sábado, 3 de agosto de 2019

Alta sensibilidad


Ser PAS (Personas con alta sensibilidad) ¿Un don o un castigo?

Quién esté en la redes sociales sabrá que por allí circula la verdad y la mentira, puedes leer un montón de artículos de todo tipo, unos más y otros menos interesantes. En eso coincidimos, que un día uno de ellos captó mi atención; hablaba sobre personas con alta sensibilidad y lo leí porque la sensibilidad ha sido desde niña, una de mis características principales. Y según iba leyendo más identificada me sentía con lo que leía. 

Y como para mí fue un interesante descubrimiento, quiero compartir lo que he aprendido sobre ello, porque estoy segura, de que al igual que yo me sentí identificada, hasta el punto de llegar a la conclusión de que yo también soy una PAS, estoy segura de que habrá personas que también se sientan identificadas, porque resulta que un 20% de la población en el mundo (1 de cada 5) ha nacido con este rasgo o característica. Y quizás tú también lo seas y aún no lo sepas… 

Con un hemisferio derecho del cerebro (el emocional y creativo) más activo que el de la media, las personas con este rasgo de la personalidad viven de una manera mucho más intensa tanto lo bueno como lo malo de la vida. 

Cuando hablamos de la alta sensibilidad hablamos de un rasgo que todavía no está muy reconocido, a pesar de que la psicóloga americana, Elaine Aron, autora del libro “The Highly Sensitive Person” (1996), ha estado estudiando este tipo de personalidad, desde mediados de los años 90. Según explica, las personas altamente sensibles tienen una gran capacidad para procesar todo lo que llega a sus sentidos de una manera más profunda y sutil, son más dadas a reflexionar o analizar lo que sucede tanto fuera como dentro de ellas. Suelen ser más conscientes, dotadas de una gran inteligencia, intuición e imaginación. 

Vamos a destacar unos cuantos rasgos que suelen ser comunes en los PAS: 

Las emociones las viven con más intensidad, las magnifican. Y reaccionan también más intensamente ante los sucesos positivos o negativos. Tienen una gran empatía. 

La persona altamente sensible percibe al instante cualquier cambio en las personas que le rodean. Notan la tristeza de quienes están a su lado y pueden llegar a vivirla como propia con más facilidad que otra persona que también esté cerca de la persona afectada. Les duele el sufrimiento ajeno. 

Se sienten heridos con más facilidad. La persona altamente sensible lo da todo por los demás. Ama a su familia y a los suyos, vive la felicidad de un modo muy particular, pero al percibir las emociones de los otros con mayor efectividad, a veces puede sentirse herida también con mayor facilidad. Una mala palabra, un pequeño desprecio, un gesto de desaire o una simple mentira, se padece de un modo profundo. Es una traición a su sinceridad emotiva. 

Se siente bien haciendo cosas en soledad. No la teme, le gusta y en ocasiones, la busca. Por lo general, se sienten más a gusto en los grupos reducidos y evitan las grandes multitudes y el caos. 

Son muy creativos. Sienten mucho placer con la música, con el dibujo, con la lectura… se expresa muy bien con estos canales artísticos. Pueden tocar instrumentos y se emocionan con las melodías de un modo muy intenso. También tienen preferencia por la escritura, por la poesía y el arte en general.

Suelen ser solidarios, si les pide ayuda te la dan generosamente.  

Tienen dificultad para mantener sus límites personales y decir “no”. 

Tienen la capacidad de detectar las sutilezas en el ambiente. No son peleonas ni violentas, pero si se ven atacadas saben defenderse con la verdad por delante.

Suelen considerarse personas espirituales y tienen una rica vida interior. Son pensadores profundos.

Al procesar todo con más profundidad, también lo hacen con sus propios defectos, de manera que son muy sensibles frente a la falsedad y las mentiras. 

Son muy observadores y debido a su extrema empatía son seres sensibles. También son muy educadas y jamás se sentarían si hay alguien de pie, ni intentarían pasar por delante de los demás en una fila porque saben respetan las normas, son personas de trato agradable. Además, normalmente son los primeros en darse cuenta de que alguien se está comportando de manera inadecuada, aunque es probable que no se lo hagan notar. 

Son perfeccionistas y concienzudos en su trabajo. Después de días o momentos en que han estado más ocupados que de costumbre necesitan retirarse a descansar a una habitación a oscuras o a otro sitio tranquilo donde poder disfrutar de su soledad y recargarse de nuevo. 

Pues, sí; sabiduría es darle a cada cosa la importancia que merece. A cada quién el lugar que corresponde. A cada sentimiento el tiempo necesario y saber reconocer el valor de tu propia persona… 

Verdaderamente, las personas se distinguen por sus principios y valores. Hay personas que nos hablan y ni las escuchamos. Hay personas que nos hieren y no dejan ni cicatrices, pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y por su sensibilidad nos marca para siempre. 

Las personas sensibles tienen un pequeño defecto, sufren mucho. Pero poseen una gran cualidad que los demás no tienen: entregan el alma.

Fotografía: Geralt

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