Cuando Jesús dijo que vino a dar testimonio de la verdad, Pilato le preguntó: ¿Qué es la verdad? Juan 18:38.
¿Qué es la verdad? Esta es una pregunta que cobra relevancia
en los tiempos actuales, pues con la post modernidad el relativismo se impone,
y ahora todo depende del lado que se vea, de la situación que se viva, del interés que te mueva, del
sentimiento que te domine. ¡Todo es relativo¡
Para la nueva generación ya no existen los absolutos de manera que tampoco existe la verdad absoluta y si alguien dice tenerla y defenderla, se tacha de intolerante, obcecado, mente cerrada, incapaz de comprender y respetar a los demás. Y es así como hemos ido perdiendo la Verdad, se ha diluido en una infinidad de posturas, de nuevos valores, de consideraciones en medio de una nueva modernidad, donde ya todo es posible y permitido, donde lo absoluto es cosa del pasado.
De ahí la importancia de la pregunta que Pilato le hizo al Señor
Jesús ¿Qué es la Verdad? Profundo y breve diálogo filosófico que ambos sostuvieron
antes de la crucifixión. Y en esa
conversación, aparentemente, la pregunta queda sin respuesta. Es en esa
conversación que encontramos en el Evangelio de San Juan, donde nace esta
reflexión con el propósito de ayudarnos a comprender la profundidad de esta
pregunta, así como las consecuencias que hasta el día de hoy tiene. En este
pasaje podemos inferir que en Pilato hay una búsqueda de la
verdad.
Cuando preguntamos acerca de algo es para hacer un juicio verdadero sobre aquello que nos inquieta o que ocupa nuestra mente. Una vez obtenida esa respuesta la juzgamos como verdadera o falsa dependiendo de nuestro sistema de valores, o de nuestro sistema de creencia. De manera espontánea confrontamos lo que yo pienso con aquello que se me está diciendo y esto con el propósito de formar una síntesis en la cual sustituyo lo que yo pensaba por la verdad. O niego la verdad considerando que mi verdad es superior a lo que se establece. O en el peor de los casos llegamos a formar un sincretismo al concluir que me quedo con mi argumento y también con el de otro, considerando ambas posturas verdad.
¿Qué es la verdad? El significado de la palabra "Verdad" en
griego es alētheia, la cual, literalmente significa "no escondida" o
"nada escondido". Transmite la idea de que la verdad siempre está
ahí, siempre abierta y disponible para que todos puedan verla, con nada
escondido u oculto. La palabra hebrea para verdad es "emeth" que significa
"firmeza" "constancia" y "duración". Tal
definición implica una sustancia eterna y algo en que se puede confiar.
Al definir la verdad, primero es útil notar lo que la verdad
no es:
La verdad no es simplemente lo que funciona. Esta es la
filosofía del pragmatismo, un enfoque del tipo de "un fin justifica los medios". En realidad las mentiras pueden parecer que "funcionan," pero aun
así son mentiras y no verdad.
La verdad no es simplemente lo que es coherente o
comprensible. Un grupo de gente puede reunirse y formar una conspiración
basándose en una serie de falsedades en la que todos convienen en contar la
misma historia falsa, pero eso no hace que su declaración sea una verdad.
La verdad no es lo que hace sentir bien a la gente.
La verdad se define como aquella que se ajusta con los hechos
o la realidad.
La verdad no es simplemente lo que se cree; una mentira
creída sigue siendo una mentira.
Desde la perspectiva filosófica hay tres maneras simples de
definir la verdad:
Verdad es lo que corresponde a la realidad.
Verdad es lo que concuerda con su objeto.
Verdad es simplemente decirlo tal como es.
Primero, la verdad corresponde a la realidad o "lo que
es". Real. La verdad también es correspondiente en la naturaleza. En
otras palabras, concuerda con su objeto y es conocida por su referente. La verdad es simplemente decirla tal como es, como sucedió; es
la manera en que las cosas son en realidad y cualquier otro punto de vista es
incorrecto. Un principio fundamental de la filosofía es ser capaz de discernir
entre la verdad y el error, o como Tomás de Aquino observó: "Es la tarea
del filósofo, hacer distinciones."
En el día a día, cuando el concepto de la verdad es difamado, esconde más de una razón personal e interesada: Bien porque se quiere imponer un pensamiento; bien porque la envidia no soporta el brillo del otro; bien porque se quiera ocultar un fin o unas intenciones. Y en cuanto a la "metafísica" generalmente es por las razones de aquellos que se adhieren a la noción de que solo la ciencia puede hacer afirmaciones de la verdad y no reconocen que hay muchas realidades de la verdad donde la ciencia es impotente. Por ejemplo: La ciencia es incapaz de declarar verdades sobre disposiciones estéticas, como la belleza de un amanecer.
¿Por qué es importante la verdad? ¿Por qué es tan importante
entender y adherirse al concepto de la verdad absoluta en todas las áreas de la
vida (incluyendo la fe y la religión)? Simplemente porque la vida tiene
consecuencias por estar equivocado.
Dios y la Verdad. Durante los seis juicios de Jesús, el
contraste entre la verdad (justicia) y las mentiras (injusticia) fue
inconfundible. Ahí estaba Jesús, la Verdad, siendo juzgado por aquellos cuyas
acciones estaban bañadas en mentiras. Los líderes judíos quebrantaron casi cada
ley diseñada para proteger al acusado de condenas injustas. Trabajaron
fervientemente para encontrar cualquier testimonio que pudiera incriminar a
Jesús y en su frustración, se basaron en evidencias falsas presentadas por
mentirosos. Pero aún eso no podía ayudarlos a lograr su objetivo. Así que
quebrantaron otra ley y forzaron a Jesús a implicarse a Sí mismo. Un triste
final y un recordatorio para todos, el ignorar la verdad siempre conduce a
consecuencias indeseables.
EL Papa Francisco en sus catequesis sobre los mandamientos
impartidas durante las Audiencias,
cuando habló del octavo de ellos: “No dirás falso testimonio ni mentirás”, se
mostró muy contundente y dejó claro que las “habladurías matan”, porque la
lengua “mata como un cuchillo”. En su opinión, quien las pronuncia “es un
terrorista” porque lanza una bomba que “destruye la fama de los demás” mientras
él “se va tranquilo”.
El Papa afirma que es grave vivir de “comunicaciones” no
auténticas, porque impide las relaciones recíprocas y el amor al prójimo. La
“comunicación” entre las personas no debe darse solo con palabras, sino también
con gestos, con actitudes, y hasta con silencios y ausencias; se comunica con
todo lo que uno hace y dice. Esto porque una persona “habla” con todo lo que es
y hace. Nosotros, dijo, “vivimos comunicando” y estamos continuamente al borde
"entre la verdad y la mentira".
Y puntualizó que, a veces las personas se justifican diciendo “¡dije lo
que escuché!”, o bien “¡he dicho sólo la verdad!” pero en realidad, uno ha
"absolutizado" el propio punto de vista o ha revelado hechos
personales interesados.
“¿Qué significa decir la verdad? ¿Significa ser sinceros? O
bien, ¿ser exactos?”, se preguntó el Papa, que planteó estas preguntas para la
reflexión de los fieles, asegurando que, en realidad, nada de esto es
suficiente porque se puede estar “sinceramente” en error, o se puede ser
exactos en los detalles, pero no “captar” el sentido del todo.
En las pequeñas y grandes situaciones "no mentir". Para
reafirmar este concepto, en su catequesis el Papa señaló la lógica que nos guía
sea ante las pequeñas situaciones como en las elecciones más comprometedoras,
que es la que "los padres y abuelos nos enseñan cuando nos dicen que no debemos decir mentiras”.
No falsear la verdad en las relaciones con los demás. Los
cristianos no son hombres y mujeres excepcionales, pero sí son “hijos del Padre
celestial”, que “es bueno y no los desilusiona”, y esta verdad, “no se dice
tanto con los discursos”, sino que “es un modo de existir y se ve en cada acto
particular”. “No dar falso testimonio, ni mentir, implica vivir como hijos de
Dios, según las enseñanzas de nuestros cristianos padres, dejando que en cada
acto se refleje que Él es nuestro Padre", afirmó el Santo Padre.
La verdad es La esencia manifiesta y veraz de algo. “La
verdad es Dios”. Dios es verdad, y eso indica que Él mantiene su fidelidad en
el cumplimiento de sus promesas, fidelidad que se exhibe en Cristo-Jesús. El significado
no es meramente la verdad ética, sino la verdad encarnada en Él en toda su
plenitud y extensión; Él es la perfecta expresión de la verdad.
Dicen por ahí que la verdad siempre sale a la luz, y los secretos de familia alborotan el avispero. Hay gente que va por la vida sin calibrar sus actos y con el
paso del tiempo si no les gusta sus actuaciones, cambian el relato, y si
alguien apelando a la verdad cuenta los hechos tal cual sucedieron, lo
desmienten y lo acusan de loco y fantasioso con la pretensión de que no sean
creídos. Eso es creer que por cambiar el relato cambia la realidad de los
hechos. No, la verdad queda escrita en el tiempo y por negarlo con la cabeza no
cambian los hechos.
La buena memoria es un don para conservar la verdad. La desmemoria
de la memoria puede venir dada por no tener capacidad para recordar o por estar
bajo los efectos del alcohol y otros tipos de drogas. Pero a veces, aun recordando bien existe un interés personal de tergiversar para huir de una responsabilidad o
porque se avergüenza de sus actuaciones. También puede ser que se necesite negar la verdad porque prevalece la maldad de querer perjudicar a alguien,
pero, la verdad es verdad y ni la desmemoria ni las malas intenciones cambiaran
la verdad. La verdad no es trapicheo, la verdad es honestidad, y para ser honesto consigo mismo hay que ser honestos con los demás.
La gente siempre encuentra la mentira más emocionante que la
verdad. Las mentiras son como un virus que se propaga fácilmente y contamina la
verdad, lo que hace imposible que las personas separen los hechos reales de los
rumores maliciosos. Pero a la verdad nadie la puede enterrar. La verdad te hará justicia.
Hay que desconfiar de esa gente con habilidad para desenvolverse entre las mentiras. Debemos ser honestos con la verdad. Las verdades a medias son una extraña mezcla de hechos verdaderos y mentiras para confundir con el fin de que no se descubra la verdad que no interesa, y en el que trata de confundir para que no distingan lo verdadero de lo falso hay maldad.
Decía Winston Churchill: La verdad es incontrovertible. La malicia puede atacarla, la ignorancia puede burlarse de ella, pero al final, la verdad está ahí.
Sobre la verdad, unos dicen: “La verdad os hará libres”. Otros, “Una mentira mil veces repetida se convierte en verdad”. Y algunos piensan que, “La verdad es relativa”. Pero ¿por qué algunos temen a la verdad? El que teme a la verdad es que tiene mucho que ocultar, y la verdad siempre termina por salir a la luz. La verdad es clarificadora. La verdad te hará libre porque no tendrás que estar con el miedo de que lo que ocultas se descubra. La verdad es divina, absoluta, singular, objetiva, inmutable…
Por muchos pajarracos que intenten ocultar el sol, nunca podrán apagar su luz. La verdad es inamovible e inalterable, tiene día y lugar y permanece por siempre; no la manches. No olvides que la verdad tiene la última palabra.
La verdad es como el sol, te permite ver todo con claridad, pero no se deja mirar. Víctor Hugo
Sea la verdad tu compañera. Recuerda, en la vida hay que ir con la verdad y nada más que la verdad.
Que la verdad te acompañe siempre…
Si dices la verdad, no es necesario que recuerdes nada más: Mark Twain.
Fotografía: Internet
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