte de nuestro propio desarrollo emocional y cognitivo como seres humanos. En cambio, para aquellos que lo practican casi diariamente podría ser un signo de mayor inteligencia emocional "ya que ayuda a autogestionar y ordenar nuestro mundo interno".

De hecho, los expertos en psicología sí que recomiendan esta destreza: "En nuestra práctica profesional, nuestro objetivo es desarrollar la capacidad reflexiva o "mentalización" de las personas", dice la experta en psicología, por lo que mantener 'conversaciones', ya sean internas o en voz alta con uno o una misma, a priori, no es nada malo. "Nos puede ayudar a encontrar un mejor sentido a una situación, a aclarar ideas en voz alta, a aprender algo que estemos estudiando, a mantener la calma en ciertos momentos, o a organizar nuestra mente y emociones…".

Sin duda es una práctica sana y útil, donde la persona desarrolla un auto-diálogo interior más sano y expansivo que le ayuda a vivir su vida con bienestar y afrontar las dificultades con mayores habilidades y estoicismo.

¡Bienaventurados los que no hablan porque ellos se entienden!

Cuando te tienes a ti misma, no necesitas a nadie. ¡Tienes lo más importante! Lo demás es un completo incompleto…

Verdaderamente, nadie está realmente solo en este mundo: todo el mundo tiene su propio Dios, su dolor o su propio orgullo para hacerle compañía.

De no hablar sino cuando fuere preciso, raramente despegaríamos los labios. Epicteto.


Fotografía: Internet

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