viernes, 12 de abril de 2019

La esperanza


La filosofía de la esperanza... “La esperanza es el pilar que sostiene al mundo. La esperanza es el sueño de un hombre despierto”. Plinio el Viejo 

Esperanza significa esperar con fe. El hombre siempre ha tenido esperanza hasta en los momentos más difíciles. Los fuertes se aferran a la esperanza, porque desean hacer posible sus proyectos y saben que no se puede vivir la vida sin ella. Esperanza es saber esperar, es tener esa dosis de paciencia y de fe que nos permite superar el mal momento presente para lanzar las energías hacia un futuro mejor. 

La esperanza es un sentimiento que necesitamos cuando las cosas no van bien y nos ayuda a tener fe de que mejorarán. La esperanza es esa confianza de que ocurrirá o se logrará lo que deseamos, lo que también puede ser una gran motivación y como dice la vieja y conocida frase popular; "La esperanza es lo último que se pierde". 

Nos aferramos a la esperanza con fuerza cuando deseamos que determinadas situaciones mejoren en nuestra vida. Es intermitente, aparece y desaparece en función del momento en el que nos encontremos. No es una actitud, es un estado de ánimo. 

A veces confundimos esperanza con optimismo; no son lo mismo, aunque se complementan. El optimismo es algo más constante, es decir, es la actitud que adoptamos para enfrentarnos a la vida. La esperanza, sin embargo, no está siempre con nosotros, aparece de manera puntual, cuando pensamos que es necesaria para un momento determinado. 

Nos entregamos a ella convencidos de que sin su ayuda no conseguiremos alcanzar nuestro propósito. Es la esperanza uno de los sentimientos más constructivos y más positivos que podemos sentir las personas. 

Con esperanza construimos porque es un sentimiento positivo basado en la realidad. Se produce cuando anhelamos, deseamos, creemos y queremos alcanzar una meta. Sin embargo, no siempre conseguimos lo que nos proponemos. Hay ocasiones en las que diseñamos nuestros objetivos basándonos en irrealidades y alimentamos lo que llamamos falsas esperanzas. 

Las personas con esperanza suelen conseguir buenos resultados en aquello que se proponen. Es una fuerza que nos empuja actuar, nos motiva, nos fortalece y nos ayuda a tomar decisiones. Tener esperanzas es la fuerza que nos ayuda a intentar cambiar y enfrentarnos a la adversidad sin perder la ilusión. 

No dejes que los obstáculos te detengan, si percibes que empiezas a desesperar, intenta ser más positivo, busca nuevos caminos. Mira al futuro con optimismo, porque puedes alcanzar lo que deseas y, si no lo consigues, nadie podrá quitarte la satisfacción de haberlo intentado con todas tus fuerzas.

La esperanza surge en los momentos de gozo que son los que nos inclinan a creer en algo mejor. Los sabios nos animan a cultivar la esperanza, porque cada uno de nosotros puede ser la esperanza de otros, como los hijos que son la esperanza de los padres y el amor nos llena de esperanza y nos reconcilia con la vida. 

La filosofía de la esperanza nos impulsa a anhelar el mañana que trae nuevas ilusiones y oportunidades. La esperanza no es un don para los hombres inactivos: ni siquiera lo es para aquellos que se han dejado caer definitivamente ante las dificultades. La esperanza es una promesa, pero hay que luchar denodadamente para plasmar esa promesa… Ella promete, nosotros realizamos. 

Hoy vi la esperanza y la visión de la esperanza me ha llenado de gozo. No podemos –no debemos– renunciar al esfuerzo constante que supone la existencia. No es noble aflojar el impulso cuando las dificultades son mayores. Precisamente cuando todo parece imposible e insalvable, es cuando la esperanza se asoma desde el fondo de su caja mágica, y promete otros tiempos para quienes saben verla. 

El hombre con esperanza tiene necesidad de conocimiento, tiene necesidad de verdad, porque sin la verdad no se puede vencer los miedos para poder avanzar y dirigir los pasos por la senda segura donde alcanzar el crecimiento que nos transforma. 

No hay nada imposible en esta vida; cuando todo está perdido, aún queda la esperanza. Los sueños de ayer son esperanzas hoy y pueden convertirse en realidad mañana...

Fotografía: enriquelopezgarre

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