Hay personas que dicen que los que hablan solos tienen algún
tipo de alteración o locura, o simplemente les falta un tornillo, sin embargo,
la realidad es bien distinta; no sólo están bien de la cabeza, sino que además
los estudios revelan que hay una conexión entre la inteligencia y lo que se
conoce como habla privada.
Desde el reconocido psiquiatra, Luis Rojas Marcos, a estudios
de importantes universidades revelan que hablar con uno mismo en voz alta ayuda
a pensar mejor, a tomar decisiones, a organizar los pensamientos e incluso son
una herramienta de superación personal. En conclusión, si tu hijo habla consigo
mismo, déjale, simplemente es muy inteligente.
Todo el mundo habla solo. Los adultos lo hacemos menos que
los niños, obviamente, y unos menos que otros, pero todos hablamos solos en
algún momento. Suele pasar cuando nos enfadamos, que nos vamos diciendo a
nosotros mismos lo que nos molesta de los otros "¡pues no va y me dice
que...!", o cuando estamos muy concentrados haciendo algo y nos decimos,
para ponerlo todo en su sitio y orden, "venga, céntrate...". Los niños hacen algo parecido, ellos piensan en voz
alta y estimulan el pensamiento lógico y el desarrollo del lenguaje.
Muchos padres piensan que los niños que hablan solos tienen
algún problema psicológico, pero no es así en realidad. El hecho es que se
encuentran bien de salud mental y poseen, además, una excelente conexión entre
la inteligencia y aquello que se conoce como habla privada. El desarrollo del
habla y el desarrollo del pensamiento van parejos, pues a medida que maduran su
inteligencia maduran en el habla y a medida que hablan y mejoran el lenguaje,
desarrollan su cognición.
Los niños que hablan solos tienen la oportunidad de contarse
fantasías, conversar con un amigo imaginario y hasta con objetos que en
realidad no existen. Es así como ellos se cuentan sus sueños. El hablar solo,
entonces, es considerado un instrumento para el desarrollo del autocontrol y
del pensamiento.
Como adulto, es probable que algún momento de tu vida hayas
hablado contigo mismo en voz alta. Aunque algunas personas lo hacen por
costumbre, o porque piensan en voz alta, o porque está sola, o porque la han
dejado sola, o porque ha decidido estar sola, o porque así evita problemas y
discusiones, o para que nadie le contraría, o porque no quiere que nadie sepa
sus cosas... De preguntarnos si eso es normal, psicólogos coinciden en decir
que: Es completamente normal y, por tanto, muy común hablar solos.
Los hombres; la humanidad necesitamos comunicarnos,
interrelacionarnos e intercambiar ideas y pensamientos para no sentirnos solos.
Los hombres, varones, pero hombres, unos hablan sólo de fútbol, otros sólo
hablan de mujeres, otros un poco de todo o de nada. Los hay que hablan con los
caballos o con los perros o con el viento o con la nada,
pero no solo. Pues sí, los hay que hablan solos. Solos, para sí solo. Mientras
se afeitan hablan con el del espejo, mientras están en sus quehaceres, mientras conducen, mientras caminan por la
calle... ¿Y si en la casa
no habla con quienes convive? Ya eso no será tan normal…
El alma humana es misteriosa y en todos nosotros una parte de
ella, es decir, parte de nosotros, se recata entre sombras. Es lo que Unamuno
ha llamado "el secreto de la vida", de nuestra propia vida. Y el lenguaje nos
sirve de método de exploración interior, ya hablemos con nosotros mismos o con
los demás, es luz con la que vamos iluminando nuestros senos oscuros y aclarándonos más y más, lo que es lo mismo, cumpliendo ese deber de nuestro destino de
conocer lo mejor de nosotros, tantas veces callado en escondrijos silenciosos de la persona.
Los que hablan solos juegan con ventajas, porque nunca nadie
le contrariará su opinión y se dice lo que quiere oír, por tanto, siempre
tendrá la fiesta en paz, porque las mayores discusiones surgen de las
diferentes opiniones. Pero, convivir con alguien que no comparte conversación es
duro de llevar.
Si alguien 'habla solo' por la calle se le señala como loco
sin preguntarse primero cuál será su por qué. Como ya se ha apuntado, hablar a solas en voz alta lejos de ser un hábito preocupante, podría ser
inteligencia emocional que ayuda a la motivación y a encontrar un mejor sentido a una situación concreta. Aunque no lo vamos a negar: sí que nos llama la
atención escuchar hablar a un hombre solo por la calle, ver que se para gesticula enérgicamente y sigue andando con su historia, sin tener en cuenta que a su lado gente va y viene ensimismada
en sus afanes. Sí que es gracioso cuando alguien va por la calle hablando solo,
o pillamos a alguien hablando solo frente al espejo, creando una conversación
totalmente ficticia que podría darse en un futuro, y ver cómo la persona en
cuestión tiene creado un diálogo completo para ella misma y para la otra parte
del coloquio.
Las conversaciones en voz alta con uno mismo se llama 'soliloquios' y es una manera que tenemos los seres humanos de ordenar nuestros
pensamientos y emociones, y aunque no sea una práctica que todos llevamos a
cabo, sí que se emplea cuando queremos motivarnos, calmarnos o preparar un
discurso que tendrá lugar en un tiempo a corto plazo.
Patricia Rosillo, psicóloga en El Prado Psicólogos, dice que: "En sí mismo, no se considera negativo, salvo que forme parte de algún
trastorno psicológico como delirios, trastorno psicótico, etc., y cuenta que
esta conducta más bien nos ayuda a poner orden a nuestras ideas, nuestros
pensamientos y emociones, a recordar cosas, a auto-animarnos y motivarnos, a
calmarnos, a regularnos emocionalmente… Es como si en determinadas situaciones
pudiésemos conversar desde un lugar 'más elevado' con nosotros
mismos, como si pudiésemos hacer un 'auto-juego de roles interior' en
el que conversamos con diferentes partes de nosotros, del mismo modo que si
estuviésemos conversando y compartiendo lo que nos ocurre con un buen amigo o
alguien de confianza que nos ayuda a calmarnos, recordar algo, tomar
decisiones, animarnos...", aclara la psicóloga.
Qué equivocados están aquellos que tildan estas
conversaciones de 'locas', dice Patricia Rosillo. En realidad, todas las
personas lo hacemos en determinados momentos de nuestra vida y forma parte
de nuestro propio desarrollo emocional y cognitivo como seres humanos. En
cambio, para aquellos que lo practican casi diariamente podría ser un signo de
mayor inteligencia emocional "ya que ayuda a autogestionar y ordenar nuestro
mundo interno".
De hecho, los expertos en psicología sí que recomiendan esta
destreza: "En nuestra práctica profesional, nuestro objetivo es desarrollar
la capacidad reflexiva o "mentalización" de las personas", dice
la experta en psicología, por lo que mantener 'conversaciones', ya sean
internas o en voz alta con uno o una misma, a priori, no es nada malo. "Nos
puede ayudar a encontrar un mejor sentido a una situación, a aclarar ideas en
voz alta, a aprender algo que estemos estudiando, a mantener la calma en
ciertos momentos, o a organizar nuestra mente y emociones…".
Sin duda es una práctica sana y útil, donde la persona
desarrolla un auto-diálogo interior más sano y expansivo que le ayuda a vivir
su vida con bienestar y afrontar las dificultades con mayores
habilidades y estoicismo.
¡Bienaventurados los que no hablan porque ellos se
entienden!
Cuando te tienes a ti misma, no necesitas a nadie. ¡Tienes lo
más importante! Lo demás es un completo incompleto…
Verdaderamente, nadie está realmente solo en este mundo: todo
el mundo tiene su propio Dios, su dolor o su propio orgullo para hacerle
compañía.
De no hablar sino cuando fuere preciso, raramente
despegaríamos los labios. Epicteto.
Fotografía: Internet
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